Red Hood

Capítulo 25

No quiero herirte
Demian

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Angelic acomoda las orquídeas en el florero de la mesa, dando unos pasos hacia atrás verifica que todo se ve como a Bailey le fascina. Resoplando un mechón que cayó sobre su rostro se la ve algo cansada un poco pálida, pero se lo atribuyó a que todavía no almorzó. Girando sobre sus talones me miro con esos azules ojos como el mar, dándome una sonrisa franca aclaró su garganta para hablar.

- ¿quieres ir a almorzar? - preguntó dando un paso hacia mí, pero se detuvo en mitad de un segundo pasó cuando su celular sonó. Revisando su notificación sonrió guardando el celular reanudó su camino tomándome del brazo para llevarme. - Alec me escribió ya viene en camino con Bailey - desde que comenzamos a trabajar juntos en esto pudimos volver a tener esa relación normal sin que nos evitemos como si nos odiáramos.

- ¿crees que le gustará? - tenía mis ciertas dudas con el lugar de la propuesta en ese mismo sitio no hubo solamente peleas y besos. También hubo llantos amargos tomados de la mano por rupturas bastante feas.

- les parecerá perfecto ellos lucharon por estar juntos a pesar de que todo conspiraba con separarlos. Son más maduros de lo que nosotros fuimos en nuestra relación forjaron la confianza y el escuchar al otro. Bailey es mi amiga y a pesar de que le gustan las cosas bonitas sé que si Alec le pide en un carro de salchichas que ella sea su esposa a Bai le parecería perfecto. Porque es Alec quién se lo propone el hombre que ama con cada molécula de su ser. - un brillo especial apareció en su mirada apartando su mechón de cabello que cayó sobre su rostro.

- no estábamos preparados para todo lo que íbamos a tener que enfrentar en ese momento por esa misma razón la luna en los festivales jamás revelo que tú eras mi mate. De todas formas, tienes razón en que Alec y Bailey se merecen el uno al otro ellos pelearon por estar juntos - suspiro alejándome un poco de Angelic pata transformarme en mi forma lobuna. Agachándome delante de ella se sube a mi lomo inclinándose hacia adelante para susurrarme al oído.

- y ahora ¿estamos preparados o seguimos siendo dos inmaduros que todavía sienten cosas por el otro teniendo miedo de admitirlo? - su pregunta me dejo que pensar estando algunos minutos estático hasta que ella dio suaves palmaditas en mi cabeza indicando que comience a correr. Esquivando arboles animales y otros lobos que se unieron a mi carrera llegamos a la casa donde las cosas se veían muy tranquilas.

Dejando que Angelic se baje de mi lomo me transformo en humano caminado detrás de ella, pero noto como si alguien me estuviera observando desde la lejanía. Desde hace muchos días tengo esa sensación que creo es solo eso una sensación algo que está en mi mente. No percibo ningún olor extraño ni familiar por lo que descarto que alguien me esté siguiendo.

Choco contra la espalda de Angelic logrando que avanzara un paso más por la fuerza del impacto, pero ignorando eso agudizo mis oídos escuchando los incesantes ladridos de Duque desde el piso de arriba. Angelic me impide el paso con su brazo indicándome que guarde silencio y que solo escuche, los ladridos de Duque persistían hasta que un gruñido seguido del azote de una puerta se oyó. Por instinto me posiciono delante de Angelic para protegerla de lo que se está moviendo dentro de la casa, olfateando el ambiente huelo a un Valiu, pero también percibo el aroma de mi madre.

Mire a Angelic un minuto viendo que ella había percibido lo mismo que yo con un ligero asentimiento de cabeza comenzamos a caminar con sigilo de no sorprender al monstruo que este dentro de la casa. Entrando primero en la casa huelo el ambiente y no percibo sangre lo que indica que debemos actuar rápido antes de que esa cosa muerda a mi madre o a Duque. Angelic detrás de mí se quita los zapatos comenzando a caminar descalza, pero de puntitas intentando hacer el menor ruido posible. Subiendo las escaleras noto en las manos de la castaña dos navajas que denotan ser demasiado afiladas y en su mango puedo notar el apellido de soltera de mi madre Loodgood.

No pude seguir admirando las navajas por que al llegar al final de las escaleras vimos a un enorme Valiu, sucio manchado de sangre seca y con una mirada que no demostraba la más mínima humanidad en sus ojos. La casa de mis padres debió volverse un parque de atracciones para monstruos porque desde que Angelic se enteró de mi secreto no han dejado de aparecer monstruos en esta casa.

- comida - logro entender entre los gruñidos del monstruo que intenta decir palabras coherentes que no logran entenderse del todo. El monstruo dio unos pasos hacia el frente dejando de lado la puerta que minutos antes había intentado abrir. Del otro lado se escucha como ladra Duque con mucha rabia queriendo atacar al monstruo que había irrumpido en la casa. Sin decirnos más nada comenzó acorrer en nuestra dirección y poniéndome delante de Angelic deje salir mío lobo interno para atacar al monstruo. Mordiendo directo en su cuello, pero con su fuerza me logro tirar contra una pared logrando que volviera a mi estado humano.

El Valiu continuaba de pie gruñendo hacia Angelic que se preparó para enfrentar a la creatura, intenté levantarme, pero no fui yo el que termino por rematar a ese monstruo. Angelic si logro apuñalar su corazón, pero alguien más fue la que lo decapito con un movimiento limpio pero certero. Una cabeza rodó por las escaleras al tiempo que Angelic lanzaba hacia el suelo el cuerpo sin vida de ese Valiu. Quintando su navaja del cuerpo la limpio con su ropa mirando a la salvadora del día.




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