Red de identidades

Capítulo 6⚡

Agridulces.
 


 

We, este capítulo tiene contenido +18, pendiente :'v 
 


 

•••••
 


 

Jessica.
 


 


La presión en mi pecho me dificulta el poder respirar, las manos me tiemblan, la frente la tengo cubierta por una ligera capa de su sudor, cambio el peso de mi cuerpo de una pierna a otra constantemente. 
Tengo los claros signos de una persona nerviosa y yo estoy supremamente intranquila, pero vamos ¿quién no estaría en estado en mi lugar? Todos los chicos de mi tropa están igual o peor que yo.
 


 

Reparo al chico a mi lado, no me  sorprende su actitud, él a diferencia de todos está impasible, imperturbable con sus manos hundidas en los bolsillos y el mentón en alto.
 


 

Me resulta sexy ver como se le remarcan los cuadritos de su abdomen por debajo del suéter negro ajustado a su torso como una segunda piel. Siente mi mirada y ahogo un gemido cuando esos grises espectaculares me observan con picardía, me regala una sonrisa ladeada que se desvanece cuando el líder hace acto de presencia, no viene solo, su mano derecha también aparece.
 


 

El peso de la culpa recae en mis hombros otra vez con la mirada asesina que me dedica mi superior. Hacemos el debido saludo que consiste en bajar la cabeza como sumisa ante su amo, es una muestra de respeto a su cargo aunque yo realmente deteste mucho a este maldito anciano.
 


 

—Y bien, ¿quién será el valiente? 
 


 

Todos palidecen a excepción de Rick y yo. 
 


 

Aquí no hay discursos ni excusas que justifiquen la falta que supuestamente cometieron mis hombres, como capitán estoy en el deber de mostrar mi autoridad y por la falla de algunos de ellos mi vida está en riesgo justo ahora ¿cómo puedo aspirar un cargo superior si no puedo controlar a los inútiles que tengo atrás?
 


 

Comparto mirada con Rick, el segundo al mando después de mí. El asiente entendiendo la indirecta y da un paso atrás dejándome sola frente al líder. Apesar de estar muerta del miedo no lo demuestro, aquí no se anda con juegos y el más mínimo rastro de debilidad te puede costar la vida.
 


 

El líder me mira con asco, nada nuevo de su parte.
 


 

—Señor, yo...
 


 

Alza una mano demandando a que guarde silencio. Aprieto mis labios para contener que salga un "viejo come mierda, maldito adefesio prehistórico" de mi parte.
 


 

Se pasea por la sala evaluando a mis hombres de arriba abajo, se detiene frente a Rick y este no se deja intimidar, se endereza y no baja su gris mirada.
 


 

—Posicionate al lado de la perra pelirroja —le ordena y por mi parte me contengo clavandome las uñas en las palmas.
 


 

Rick lo hace y una vez a mi lado el líder se sienta frente a su escritorio. Detrás de él se queda parada la perra lame botas que se dice llamar mano derecha del líder.
 


 

—Ahora sí maldita, habla.
 


 

<<Maldita tu abuela, desgraciado>>
 


 

—Señor, tengo entendido que exigió reunirse conmigo junto con mis hombres.
 


 

—Eso es correcto.
 


 

—¿Se puede saber el por qué?
 


 

Toma una respiración exagerada, como si le cansara y molestara mi presencia.
 


 

—Verás querida, los imbeciles que tienes como hombres han incumplido una de las normas más importantes de este clan.
 


 

Frunzo el ceño por sus palabras pero borro el gesto para no hacerle ver mi desconcierto aunque ya lo sepa.
 


 

—No estaba enterada señor —miento.
 


 

—Por supuesto que no, ¿sabes por qué? 
 


 

Niego aunque ya sé lo que se viene.
 


 

—¡Porque eres una inútil, por eso! —grita y la mujer detrás de él pega un brinco.
 


 

No me inmuto, estoy más que acostumbrada a soportar este tipo de tratos. 
 


 

El líder me aniquila con los ojos pero yo mantengo mi seriedad.
 


 

—¡¿No dirás nada?!
 


 

—Desde luego señor.
 


 

—¡Pues habla!
 


 

Respiro hondo antes de soltarlo.
 


 

—Me parece que esto no es más que un mal entendido, entreno a mis hombres lo suficientemente bien como para poner en duda sus habilidades, la disciplina es algo que le inculco a todos los novatos en el primer día y si no me cree entonces vaya a su oficina y hable con los jefes superiores para que vea que no hablo en vano.
 


 

Tensa la mandíbula, se para de golpe tumbando la silla tras él.
 


 

—¿Estás segura de lo que alegas? —inquiere achicando sus ojos.
 


 

—Muy segura.
 


 

Sonríe con malicia dando una mala señal, ojalá no haya defendido a estos inútiles por nada.
 


 

—Traiganlos —Le ordena a los hombres en la puerta. 
 


 

El desconcierto me abarca cuando las palabras salen de su boca ¿a quién van a traer?, me encuentro respondiendo mi pregunta cuando los hombres de antes vuelven con lo que parecen cuerpos envueltos en sábanas negras.
 


 

Mi estómago se contrae, y la cena amenaza con devolverse cuando desenvuelven los cuerpos, son cuatro personas en total. Cuatro malditos cuerpos inconscientes que reconozco.
 


 

<<Ya valímos verga>>
 



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En el texto hay: accion, contenido +18, humornegro

Editado: 22.09.2020

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