Redención

Capítulo 27

Inevitable
 


Azul se despertó y sintió su cuerpo adolorido, durmió muy mal, ese viaje expres la dejo agotada y apenas estuvo libre se acostó en la cama para caer profundamente dormida.

A mitad de la noche comenzó a tener pesadillas que la hicieron despertar en más de una ocasión, removiendose en la cama y ahora que abría los ojos estaba sintiendo las consecuencias de esa mala noche.

Se puso de pie y tomó su teléfono, lo había dejado cargando durante la noche, se dirigió al baño. Noto que tenía varios correos del trabajo, mensajes sobre la escuela y un mensaje de Thiago.

Estaba por abrirlo cuando escucho el ruido de la puerta de la habitación, la voz de Nick  la llamó.

Salió del baño para darle los buenos días como la sobrina amorosa que se suponía que era.

―Buenos días. ―respondió él y le sonrio. ―¿Has dormido bien?

―Sí, estoy algo cansada aún, pero imagino que ha sido todo el estrés de la escuela y el trabajo. ―respondió y sonrió.

―Haces muchas cosas querida. ―ella sintió extraña la forma en que él lo dijo. ―Deberías tomarte unas vacaciones.

―Sabes que no puedo hacerlo, al menos no por la ahora, la escuela aún no termina y no me gustaría abusar de la amabilidad de mis profesores.

Él asintió. ―Entiendo.

Ella quería cepillarse lo dientes y cambiarse, aún estaba en pijama.

―Tío yo...

―No hemos hablado sobre tu viaje exprés. ―mencionó él. ―ayer apenas me dijiste que todo salió bien, pero no me diste más detalles.

―Bueno fue un viaje corto, no tengo demasiados detalles que darte, la junta en la compañía de publicidad fue larga y aburrida.

―Las juntas de trabajo suelen ser así. ―él se sentó en la cama de ella de forma casual. ―¿Y lograste ver a Thiago?

―Sí. ―noto como él la miró y supo que estaba esperando más de esto. ―Almorzamos juntos.

―Se que no deberia, pero me gustaría saber si ustedes están saliendo. ―Nick sonaba casi como un familiar preocupado.

―Yo no...

―Querida, no te avergüences eres lo suficientemente mayor para saber lo que haces. ―Azul no esperaba esto. ―Es solo que me preocupo por ti, no me gustaría que nadie te lastimara.

―Thiago, nunca me lastimaría. ―dijo con rapidez y Nick alzó la mirada de inmediato.

―Entiendo. ―él se puso de pie y caminó hasta la puerta y Azul agradeció que esta conversación al fin terminara. ―Solo dime algo antes. ―Nick se detuvo y se giró para verla y hablar con calma. ―¿Fue antes o después de acostarte con él que le pediste ayuda para buscar a Summer?

Azul sintió como si un baño de agua helada cayera sobre ella, pero recuperó la compostura un segundo después.

―Tío, ¿De hablas? ―se movió para su mesita donde tenía un cuchillo que había robado de la cocina por si algún día lo llevaba a necesitar, lo tenia escondido.

―¡Oh lo siento, querida! ―él seguia a unos diez pasos de ella. ―Creo que me he equivocado.

Azul seguía cerca de la mesita y abrió el cajón mientras cubría con su cuerpo la acción y comenzaba a buscar el arma.

―Creo que olvide la clase de estúpido que crees que soy. ―Nick se movió entonces y Azul se giró para tomar el cuchillo rápidamente pero su cajón estaba vacío y antes de poder hacer algo más las manos de Nick ya estaban sobre su cuello apretando con fuerza.

―Deja de mentirme. ―Azul seguia buscando con una mano dentro del cajón mientras con la otra luchaba por liberarse pues su respiración se estaba volviendo más y más difícil. ―Te metiste a la cama con él estúpido ese para pedirle que investigara a tu amiga a mis espaldas.

Nick apretó un poco más y Azul seguía buscando y rogando por aire.

―Ay lo siento, buscabas esto. ―Nick sacó el cuchillo de entre su saco, Azul dejó de moverse al ver que él lo tenía.

Sintiendo todo el aire irse de sus pulmones ella comenzó a sentir lagrimas en sus ojos y con la poca fuerza comenzó a arruñar las manos de él para que la liberara.

―¡Eres una maldita zorra! ―Azul cayo de rodillas y se llevó las manos al pecho y al cuello cuando él la libero.

Aspiro aire rápido.

―No se... de que... hablas. ―murmuró y cada palabra dolía.

―¿No lo sabes? ―Nick se inclinó y la tomó del cabello con fuerza y Azul sintió ahora dolor en esa zona donde el tiraba con fuerza hacia atrás. ―Hablo de que me has estado viendo la cara todo este tiempo. ¿Creíste que no me daría cuenta de lo que tratabas de hacer?

Él la soltó con brusquedad consiguiendo que ella sintiera mucho dolor en su cabello y cuello.

―Por favor. ―Azul trato de nuevo, era todo lo que le quedaba. ―No entiendo que está pasando.

Nick no le prestó atención, no cuando abrió la puerta y dos de sus hombres entraron y se dirigieron a donde ella se encontraba.

Trato de ponerse de pie y alejarse, pero estaba demasiado mareada para hacer algo y al tratar de ponerse de pie tropezó y cayó de culo sobre el suelo.

Los dos hombres la alzaron y la sentaron en la silla que tenia en su escritorio, Azul trató de moverse pero ellos eran más altos y músculos y le fue imposible evitar que la ataran a la silla.

―¿Desde cuando sabes todo? ―preguntó Nick con calma.

―No se... de que hablas.

―Deja de hacerte la estúpida, se muy bien que tu memoria regreso y que has estado buscando a mi Summer por tu cuenta.

Azul no dijo nada, trató de moverse pero estaba atada muy bien, tanto que le dolieron las muñecas a hacerlo.

―Por eso te gustaba viajar tanto a verlo, por qué no solo era tu amante, también era quien la buscaba a mis espaldas.

Azul no podía evitar sentir miedo ante la situación, esto no podía estar pasando.

Nick se inclinó para estar a su altura. 

―Mi intensión nunca ha sido hacerte año, si hubiera sido así, no hubiera desperdiciado mi tiempo en cuidarte y ayudarte. Tampoco quiero lastimar a tu hija, lo único que deseo es a Summer.

La piel de Azul sufrió un escalofrío ante esto.



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En el texto hay: romantico, drama, amisad

Editado: 08.07.2023

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