Red: Él

Capítulo 22.

Conducir un nuevo Maserati

El día de la obra y subasta llegó.

Veía a todos corriendo apurados porque querían que todo saliera perfecto. Estaba detrás del telón viendo a las personas acomodarse para ver la obra cuando me pidieron ayudar en la subasta, entonces me puse ansioso porque quería quedarme a supervisar mi plan.

—Oye —Ian me habló poniendo su mano en mi hombro—. Descuida, el plan funcionará.

Ojalá hubiera podido ser amigo de Ian O´Donnell mucho antes, era un gran sujeto y entendí porque Allena lo conservó como amigo incluso después de su ruptura. Quizá de habernos conocido de otra forma, hubiera sido mi amigo en lugar de Marcus.

—Gracias, Ian. —Sonreí y extendí mi mano para estrechársela—. Si las cosas se hubieran dado de otra forma…

—Sí, tal vez.

Me sonrió y estrechó mi mano.

—Gracias por amar a Allena.

—Gracias por haberla amado antes.

Me asintió y luego con un palmada en la espalda se despidió de mí para ir a terminar de arreglarse el vestuario. Dándome la vuelta para ver a donde iría, me di cuenta de que Allena nos había estado viendo y sonrió ladeando su cabeza.

— ¿Ahora Ian y tú son amigos? Eso es interesante —comentó jocosa—, ¿cuándo inició esto?

—Me conquistaron sus poemas al aire o tal vez fue su enorme y afilada espada que carga en ese ajustado traje —bromeé de la forma más pícara posible.

Allena volteó a mirarme con sus brillosos ojos marrones y le sonreí, ella se contuvo la risa y mi corazón empezó a latir con más fuerza.

— ¿Lista para su gran noche, señorita americana? —Le ofrecí mi brazo.

—Eliam… aún es de día —susurró y agregó—: y no sé si ganaré el concurso o si comprarán mi pintura.

—Creí que estábamos siendo positivos. —Entrecerré un ojo viéndola—. Estoy seguro de que pasarán cosas geniales hoy.

Tomó mi brazo y reviró sus ojos con gracia antes de irnos a la subasta que estaba por comenzar. Recibimos y guiamos a los interesados al evento, luego el director hizo su presentación y dio a conocer a los miembros del departamento de artes así como a algunos invitados reconocidos «invitados importantes de mi futura madrastra Blanca».

— ¿Ya me dirás cuál es tu pintura? —Le susurré al oído detrás suyo y se volteó tomándome por sorpresa.

— ¿Tan poco me conoces? —Susurró burlándose de mí hasta con su mirada.

— ¡Chicos! —Blanca se nos acercó y ambos carraspeamos—. ¿Están emocionados? Vino bastante gente, ¿cómo lo hicieron?

—Un amigo nuevo que hice es creador de contenido de arte en redes sociales…

Se refería a “ese” amigo, ¿cómo era que se llamaba? Me daban ganas de vomitar de tan solo pensar que podían tener algo.

—Por cierto, muchas felicidades, señorita Blanca —comentó y vi a Blanca sonreírle—. Apuesto que será una boda muy linda.

—Eso espero, gracias, Allena.

Ver que Blanca y Allena se llevaban tan bien me hacía sentir algo raro, me hacía pensar en mi madre y en lo mucho que le hubiera agradado Allena así como a Blanca en ese momento. Hubiera sido lindo tenerlas en mi vida.

Fuimos a esperar a que anunciaran a los ganadores del concurso. Estaba parado junto a Allena y ella no se daba cuenta, pero aunque su voz no expresara lo que sentía, su mirada sí, estaba nerviosa y quería ganar.

—No sabía que te importaba mucho ganar —le dije en bajo.

—Honestamente, yo tampoco lo supe hasta ahora —confesó viendo al jurado—. No me hice expectativas porque no espero ganar, pero estando aquí ahora…

Tomé su mano y vi como bajó su mirada hacia nuestras manos, pensé que se soltaría, pero dobló sus dedos para tomar mi mano. Eso me hizo sonreír un poco.

—Está bien querer ganar, sobre todo si es algo que te apasiona y por lo que te esforzaste.

Cuando nombraron al primer lugar del concurso, mi mano fue apretada y quise gritar de emoción, pero al voltear a verla, ella estaba paralizada.

—Allena, ganaste, ¡ganaste!

Me miró perpleja, no podía creerse la ganadora, pero lo era y cuando se dio cuenta de eso fue sonriendo poco a poco hasta que lo esbozó una enorme sonrisa y me rodeó con sus brazos por el cuello.

La subasta iba a empezar igual que la obra así que tuvimos que irnos. Blanca me habló en secreto para decirme que el director de la academia estaba allí y se vio interesado en la pintura de Allena, oír eso me dio esperanzas de que lo lograríamos.

Llegando atrás del telón, Emily me jaló del brazo para mostrarme la caja de pastelillos “radioactivos” que nos ayudaría a conseguirle el estelar a Allena.

—Hora del show —susurré jocoso y ella me vio nerviosa—. ¡Atención! Para agradecer el duro esfuerzo de todos, Emily ha hecho pastelillos para todos.

Emily repartió los buenos al resto mientras yo me acercaba con los peligrosos a Melanie. Ella me vio con cara de pocos amigos y rechazó el pastelillo, así que tuve que actuar rápido.

— ¿Podemos hablar un momento? —Me sentí un poco culpable, debía admitir.

Nos alejamos un poco del resto para hablar, en el camino le insiste tomar el pastelillo y ella aceptó de mala gana, tras una probada aceptó de mejor humor comer.

—Quería ofrecerte una gran disculpa, Melanie —expresé sincero—. Te la debía hace mucho, siento haberme tardado.

—Vaya, que considerado en preocuparte por mis sentimientos ahora, pero ya es tarde, Eliam, el daño ya está hecho.

—Lo sé y me sentiré mal siempre por lastimarte, pero créeme que jamás fue mi intención herirte, de verdad quise que funcionara. Solo que las cosas no salieron bien, estaba confundido…

— ¿Y eso es excusa para haberme engañado? ¡Me crees una tonta!

—No, para nada. Melanie, jamás te engañé, todo lo que te dije, mis acciones, las veces en que salimos y nos divertirnos, cuando me apoyaste y te agradecí, los abrazos que nos dimos, todo fue verdad —admití desesperado por su perdón—. Y te quiero, de verdad lo hago, fuiste importante para mí, es solo que no te amé como debía y ese fue mi error contigo, fuiste demasiado buena para mí y no debí empezar algo contigo si mis pensamientos seguían siendo para alguien más.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.