Cajas y cenas
No sabia como sentirse antes la idea de que sus diseños fueran escogidos para la nueva campaña de la marca más reciente que los contrató, eso significa mucho para ella.
Según su jefe quien tuvo una junta por video llamada con la dueña de la marca, esta quedó encantada con su trabajo, y ahora solo debían esperar a que ella viniera para tener una junta en persona con ellos.
Su día iba bien y sonreía de vez en cuando cuando miraba las flores sobre su mesa.
Thiago tuvo un lindo gesto con ella al disculparse y traerle flores.
―¿Nuevo pretendiente? ―Laura comento cuando se acercó.
―No, solo ha sido un detalle. ―respondió. ―Se han disculpado conmigo por algo que sucedió.
―Ailen, querida. ―se inclinó para estar más cerca de ella. ―Un hombre solo se disculpa con una mujer llevándole flores cuando está interesado en ella.
―Él no lo está.
―¿Y cómo estas tan segura?
―Por que no soy su tipo, las mujeres que frecuenta son modelos despampanetes. No una madre de dos hijos, vuida.
Laura suspiró exasperada y se puso recta mientras ataba su cabello rizado en un moño deshordenado.
―Pues si me lo preguntas no te haría nada mal tener una aventura, más con un chico como él.
―Él no me ve de ese modo.
―Ailen, por favor, eres muy bonita y para haber parido dos hijos tienes un cuerpo increíble.
Eso se debía básicamente a que siempre fue una chica de compresión menuda, ella nunca había tenido curvas y durante su embarazo con Chris, estaban pasando demasiadas cosas que apenas subió lo normal en un embarazo, aunque debía admitir que gracias a eso sus pechos y caderas tomaron más forma.
―No le intereso. ―fue todo lo que dijo.
―Si tu lo dice. ―Su amiga se retiró para seguir trabajando.
Paso el resto de la tarde trabajando y cuando fue hora de salir se encontró a Mason.
Estaba frente al edificio recostado contra su auto y al verla sonrió.
―Hola. ―saludo y se acercó a ella.
―¿Qué haces aquí? ―preguntó.
―No me saludas siquiera.
―Hola. ―dijo de mala gana.
―Te traje las cosas que te dije. ―señaló a su auto. ―Después del incidente con Thiago pensé que lo mejor sería venir aquí, para ya evitarte problemas. ―explicó.
―Es muy considerado de tu parte. ―él asintió y caminó a la parte de atrás del auto.
Abrió la puerta y ella vio varias cajas adentro.
―Eso es... ¿todo eso es de ella? ―Mason asintio. ―¿Y tú lo has tenido todo este tiempo?
―Esperaba verla un día y darle todo esto, como ya te he dicho.
Summer no comentó nada mientras miraba las cajas.
―Puedo ayudarte a llevarlas a tu auto. ―se ofreció.
―Yo no tengo auto. ―admitió. ―Pero deja que pare un taxi y podrías llevarlos y...
―Déjame llevarte. ―se ofreció él.
―No es necesario, yo puedo pedir un taxi.
―Vamos, Ailen, deja que te lleve.
―Bueno, es que yo debo pasar por mis hijos y no quisiera molestarte. ―explicó.
―No me molesta. ―cerró la puerta y camino directo al lado del copiloto. ―Dime, a donde debemos ir a traerlos
―Mason yo no creo que...
―No me molesta y no tengo nada que hacer. ―admitió. ―Además de este modo podré conocerlos.
Summer sabia que no tendría ninguna oportunidad conta él así que asintió, él abrió la puerta para dejarla pasar y luego rodeo el auto para subirse y encender el motor.
―Dime, ¿a dónde debemos ir?
Ella le indicó el lugar mientras avanzaban por la calle, no hablaron mucho y ella agradeció eso.
La primera parada fue la guardería, ella bajó del auto y escuchó a Mason hacer lo mismo, pero no se volvió siguió caminando hasta llegar a la puerta.
La encargada sonrió al verla y llamó a Chris, segundos después el niño salió. Corrió a donde ella estaba.
―¡Mami! ―gritó emocionado.
―¡Hola amor! ―Summer lo abraza.
Chris se aleja un poco y mira a Mason y al instante su ceño se frunció, Summer lo notó.
―Chris déjame presentarte a Mason Luna. ―lo preesento ella bajando a la altura de su hijo y Mason también lo hizo.
―Hola, pequeño. ―Mason extendio la mano.
Su hijo miró la mano con duda y luego la vio a ella.
―¿Él es tú novio, mami? ―la voz del niño demostró su molestia.
Summer y Mason niegan al mismo tiempo.
―No, amor.
―No, yo no soy su novio. ―aclaró Mason.
―Sí, por qué mami ya tiene novio. ―Chris se lanza a los brazos de Summer y la abraza con fuerza.
―Yo no soy el novio de tu mami. ―Mason le explica de nuevo. ―Yo conozco a tu mamá desde hace mucho tiempo, la conocí hace unos años y no la veo de otra forma más que como una amiga. ―Chris se suelta un poco de Summer.
―¿Sí, mami?
―Sí, Mason es un amigo y no estamos salieron.
Chris la soltó un poco y miró a Mason.
―Hola. ―saluda de forma tímida.
―Hola Chris. ―Mason le sonríe a Chris.
―Bueno debemos irnos para pasar por Halia. ―Summer le dice a Mason mientras alza a Chris para volver al auto.
Mason asiente y vuelven al auto, en el camino el pequeño les habla un poco de lo que hizo en la guardería.
Al llegar a la escuela de Alaine, Summer se tensa un poco, sabe que el hecho de que Mason la ves podría destapar su mentira así que con algo de cautela baja del auto con Chris y se dirigen a la entrada donde otras madres esperan a sus hijos.
Mason los sigue de cerca y su hija mayor se asoma a la puerta y después de despedirse de su maestra viene a donde están con una sonrisa en el rostro.
―¡Nane! ―grita Chris.
Su hija los saludó a ambos mientras Summer la abraza.
Se gira y nota la mirada de Mason, él estaba muy quieto viendo a la niña y tiene una expresión de sorpresa en su rostro.
―Halia. ―habla Summer. ―Quiero presentarte a un amigo que me está ayudando a llevar unas cosas a casa. ―aclara. ―Mason, te presento a mi hija, Halia.
La niña lo mira y Mason se pone a su altura y le sonríe.