Red Hood

Capítulo 16

Gestos de amor
Angelic
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Me mantuve escondida en su pecho durante un largo rato, inundándome en su perfume dejando que su calor corporal me abrigara. Si estaba bien o mal lo que estaba haciendo ya no me importa porque esto se siente bien. Suaves caricias frotan mi espalda dándome cálidos gestos de amor los cuales extrañaba con cada parte de mi alma. Tenues rastros de lágrimas mojaron su camisa antes limpia, se supone que nuestro final fue hace mucho tiempo… pero esto duele como si lo estuviera viviendo de nuevo quizá pueda asegurar que duele aún más.

– siempre serás mi pequeña ángel – beso mi cabeza sin dejar de abrasarme y ese gesto solo hizo que llorara aún más fuerte. El beso que me di con Carter siendo aún la novia de Demian ese error que me llevo a descubrir al chico que amaba con otra.

– yo no puedo ser un ángel cuando te traicioné con otro y pretendí que tu no me hicieras lo mismo. Soy una hipócrita –. Me aleje de sus brazos, de su calor provocando que mi cuerpo se estremezca ante el frio.

– te perdone Angelic ambos éramos jóvenes inmaduros no podríamos haber llevado una relación a distancia, mucho menos si tu instinto quiere asesinarme te sentías sola te entiendo – escuche sus pasos acercándose, pero no me aleje quería volver a estar en sus brazos escondiéndome queriendo que todo esto fuera un mal sueño y despertar en nuestro apartamento de Boston donde las cosas eran más fáciles.

– por favor no me analices psicológicamente me siento patética cuando me hablas siendo tan maduro, me haces sentir más pequeña de lo que ya soy a tu lado – escuche su risa ronca al tiempo que sentía como su pecho vibraba, no sabía cuánto había extrañado su risa hasta este momento.

– no te analizare lo prometo – lentamente me aleje de el para verlo a los ojos algo en ellos parecía ser diferente y la energía del ambiente había cambiado. Sentía que estábamos flotando entre nubes y toda la paz del mundo nos abrigara. No existe el miedo, el dolor es un simple recuerdo del ayer y las heridas de nuestros corazones parecen haberse curado sin dejar una fea cicatriz. Estamos solos Demian y yo, escuchando la música rítmica que nuestras almas cantan al compás de un leve susurro del viento.

– ¿siempre será difícil verte? – esa burbuja que nos estaba envolviendo se rompió cuando pronuncie esas palabras. Mi vista se empaño nuevamente por las lágrimas y un leve jadeo de llanto salió de mi boca, pero la cubrí con mi mano.

– no lo sé pequeña, pensé que solo a mí me paso esa conexión especial – su mano acaricio mi mejilla por donde un mar de lágrimas estaba corriendo. Demian es mi mayor debilidad más incluso que Carter, tarde me di cuenta que mi primer y único amor siempre pertenecerá a Demian jamás fue de ningún otro chico.

Aullidos comenzaron a escucharse de lo más profundo del bosque y no eran de lobos comunes sino de hombres lobo. Todos los huesos de mi cuerpo se estremecieron y secando mis lágrimas mire a Demian que olfateaba el ambiente. De forma rápida me coloco atrás suyo gruñendo en un punto donde no lograba ver nada, pero el aroma no era a lobo. Se podría decir que estaba oliendo a sangre humana, abrí mi abrigo para sacar dos dagas de debajo de mi falda siempre ando preparada para situaciones peligrosas. Lo aprendí la vez que me secuestro Leo Haider, desde entonces siempre tengo mis dagas de plata.

– debemos irnos ahora – Demian se transformó en un lobo gigante y me indico con su cabeza que me montara en su lomo. Él se agacho dejándome subir y en cuanto estuve segura el comenzó a correr por el bosque, aullando de momentos. Mi corazón estaba acelerado, pero me mantenía aferrada al suave pelaje de Demian. Hasta que llegamos a un lugar donde corre un rio, allí había un grupo de Valius comiéndose a unos campistas. Por eso había olido sangre humana estos monstruos se estaban comiendo a estos jóvenes no podíamos salvarlos ya todos estaban muertos, pero si podemos hacer justicia por sus vidas y salvar más personas. Demian volvió a aullar, pero con más fuerza podría decir que se escuchó en cada rincón del bosque. En se agacho para que yo me bajara y con su cabeza me empujo para que me fuera del lugar. Negué repetidas veces yo soy una cazadora se defenderme y pelear con un Valiu no es tan distinto de hacerlo de un lobo, siempre debes procurar salir sin ningún rasguño.

Los Valius gruñeron ante nuestra presencia, dejaron de comerse los cadáveres y con sus bocas llenas de sangre nos gruñeron de forma amenazante. Me posicione alado de Demian que les devolvía el gruñido sin apartar su vista de ellos. Uno de los monstruos camino al frente y se transformó en un humano, de su fino traje negro saco un pañuelo blanco que uso para limpiar su boca.




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