Red S.O.S

CAPÍTULO 3

Casa de Héctor... una semana antes.

 

Una tarde nublada acechaba a los habitantes de la enorme casa de la familia Logan Torres situada a las afueras de la ciudad, ambos chicos se encontraban tirados en el patio exorbitante lleno de árboles y hojas secas que cubría el lugar. Había un olor fuerte a humedad, madera, césped y a cloro de piscina.

Héctor charlaba tranquilamente mientras que Cáliz paseaba las palmas de sus manos inquietas por el césped, distraída.

-¿Alguna vez piensas en prestarme atención? -protestaba el chico.

-Lo siento estoy desconcertada, es decir ¿por qué el director nos guardaría un secreto tan grande?

-Es un tipo raro, no es de fiar ¿Qué fue lo que te dijo Iz esta vez? -se sentó para observar a Cáliz desde un mejor ángulo.

-Si te explico no me vas a creer -le miró desafiante.

-¿A no? ¿y a quién más se lo contarás? -arqueó una ceja con altanería.

-Esta bien, tu ganas idiota -se sentó ella también.

-Hay agentes del gobierno buscando al director, a nuestro director, salió publicado en la web del periódico escolar de hace tres días, nadie sabe quién lo publicó aún. Iz sospecha de que la razón de que le busquen se encuentra en un aparato dentro de la institución, pero no sabe en cual, y yo si -indicó orgullosa de sí misma.

-¿Ajá? continua -dijo Hec moviendo su mano en señal de aprobación.

-¿Recuerdas ésa vieja máquina en su despacho?

-Mmm ¿la máquina de escribir?

-No, el computador.

-Ahhhh, la aparentemente primera pc de la historia. Si ¿qué pasa con ella?

-La tarjeta... es decir la placa madre, ¿recuerdas cuando en clases de computación la desarmé?

-Seep. En ésa clase Marta intentó besarme.

-Pues, ése día el dispositivo quedó fuera de servicio. El director aisló la computadora y despidió a la profesora cuando supo que la desarmé yo.

-Aún lo recuerdo, fue hace una semana.

-La placa no es más que un disco duro disfrazado, Héc.

-¿A qué te refieres?

-Soldaron una placa madre alrededor del disco para ocultar algo. Reconozco una placa como esa y ni siquiera siendo del año 1800 sería tan gruesa y además, el procesador de la misma no contenía un disco duro.

-¿Y qué vamos a hacer, enana?

-Quiero recuperarla, Héc.

-Buff, si te sigo haciendo caso terminaré muerto.

-¡No seas tonto! Hay que crear un buen plan.

Se quedó pensando durante unos segundos:

¿Le sigo la corriente o me tiro de un puente para que no me fastidie?.

Nah, creo que mejor le sigo la corriente.

 

-Mmm entonces le diré a mi madre que valla preparando la cena para dos adolescentes suicidas que quieren burlarse de la Deep web y del gobierno.

 

Cálizo abrazó a su amigo y le besó la mejilla con más fuerza delo normal.

-¡Por eso eres el mejor!

 

 

 



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En el texto hay: juvenil, homicidios, leyendas

Editado: 28.08.2018

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