No sé qué tan buena se la idea para ella y estoy tan ansiosa de descubrir su respuesta, los segundos se convierten en minutos y aún no hay una respuesta clara por parte de ella, por más que Thiago le vuelve a preguntar evade la pregunta, ¿están difícil decir no o sí?, mientras comemos un pedazo de pastel que ella había hecho, me atrevo esta vez yo a volver a preguntarle.
— no cree que ya es tiempo que nos dé una respuesta. — lanzó de golpe, su mirada se fija en mí sin ninguna expresión y es que no se si este meditando acerca de dar una respuesta o simplemente la sorpresa de mis palabras sin permiso alguno no la deja expresarse.
— escuchen, créanme que los amo como unos hijos y estoy muy feliz que me hayan ofrecido algo como esto. — empieza hablar. — pero, bien dicen por allí, casados es casa de dos, dígame ¿porque estaría yo allí?, no hay razón alguno. — musita.
— La razón es por nosotros, queremos que esté con nosotros — escucho la voz de Thiago. — ¿esa no es razón suficiente?
— entiendo su punto de vista, pero, no creo que sea lo ideal — habla esta vez segura de sus palabras, la comprendo en "casados es casa de dls", claro, si fuera para mí la propuesta, reaccionaria igual y tomaría la misma decisión, pero no estoy feliz con la decisión que tomó, no podemos hacerla cambiar de opinión y tenemos que respetarla, creo que nos conformaremos con venirla a visitar y pasar tiempo de calidad con ella.
Estuvimos varios minutos con ella luego de ese ofrecimiento, no pudimos estar mucho tiempo allí ya que teníamos que llegar a la casa de los padres de Thiago, se supone que este almuerzo es muy importante, corrijo, es el más importante, a parte de sus padres, Gia y su abuela, estarán otros integrantes de la familia, si debo admitir que el estómago está entre una pelea interna, los nervios son tan altos que espero dar una buena impresión y no parecer algo que no quiero.
Al llegar a la mansión de los Armitt, suelto un gran suspiro preparándome para lo que sea, siento la mirada de Thiago sobre mí y me giro para corroborar mis sospechas, miro como una de sus cejas esta alzada viéndome de manera divertida con un toque de confusión.
— ¿qué? — pregunto de golpe.
— actúas como cuando conociste a mis padres por primera vez. — suelta con un tono divertido.
— es prácticamente igual ¿no? — musitó. — tu familia entera está allí. — él sonríe negando su cabeza de manera divertida y baja de auto, sigo su acción y cierro la puerta.
— Mi familia no es difícil de entender — confiesa. — si pudiste soportarme todos estos meses y te llegaste casar conmigo. — lo miro fijamente mientras él sonríe y se burla de mis nervios. — ¡Esto será pan comido, cariño! — me acerco a él y tomo si mano para entrelazarla.
— es decir, ¿qué lograre ganarme a tu familia entera? — pregunto de manera divertida, el encoge sus hombros.
— estoy seguro que te amarán, yo te amo, eso es un gran paso — bromea, suelto una risita y niego con mi cabeza, Thiago acerca sus dedos hasta el timbre de la casa mientras esperamos a que esta sea abierta por Rosa, la puerta se abre luego de unos segundos pero nos llevamos la sorpresa de encontrarnos a una bella joven de unos 20 años más o menos de cabello rizado castaño y tez blanca, está prácticamente hundida dentro de las redes sociales que el celular posee y no se limita en levantar la mirada.
— Mack — la voz de Thiago trata de llamar la atención de la chica pero no hay respuesta de parte de ella. — ¡Mack! — se vuelve a escuchar la voz de mi esposo un poco más fuerte. — ¡MACKENZIE! — grita provocando que ambas saltemos del susto.
— ¡No grites, que quieres que te reciba con flores! — esta vez su mirada se eleva y puedo ver el color de sus ojos, tales como la familia, color verdes. — ¡o ya se, que te parece si te busco unos mariachis, idiota! — mis ojos se abren un poco al conocer la actitud de la chica, Mackenzie se va luego de notar mi presencia sin antes rodar sus ojos. Entramos a la casa de los padres de Thiago aun con desconcierto por la situación.
— ¿esa es su actitud? — me atrevo a preguntarle, el encoge sus hombros.
— Desde que tenía 11 años ha sido así, pero sabes una cosa — lo miro fijamente esperando una respuesta. — me recuerda a ti. — se mofa. — recuerdas cuando fui a pedirte ayuda por el calentador, ¡diablos, que carácter! — se ríe un poco.
— ¡vamos que esperabas!, un hombre semidesnudo con sus estúpidos comentarios narcisistas, no era algo con lo que quería lidiar — le hago saber con una sonrisa, él sonríe y caminamos directo hasta la sala encontrándonos con toda la colonia, no es exageración, ¿cuántos son?, me sorprendo al conocer la cantidad de integrantes, de inmediato la película de mi "pobre angelito", se apodera de mis pensamientos, en mi familia solo somos ocho, es curioso porque puedo jurar que hubiéramos sido más si mis abuelos no se les hubiera ocurrido solo tener un hijo, mi padre jamás tuvo un hermano y mi madre bueno, su única hermana es mi tía Karen.
— ¡Miren quien llegó familia! — escucho que gritan en cuanto nos ven asomarnos en la habitación. — ¡es el que ya tiene correa! — escucho otro comentario con otro estilo de voz, no tengo idea de quienes pueden ser pero estoy segura que son hombres. — ¡mira mamá, el tío Thiago trae a una princesa! — ese comentario si causó un pequeño estallido en mi corazón, una linda niña me acaba de decir que soy una princesa. — ¡no es una princesa, es una villana de cuentos! — arrugo mi frente de inmediato en cuanto escucho a uno de los pequeños niños hablar.
— ¡ya familia, cálmense! — habla Thiago elevando sus manos tratando de que todos se calmen, de inmediato todos hacen caso a las plegarias de Thiago. — bien, como saben..., me casé, sé que algunos no pudieron asistir a la boda y es por eso que agradezco a mi madre por organizar este almuerzo, para mí es importante que conozcan a mi esposa. — habla con firmeza, observó a los señores Armitt que están entre la familia. Sinceramente estoy un tanto intimidada por todas las miradas que están puestas en mí, me siento como una pequeña mariposa indefensa, estoy segura con Thiago y sé que está familia no me devorará, pero, es imposible no sentirme tan fuera de lugar o tan nerviosa. — Como algunos saben ella es Rebeca..., antes Moore ahora Armitt — aclara, logró sonrojarme un poco por sus palabras. — Ella es mi esposa — no tengo idea del porque esta actúa así y podría jurar que está nervioso pero no estoy segura de ello, en realidad no esperaba decir algo en esta presentación pero en cuanto el callo de repente, volteo mi cabeza para poder observarlo pero el de inmediato con su mirada me indicó que continuará.