Red de amor

Capítulo 6

Me encuentro dentro del bello auto de mi jefe, acontece que no quiso dejar que me fuera por mi lado, me dijo que ahora que somos amigos, como mi buen vecino que es me llevara al trabajo y ayudará a conocernos mejor y el poder saber qué es lo que busco de un hombre.

— Odio que sean como tú — suelto girando mi rostro hacia él.

— ¿qué tienen los tipos como yo? — alza una ceja con una sonrisa sin quitar la vista de enfrente.

— Que son unos infantiles — indicó sin remordimiento por haber dicho eso.

— no le veo lo malo a eso... Eso se le llama alegría — voltea a verme unos segundos para regresar a la posición de antes.

— Mucha alegría para mí — siento como nos estamos acercando al edificio.

— tienes que cambiar eso Beca — musita. — si quieres a alguien, hazlo por esa persona que espera por ti — entra al estacionamiento del edificio Armitt

— estoy de acuerdo señor Armitt— frunce el ceño cuando me escucha decir eso.

— acordamos en que no nos trataríamos así — suelta su cinturón de seguridad y hago lo mismo.

— Estamos en el trabajo señor — salgo del auto — y nadie tiene que vernos entrar juntos, no quiero especulaciones — digo y me adelanto en el trayecto hacia la entrada del edificio.

— ¡de nada beca! — escucho gritar a mis espalda, se me había olvidado darle las gracias a mi jefe y eso causó que volteara gritándole un "gracias"

Corrí un poco antes de que se cerrará el elevador lleno de 3 personas cuando entro este cierra de golpe, no quería llegar con él, sé cómo son las trabajadoras de aquí y lo primero que pensaran es que estoy saliendo con él y que llevamos una relación fuera de lo profesional y es lo que menos quiero.

— Buenos días señorita Moore — saluda una de las empleadas, la saludo de igual manera y me propongo que es momento de cambiar mi estilo de vida y la manera en como soy refiriéndome a mi actitud y la poca apatía que tengo, necesitaré mucha ayuda, fingiré que estoy en las mejores manos.

Empiezo con mi trabajo en mi oficina, tecleo algunas cosas que no deje organizadas el día de ayer, no me llevo más de 20 minutos y decido arreglar un poco este lugar, hay muchos papeles que ya no servirán por el momento y es mejor depositarlos en un lugar, me dedico a juntar todos estos y meterlos en una caja y colocarlos es una esquina en la cual no puedan ser visualizados.

Amo la lectura y eso me llevó a tener una pequeña biblioteca atrás de mi escritorio, no soy capaz de tirar uno, así que los organizaré pero antes de que empiece escucho la puerta.

— Adelante — digo mientras sacó dos libros de la biblioteca.

— no había entrado a tu oficina — comenta a espaldas mío. — me encanta.

— hago lo mejor para que el lugar donde este sea cómodo para mí — comentó aún de espaldas, siento como se acerca al lado mío.

— ¿tiraras esos libros? — toma uno de donde estaba sacando anteriormente.

— Claro que no, solo los organizaré — musitó. — ¿qué lo trae por aquí señor Armitt? — me limito a verlo.

— Te venía a invitar esta noche a mi casa… — balbucea, río por lo que acaba de decir.

— no pienso salir contigo, recuerda que cupido no sale con sus clientes — explicó y el suelta una pequeña carcajada.

— No hablo de eso beca — dice y se sienta en mi silla que se encuentra en mi escritorio.

— Tampoco me interesa que me regales lencería —digo y este suelta una carcajada y rió junto a él.

— Veo que tienes un poco de sentido del humor y créeme que me encantaría regalarte eso — lanza su mirada seductora — pero... Antes de que me cachetees, es una cena como amigos y de paso te enseñaré cómo te conseguí tu cita — musita con una sonrisa amigable.

— nunca he cenado con un amigo — admito. — De acuerdo, acepto tu invitación— él sonríe cuando me escucha decir eso y separa de golpe.

— Algo formal, habrá vino — sonríe y sale de mi oficina pero al mismo tiempo abre la puerta — a las 7:00 de la noche, no llegues tarde o te tendré que ir a buscar — guiña su ojo y sale al fin.

Tendré que ir no quiero que me busque y que la señora Pops de cuenta de eso, si, me importa lo que digan, al menos me enteraré que es lo que está haciendo para conseguirme una cita.

Dejando esos pensamientos a un lado me dedico a sacar los libros, debido a las necesidades de la empresa se me fue atrasando el trabajo con mi biblioteca. No vi a Lizzy en todo el día es posible que no se haya presentado a trabajar; pasaron las horas y el tiempo de salir había aparecido, recojo mis pertenencias y me decido a caminar al ascensor y como si el destino lo indica o lo ordena veo a Thiago caminar directo hacia aquí con una sonrisa dibujada en su rostro.

— Genial, tú te vienes conmigo — dice cuando uno de sus pies están al lado mío.

— No es necesario Thiago, me trajiste esta mañana — empiezo a tutearlo, es ideal, tratarlo de usted cuando estemos en jornada laboral, el elevador cierra sus puertas y empezamos una charla.



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En el texto hay: novela romántica, amistad, novelacontemporanea

Editado: 12.09.2020

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