Red: Ella

Capítulo 7.

Amarlo es como intentar cambiar de opinión

Una semana, eso es todo lo que ha pasado desde mi ruptura con Ian, cuando creí que se daría por vencido fue cuando más siguió intentando.

Al llegar a la escuela lo vi bajando de la camioneta de su papá, cuando me vio intentó ir hacia mí, pero me metí a la escuela casi como si huyera «esto es vergonzoso», en la entrada me topé con la espalda fornida de un rubio alto.

— ¡Allena! —La voz de Ian me hizo voltear al instante, pero no fue el único— ¿podemos hablar? Solo esta vez y prometo no molestar de nuevo.

Mi cara contestaba su pregunta, pero la suya seguía insistiendo.

— ¿Podrías hablar con ella luego? Tenemos un trabajo que entregar —respondió la voz ronca de Eliam atrás de mi—, andando —me tomó del brazo y me llevó con él.

Estaba agradecida, pero a la vez confundida, su actitud no parecía la misma de siempre, era menos relajada y bromista, al contrario, parecía molesto por algo ¿acaso se molestó que lo empujé al chocarme? No puede quejarse, él me tiró un batido.

Estábamos pasando por las escaleras que atravesaba al edificio A.

—Ya puedes soltarme —comenté indiferente. Eliam soltó mi brazo y siguió caminando.

—Ya me debes dos —alzó su voz cuando dio la vuelta en dirección de nuestro edificio.

Que egocéntrico, nunca le pedí nada.

Seguí caminando detrás de él, si fuésemos de distintos grupos seguramente creería que lo estoy siguiendo. Cuando llegamos al salón el pecoso se sentó en la fila a lado de la mía, aunque mi asiento estaba más enfrente.

— How was your weekend? —saludó la maestra de ingles cuando entró.

Como era costumbre nadie le respondió, aún no se poque sigue haciendo eso si nadie responde.

— Make pairs, today we will see comparison of accents.

Este tema si me interesa y aunque suene algo rudo, necesito a alguien que si sea bueno en inglés como… ¡Ethan!

—E… —me quedé a medias cuando Dorian lo escogió.

Volteé hacia Emily, pero ella ya tenía a alguien, seguí caminando entre mi fila y la de al lado esperando ver a alguien solo, en este punto ya no importaba quien fuera.

Eso te pasa por exigente.

No debí ser tan exigente, diablos ¿por qué esto se siente como un deja vú?

Debo encontrar a alguien pronto, o esta vez sí trabajaré sola…en parejas siempre sobra uno de la clase, estoy jodida porque a los únicos que les hablo ya tienen compañero, al resto no los conozco siquiera.

“Hey Eliam ¿ya tienes compañero?”

No puedo creerlo, esto si es un jodido deja vú.

Fui de prisa hacia su asiento y me recargué sobre él con mi mano, mordí mi labio inferior y ladeé mi cabeza, no sabía cómo hice para caminar hasta ahí, en otras circunstancias no hubiera sido tan exigente y hubiese trabajado con el chico a lado mío antes de que se fuera con su amigo de lentes.

—Ah…si, lo siento —le respondió al moreno que le había hablado—. Es raro que estes aquí, creí que me odiabas —bromeó entrecerrando sus ojos.

—No conozco a todos —mascullé mirando hacia otro lado.

—Si hubieses dicho algo como “quería que fueras mi compañero” me sentiría alagado —expresó picaro—, pero fui algo así como tu última opción y eso Allena hiere mi ego.

Su tono y gestos mostraban que se sentía ofendido, pero sabía que estaba bromeando porque se le notaba en los iris pardos que tiene en esos ojos almendrados que me veían fijo.

—Tú y yo sabemos que somos algo así como…archienemigos —le dije enfatizando con jocosidad.

¿Estaba siendo jocosa con él? Hasta donde he caído.

Eliam soltó una carcajada haciendo que se doblara hacia adelante y se cubriera la nariz por alguna razón.

— ¿Algo así como Batman y Catwoman? —Dijo cuando controló su risa.

—Si…pero sin la parte del romanticismo toxico —me sonreí de un lado sintiéndome orgullosa.

— ¿Estás segura de eso?

—Muy segura —volví mi voz un poco más seria.

Empezamos a trabajar con la actividad. Teníamos que leer algunos textos en los dos distintos acentos que estábamos viendo, americano y británico.

— ¿Te gusta? —Interrumpió sin aviso. Alcé mi vista si entender— El idioma ¿te gusta? Veo que lo entiendes rápido.

—Eh…si ¿a ti no? —Donde diga algo ofensivo…

—Si, es mi idioma favorito.

El mío también.

—Qué raro, normalmente a nadie le gusta —reviré mis ojos hacia a un lado—. ¿Qué acento prefieres?

—El americano, por supuesto —expresó como si fuese algo obvio de esperarse—, por tu cara supongo que prefieres británico, pero qué crees…eres toda una señorita americana.

— ¿Eso que diablos significa? —Protesté ofendida.

—Lo sabrás cuando conozcas a una —contestó recargándose en su asiento.

—Y tú un chico de Londres —fruncí mi entrecejo al responderle.

— ¿Se supone que sepa que quisiste decir? —Me vio con burla.

—No, pero lo sabrás cuando conozcas a uno —me sonreí jocosa haciéndolo tragar sus propias palabras.




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