Red de amor

Capituló 58

En unos cuantos minutos estoy por recibir a Lizzy en mi casa, se empeñó muchísimo en venir, me imagino que es acerca de la fiesta que se hará mañana, no estoy segura de eso, mientras ella llega estoy con Amy hablando un poco, ella está aconsejándome sobre algunas cosas sobre una madre primeriza, debo admitir que en mi memoria den estos momentos, el recuerdo de la señora Pops es más presente, todo esto, todo lo nuevo que me está pasando, es difícil de asimilar cuando ella no está, he avanzado en ese tema, he aceptado su muerte, pero aún no he aceptado que su asaltante siga por las calles gozando de una libertad que no merece, que tratado de que el caso no se cierre pero por desgracia este ya se cerró, no hubieron sospechosos y por más que investigaron a sus hijos, no hirvieron pruebas contundentes en su contra, ellos no estaban en este país. 

— no sabe lo emocionada que estoy porque ya haya un pequeño niño corriendo de un lado a otro — comenta con una sonrisa. 

— no tienes idea cuanto espero con ansias ese día, Amy — suspiro con una sonrisa.

— Puedo notar tanto la emoción del señor Armitt, ese joven es cada día más feliz con usted — confiesa, mis mejillas arden un poco al escucharla decir aquello, concuerdo con su pensar, aunque yo también soy cada día más feliz con el, sin duda nuestra felicidad está plena, la alegría de esperar a nuestro pequeño se vuelve cada vez menos. 

— Esa idea de convertirse en padre lo traía tan emocionado — confieso, asiente con su cabeza.

— Llego a molestarse — agrega, arrugo mi frente un poco. — No me vea así — musita entre risas. — el joven Armitt llegó a desahogarse conmigo, cuando ustedes tuvieron esa pelea. — menciona, agrando mis ojos un poco. 

— Si..., ese día llegó a molestarse mucho — digo recordando ese momento, en ese momento escuchamos como el timbre de la casa resuena por todo el ambiente. — Creo que esa es Lizzy — sonrío, ella sonríe pero en cuanto noto su intención de ir abrir la puerta, la detengo de inmediato. — No te preocupes, yo iré abrir — le regalo una última sonrisa y salgo de la habitación para dirigirme hasta la puerta, cuando tiró de la perrilla, observó a mi mejor amiga con su pequeña en brazos, ahora en vez de llevar una bolsa súper deslumbrante, lleva uña pañalera súper grande de color rosa. 

— ¡mírate! — exclama en cuanto me observa. — cada día te veo más hermosa con esa pequeña barriga — alaga, yo me encojo de hombros un poco sonrojada, hago un ademán para que ella pueda entrar pero antes le pido por favor que me deje cargar a la pequeña Taylor, ella con una sonrisa me la entrega con cierto cuidado, la pequeña esta despierta y empieza a jugar con sus pequeñas manos. 

— bien, ¿cómo te fue?, ¿niño o niña? — pregunta con curiosidad, nos acercamos hasta la sala de estar y tomamos asiento. 

— no te diré nada, se supone que esto es sorpresa. — le hago saber. 

— Claro, pero yo soy la que te ayudare a organizarlo — se señala así misma. — Necesito saber — eleva una ceja, tiene razón en ese sentido, pero, no creo que sea necesario, quiero que todo sea sorpresa, todo está listo para mañana, lo único que falta esperar es que las horas pasen pronto.

— lamento decepcionarte, Lizzy. Pero, todo está listo, me encargue de que todo esté preparado para mañana, quiero que sea sorpresa, en especial para ti — la señaló con mi dedo índice y regreso a observar a la pequeña que me sonríe.

— ¡eres una...! — elevó una ceja y le sonrió. — tramposa. — masculla, suelto una risita burlándome de su comportamiento. — No te diré nada, pero espero que me des crédito por la idea — alza una ceja mientras se cruza de brazos.

— sabes que si — ella rueda los ojos. 

— te odio y dame a mi bebe — suelto una carcajada y ella agarra a su pequeña con cuidado. — Lamento que ella sea tu madre pequeño bebe Armitt — ruedo los ojos y es su turno de reír, en ese momento logró escuchar el portazo de un auto, ¿es Thiago?, reviso rápidamente la hora, aún no es tiempo de que llegue a la casa, ¿quién será?, una mirada de confusión aparece en el rostro de Lizzy. — ¿qué ocurre? — cuestiona, pero antes de que pueda responder, observó como el entra por la puerta principal, con su espalda muy rígida y tensa a la vez, su rostro no refleja algo bueno, en lo absoluto, en cuanto se gira nos observa un poco sorprendido, mostrando que no tenía idea que ella iba a estar aquí. — ¿cómo estás Thiago? — pregunta Lizzy en forma de saludo, puedo notar como su pecho se hincha un poco dejando salir todo el aire de golpe.

— bien, disculpen por no quedarme pero..., tengo que subir. — sin más que decir se encamina hasta las gradas y sube rápidamente, arrugo un poco mi frente muy confundida ante su actitud, es obvio que algo tiene, ni siquiera se detuvo a saludar a la pequeña Taylor.

— yo..., creo que me voy. Espero es fiesta este tan genial como dice — musita mientras empieza a acomodarse la pañalera en su hombro. — te veo mañana, te quiero — se despide y deposita un beso en mi mejilla, me despido de ellas y las acompaño a la puerta, en el momento en que Lizzy sale de la casa, subo rápidamente hasta la habitación en busca de Thiago, me desilusiono de inmediato en cuanto no lo encuentro allí, camino hasta su pequeña oficina que tiene en casa, tengo mucha suerte ya que está allí, pero con una cara de pocos amigos, su vista esta fija en el suelo mientras en su mano está un vaso con whisky. 

Doy unos leves golpes en la puerta de madera, tratando de llamar su atención, en ese momento el eleva su rostro y me observa, una sonrisa fingida se logra dibujar en su rostro sin despegar sus labios. Entró con cierta cautela muy insegura si él quiere verme en estos momentos, ¿qué es lo que tiene?, ¿qué fue lo que ocurrió? 



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En el texto hay: novela romántica, amistad, novelacontemporanea

Editado: 12.09.2020

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