Capítulo 10

Charlas de un café
Angelic
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Tome un trago del café que tenía entre mis manos. Los temblores de mi cuerpo a causa del frío cesaron. Demian me hizo venir hasta este café para que me calmara y no fuera como una loca a casa. Supongo que me va a querer sicoanalizar él es un psicólogo.

– ¿Estás mejor? – ni siquiera elevó la vista de su café como si este fuera lo más interesante del mundo.

– si estoy bien sólo tuve una pequeña crisis es todo a veces me pasa, Steven es un padre muy exigente. Ahora entiendo por qué mamá se alejó de él – comencé a revolver aquel café intentando que no volviera a tener un ataque de ansiedad. Steven no es un mal padre solo ejerce su paternidad tal cual él fue criado. Yo no me acoplo a esa paternidad mi padre John siempre fue sumamente cariñoso conmigo y ni hablar mi madre. Pero Steven apenas lo conocí hace algunos años aun no nos acoplábamos el uno al otro, jamás pude sentirme cómoda cuando en la academia me estaban torturando y Steven lo permitía. Maggie intentaba justificarlo diciéndome que Steven no tuvo una infancia muy feliz su padre fue, peor de exigente que el debía entender. Sabía que Maggie tenía razón pero que ahí de las torturas que sufrí allí por ser una novata y no saber casi nada de las Red Hood.

– no voy a analizarte si es lo que piensas solo te escuchare como tu…. – se quedó callado revolviendo su café como si fuera lo más interesante del mundo. Le costaba decir una simple palabra que hace mucho debió acostumbrarse a usar ¨hermano¨ es lo que somos y jamás debió cambiar eso.

– si quieres escucharme te diré que me pasa tengo miedo Demian, miedo de convertirme en líder de las cazadoras. No me siento lista para una responsabilidad así yo no nací para ocupar ese puesto en cambio Winter parece querer llegar a ese puesto con tanto desespero. – me abrí con Demian con respecto a mis miedos lo que me tenía tan preocupada por encima de todo. Nuevas lagrimas amenazan con salir y tuve que tapar mi rostro con mis manos para no volver a llorar. La llamada con mi padre resulto ser en todo un desastre comenzamos a discutir porque olvide ir a verlo y el comento que parecía que algo extraño pasaba en casa de mi prometido. El miedo que mi padre descubra que no solo están los hombres lobos rondado el planeta, sino que también existen los Valius y los Vampiros provocaría un caos. La ansiedad se apodero de mi cuerpo causando que salga corriendo de casa de Alec y correr con los pulmones exigiendo aire en ellos.

– si tanto miedo tienes ¿por qué no se lo dices a tu papá? – decirlo suena tan fácil, pero hacerlo ya es complicado. Mi papá siente culpa por no haber estado ausente por dieciocho años de mi vida, yo solo quería que él no se sintiera así por eso no le mostraba todas las cosas horribles que pase dentro de la academia. Se veía tan contento cuando me veía con el uniforme pesto que no me animaba a decirle que a esa academia quería incendiarla en llamas y luego demolerla hasta no dejar un ladrillo sano.

– porque su sueño es que su hija quede a cargo de lo que hoy en día maneja su esposa y en otras épocas manejo nuestra madre – dentro de la academia descubrí que mi madre fue una de las mejores cazadoras que tuvo el clan, pero al quedar embarazada no volvió a pisar otra misión. Dejando todo en manos de Maggie la que en ese entonces era su mejor cazadora. Cuando descubrí eso quedé en estado de shock como por media hora y por más que Marcus, Luke y Ben intentaran no pudieron ayudarme. Recordando a mis tres idiotas favoritos tengo que llamarlos para contarles la noticia ellos deben venir al anuncio de mi compromiso.

– pero tiene dos hijas tú y Winter – volteo a verlo regresando a la cafetería y dejando mis pensamientos de lado. En eso tenía razón, pero para que Winter se vuelva una líder aún faltan por lo menos diez años. – recuerda que no debemos vivir el sueño de nuestros padres – el tomo un sorbo de su café contemplando las luces del establecimiento. Su razonamiento me dejo con demasiadas cosas que pensar y ahora mismo debía hablar con mi padre Steven.

– gracias por la charla – saque un par de billetes algo arrugados y mojados del bolsillo de mi vestido dejándolo sobre la mesa. – pero tengo que hablar con mi progenitor dile a mamá que no me espere para la cena – me fui corriendo de ese sitio dejando a Demian algo desconcertado por mi repentina fuga. No me importo eso ahora en lo más mínimo tan solo quería ir a decirle ahora a mi padre que no sería la líder de las cazadoras.

Corrí por las calles de la ciudad intentando alejarme de todo rastro de civilización hasta que llegué a mi casa donde ni siquiera entre. Metiéndome por el costado corrí hacia el fondo donde lobos estaban aullando, pero restándoles importancia seguí mi camino. Hasta que las luces de las casas aparecieron delante de mis ojos una sonrisa de satisfacción adorno mi rostro. Este en definitiva no era mi día porque dos vampiros me interceptaron antes de poner un pie dentro del condominio.

– por los colmillos de Drácula mira lo que ha venido hacia nosotros – rodé los ojos enserio estos tontos piensan que me podrán hacer daño.