No entiendo por qué mi familia tiene que atacarme con preguntas absurdas, mi mamá y mi tía son las encargadas de todo eso, mi tía suele ser muy entrometida ¿quién no tiene una tía así?, decidió hacerme una cita a ciegas, una cita que no resultó nada bien, no tiene nada de malo tener planeada mi vida y bloquear sorpresas de la vida. Amo mi trabajo y me encanta dedicarle tiempo a él, administradora (gerente) de una de las empresas Armitt, tremendo puesto, y luego me juzgan por estar muy metida en el trabajo.
Me ha salido bien hasta ahora tener una lista de cómo quiero mi vida, sin ninguna complicación.
— Entiendo mamá, no me sigas regañando — ruedo los ojos aunque ella no me esté viendo.
— entiende hija el trabajo no es siempre la vida, sale con Lizzy y distráete — escucho en la otra línea. — y quién sabe, puedes encontrar el amor — suelto una pequeña respiración.
— Escucha a tu madre Rebeca — escucho a mi tía.
— Sabes una cosa, te tomaré la palabra — miento. — Veré qué puedo arreglar — escucho como ambas chillan de emoción.
— Eso espero hija — puedo sentir su emoción. — te amamos, nos vemos pronto cariño. — cuelga la llamada.
Mentira absoluta, claro que no saldré para encontrar el amor, saldré con Lizzy a tomarme un café, mi mejor amiga me ha invitado a más de 5 fiestas y en todas le he dicho que "no", debo mencionar que mi mejor amiga y mi madre junto con mi tía son cómplices de tratar de encontrarme a alguien.
Salí de mi apartamento, tengo que ir a trabajar y nunca me ha gustado llegar tarde a cualquier lugar.
— Buenos días señora Pops — salude a mi amiga vecina, una señora algo frondosa con una edad de 54 años, viuda por cierto, vestía sus famosos camisones largos y sus tubos por todo el cabello, debo aclarar que es la primera vez los usa, siempre anda con un moño en su cabello.
— buenos días Beca, ya viste, tus vecinos se van — comenta señalando la puerta que está a la par de la mía, y en efecto mis vecinos se están mudando, habían cajas fuera de la puerta abierta — parece que la señora Johns ya no aguanta a su esposo y se divorciaran — dice mientras compone una de sus uñas con la lima.
— ¡al fin, no más bullicio! — digo elevando mi vista al techo. — ¿nuevo look? — le sonrió.
— decidí en ponerme un poco rizada ya sabes para atraer a uno que otro en el supermercado — suelto una pequeña carcajada por su ocurrencia.
— Nos vemos luego señora Pops — digo siguiendo con mi camino.
Me despedí de ella y sin duda alguna me encanta tener conversaciones con ella, es una señora muy divertida, un poco adolescente para su edad, si alguien dice chisme, créanme que allí estará.
Me encuentro ya en la empresa, rápidamente me adentré al elevador y me dirigí al nivel 22 donde se encontraba mi oficina y la presidencia.
— Buenas días señorita Moore — saluda una de las empleadas que pasaba cerca del ascensor
— Buenos días — devuelvo el saludo, me fui directo a mi oficina para trabajar, no había pasado ni un minuto y ya estaba escuchando unos golpes en la puerta
— adelante — pronunció, en ese momento entra mi amiga Lizzy, una chica muy hermosa de cabello rizado color castaño con una tez morena, un bellísimo cuerpo que hacía que varios chicos del edificio la noten cada que pasa y sin duda una alegría que rebota cuando entra a mi oficina.
— El señor Armitt se retirará de la empresa — suelta de golpe, me levante de mi silla por la impresión de la noticia.
— ¿qué? — digo frunciendo el ceño
— Como lo escuchas, el señor Armitt te manda a llamar — salí de mi oficina y me encaminé a la oficina presidencial.
— El señor Armitt la espera señorita Moore — dice su secretaria y sin pronunciar nada entro a la oficina, encuentro al hombre de 57 años sentado en su inmensa silla revisando unos papeles.
— Me mando a llamar señor — digo acercándome más a su escritorio.
— En efecto…, tome asiento — indicó y eso hice. — Estoy seguro que ya sabe sobre mi retiro de la empresa — dice, se pone de pie para sentarse en una de las sillas que estaba a la par mía.
— Si…, me acabo de enterar — suelto un poco confundida.
— necesito un informe completo sobre la empresa, sobre todo el manejo financiero y toda la administración — indica. — mi hijo tomará este puesto el día lunes, él estará aquí. — hace una mueca.
— buenas noticias ¿no? — sonrío y él niega con una sonrisa.
— no exactamente señorita Moore — frunzo el ceño ante esa respuesta. — mi hijo es algo especial.
¿Especial? A que se refiere con especial, ¿acaso necesita cuidados? O qué tipo de especialidad estará hablando, no hay problema si necesita cuidados, puedo ayudar.
— ¿especial? — preguntó sorprendida. — ¿requiere cuidados? — el esboza una sonrisa.