— ¡entiendes la magnitud del problema, cierto! — dice exasperada mientras camina en línea recta en su sala de estar.
— ¡Lizzy, puedes calmarte! — digo un poco fastidiada, lleva repitiendo no sé cuánto tiempo lo mismo, ya se había hecho la prueba, lo único que estábamos esperando es el resultado y que sea lo que el destino quiera.
— ¡Maldita sea, no puedo tener un bebe ahora!, ¡no estoy casada! — se deja caer en el sofá recarga su cabeza en sus manos y sus ganas de llorar son extremadamente enormes, no sé si sentirme triste por ella o feliz.
— Escucha — me siento a su lado — no es tan malo lo que está ocurriendo, las cosas pasan porque... — es allí cuando la alarma de mi celular me interrumpe dándome a entender que la prueba estaba lista para ser visualizada.
— voy a vomitar — musita, empiezo a caminar hacia el baño y veo la prueba en el lavabo, volteada boca abajo, aún si mostrar el resultado, mis manos tiemblan la tomo con cuidado de que no sea revelada su repuesta, camino lentamente hacia Lizzy que aún sigue en el sofá beige, cuando vuelve a sentir mi presencia, me mira sin ninguna expresión, sus manos tiemblan y el reflejo de desesperación que muestra en su rostro es muy evidente. — ¿entonces?, ¡no te quedes allí paradota! — pongo mis ojos en blanco, no le diré nada porque sé cómo se siente; debo admitir que aún no me atrevo a ver la prueba que tengo aún en mi mano derecha, ella no quiere verlo y lo mejor será que le dé la respuesta, con un temor indescriptible elevó mi mano, aún no puedo verla así que mis ojos están puesto en otra dirección del lugar, extiendo mi mano y sin más que decir la veo.
Se forma una "o" de sorpresa en mis labios y mi sonrisa de oreja a oreja no tarda en aparecer, cubro mis labios con mi mano izquierda aún por la sorpresa, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, suelto un pequeño chillido y mis ganas de llorar se quieren hacer presente.
— ¿qué sucede? — me mira con el ceño fundido.
— ¡Felicidades, Lizzy! — exclamó con emoción, sus facciones empiezan a cambiar pero no de la manera que esperaba, su sonrisa se hace presente causando que se pare de golpe arrebatándome la prueba de la mano.
— ¡no puedo creerlo! — su sonrisa está llena de emoción y hace que me contagie de su felicidad. — ¡voy a tener un bebe!, ¡Seré mamá! — sus lágrimas empiezan a caer y eso tiene reacción en mi porque ya no me contengo y las dejo que salgan, la abrazo y ella un con la prueba en la mano me devuelve el afecto. — ¿cómo crees que se lo tome Joseph? — la chispa de preocupación se hizo presente y no quiero que le preocupe eso ahora.
— olvida eso por ahora Lizzy, tienes que contarle a tus padres.
— iremos a almorzar, tu, Thiago y Joseph y allí soltare la bomba. — ¿Thiago?, no le diré nada, me tocara hacerme la desentendida e ignorarlo porque no quiero que mis problemas impidan esta gran noticia. — luego les diré a mis padres, el primero es el padre no crees. — asiento.
— Tengo que irme, mañana hay trabajo — me despido con ella con un beso en la mejilla — te veo mañana.
— te quiero — dice aún con una hermosa sonrisa.
— yo también — salgo de su apartamento y me dirijo a tomar el autobús, Lizzy no vive lejos y si que supiera podría irme caminando a mi casa pero definitivamente no lo haré, ya está oscuro y no quiero arriesgarme. Al llegar a la entrada del complejo veo al señor Nelson, acomodando unas cosas en su escritorio.
— está muy hermosa la noche, no es así señorita Moore. — pronuncia el señor de cabellos blancos.
— Así es señor Nelson, perfecta para dormir — suelto una pequeña risa.
— Ustedes los jóvenes cada día se cansan más — suelta una risita ronca y lo miro con una sonrisa.
— no discutiré eso — suelto una risa. — que pase buena noche.
— Igualmente, señorita — me encaminó hacia el ascensor y presionó el botón, hasta que este se abre dejando ver el pasillo tan conocido, No está la señora Pops en la puerta y eso es muy extraño, busco mis llaves dentro mi bolso.
— ¡ya llegaste! — pego un pequeño grito y salto del gran susto que me ha dado.
— ¡qué te pasa!, ¡quieres que muera de un susto! — llevo mi mano así mi pecho y trató de recuperar el aire, veo que ha salido del apartamento de Thiago. — ¿qué haces aquí?
— estaba esperando a que regresaras, para poder ir a ver a Lizzy. — musita, no creo que sea buena idea que vaya a verla. — ¿como esta? — veo como Thiago asoma su rostro desde su puerta en cuanto escucha que Joseph ya está hablando con alguien, su vista solo está puesta en mi e ignoro todos mis nervios para seguir hablar con el futuro papá.
— Está bien — musitó, él me ve un poco confundido.
— ¿bien?, ¿que no está enferma? — vuele a preguntar.