Celos
Thiago estaba furioso, no entendía lo que estaba pasando, no entendía lo que había visto.
Esa mujer que tanto problema había causado para evitar al imbécil de Luna, acaba de subir al auto con él y luego fueron a su departamento.
¡A SU DEPARTAMENTO!
Su cabeza no dejaba de imaginarla, de verla en brazos de idiota, de verla a ella subiendo a su auto.
Se tomó la cabeza y se apretó con fuerza el cabello, ella le gusta joder y ella se habia ido con su peor enemigo.
Tomo el cuadro que había traído con él y deseo poder destruirlo, romperlo y quemarlo, pero su teléfono comenzó a sonar y se detuvo.
―Diga. ―contestó sin molestarse en ver de quien se trataba, estaba tan furioso que podría ser su jefe y le valía una mierda.
―Veo que no estas de humor para hablar. ―comentó una voces que conocía muy bien.
Se tomó el puente de la nariz con dos dedos y respiró profunda.
―Yo lo lamento. ―respiró de nuevo. ―No ha sido un buen día.
―Se nota. ―podía escuchar la sonrisa en la voz de ella. ―¿Todo esta bien?
―Si, yo... ―no sabia si debía decirle esto a ella. ―Espera no es muy tarde para que llames. ―miró la hora, ella nunca llamaba a esta hora. ―¿Esta todo bien?
―Sí. ―escucho el sonido de una puerta. ―Nick ha salido hoy a una cena de negocios y me he quedado en casa. ―explicó. ―Así que es seguro hablar.
―Yo no he logrado...
―Thiago. ―lo corto ella. ―Tú no estas bien, quiero saber que está pasando.
―No está pasando nada.
―Esta bien, entonces supongo que voy a cortar esta llamada para llamar a la aerolínea y comprar un boleto de avión para ir a verte y...
―No tienes que hacer eso. ―interrumpió. ―Yo... mierda. ―soltó el aire. ―Me gusta una chica. ―soltó y lanzó una patada en el aire molesto por tener que decirlo.
El silencio al otro lado de la línea lo preocupó. ―¿Bueno?
―Espera esto era importante y literalmente he tenido que venir a meterme a la bañera para poder hablar con tranquilidad. ―Thiago así sonrió de imaginar a Azul metida en su bañera con el teléfono en su oído. ―¡¿Cómo es que te gusta alguien?! ―la voz de ella no dejaba duda a la emoción. ―Y justo ahora quiero todo los estupidos detalles sobre esto, por qué no he venido a esconderme aquí solo para que te quedes callado. ―Thiago se sentó en el sillón de su sala. ―Por que esto es importante, de otro modo no te hubiera costado tanto decírmelo, sin mencionar que tu nunca hablas de tus conquistas. ¡Vamos dame detalles!
Solto el aire, no sabia por qué estaba haciendo eso, o quizás si lo sabia, él quería hablar de esto con alguien, quería que alguien lo escuchara.
―No es importante.
―¡¿Bromeas?! ―ella hablo alto. ―solo déjate de niñerías y dime toda la verdad o en serio me subiré a ese avión y estaré en tu puerta mañana por la mañana.
No tenia opción lo sabia, además él quería hablarlo con alguien y quien mejor que esta mujer que era más que una amiga para él.
―Recuerdas que te hablé del retrato de mi madre.
―Sí, lo hizo una mujer que... ―Azul hizo un chillido de emoción muy agudo que hizo a Thiago alejar un poco el teléfono de su oreja. ―Te gusta la pintora. ―él casi podría imaginarla haciendo un bailecito en la bañera.
―Sí. ―soltó y se dejó caer, hundiéndose en el sillón y sus cojines.
―¡Dios! ―Azul sonreía lo podía oír en su voz. ―Yo necesito conocerla y...
―Pues antes de que compres ese boleto de avión y hagas una cita para un retrato, déjame decirte que no importa que sienta yo, nada va suceder entre nosotros.
―¿Y por qué no?
―Ella estuvo casada, su esposo murió hace unos años y...
―Pero crei que dijiste que era joven.
―Sí, de hecho ella podría tener más o menos tu edad, al parecer se casó muy joven, imagino que lo hizo por que quedó embarazada siendo adolescente.
―¡Oh!
―Sí, ella tiene dos hijos.
―¡Vaya! Debe ser difícil para ella, ahora veo el problema imagino que después de perder a su esposo ella no...
―La vi con alguien. ―su voz fue baja.
―¿Ella sale con alguien? ―su amiga suspiró. ―Quizás era un familiar o un amigo.
―Recuerdas al imbécil de mi oficina.
―Sí, a tu compañero de la escuela, al que siempre has llamado "idiota" o "imbécil" ―ella recordó. ―¿Qué sucede con eso?
―Bueno él estuvo pretendiendola durante un tiempo y ella hizo todo un drama sobre que no lo quería cerca, que no quería ni verlo, pero los he visto esta tarde, ella se ha ido con él, se subió a su auto y fueron hasta su departamento.
―¿Cómo sabes tu eso? ―ella no lo dejó hablar se contestó a si misma. ―¡Los has seguido!
―Yo no...
―¡Te has puesto celoso!
―Por supuesto que no.
―¿Y por qué los has seguido?
―Quería entender por qué se fue con él. ―dijo. ―Él pudo obligarla a irse con él de alguna forma.
―¿Y lo hacia?
―No, al menos no pareció que fuera así, pero ¿por qué se fue con él?
―Quizás solo iban a tomar café y hablar de los problemas que han tenido.
―¿Y por qué debían ir a su departamento? ¿No saben que hay cafetería?
Escucho la sonrisa de ella y bufó mientras se pasaba la mano por el cabello.
―Tu definitivamente estas celoso. ―la escucho decir y podría apostar que estaba sonriéndo. ―Lo cual demuestra que realmente te interesa esa chica.
―Lo hacia. ―zanjó. ―No voy a seguir pensando en ella, esto se termino.
―Claro si tu lo dices. ―su amiga soltó un suspiro. ―Bueno yo debo irme o vendrán a buscarme, pero sabes que estoy aquí para ti, puedo escucharte siempre que lo desees.
―Gracias. ―hablar con ella realmente ayudo a calmar su estado de ánimo un poco. ―Realmente te agradezco.
Termino la llamada deseándole feliz noches a su amiga y se quedó trabajo un poco mientras comía algo y luego se fue a dormir, no quería seguir pensando en esa mujer y menos en ella con el imbecil de Luna.
El día siguiente comenzó de lo más normal y trascurio de igual forma, agradeció tener varios casos y asuntos que lo mantuvieron ocupado. Incluso tuvo un par de citas con clientes que lo mantuvieron alejado de los pensamientos de cierta mujer.