Estaba nerviosa, no sabia si alguien vendría.
―Vas a hacer un hoyo en el suelo si no dejas de caminar de un lado a otro. ―Azul murmuró mientras la miraba.
―No puedo evitarlo. ―movió las manos.
―Summer has trabajado mucho en esto. ―Azul la tomo de los hombros para evitar que se moviera más. ―Todo saldrá bien. Puedes confiar en mí.
Summer la miró y asintió.
―Bien, ahora debes estar lista, pronto abrirán las puertas y entonces comenzar tu gran noche.
Ella asintió de nuevo, estaba comenzando a sentirse mareada.
Azul tenía razón este era su gran noche. Después de semanas, recibió la propuesta que estaba esperando, una galería que exhibía piezas de artistas nuevos la contacto y le ofreció un espacio para presentar sus piezas.
La idea era que mostrara varias de sus pinturas en una muestra. Cuando recibió la llamada no se lo podía creer, no creía que fuera posible, pero ahí estaba esa oportunidad y sabia que no podía dejarla pasar, se lo debía a Teo.
Paso días buscando un tema, algo en que basarse para montar la presentación y cuando lo tuvo comenzó a trabajar en ello.
Ahora todos sus amigos y familia estaban aquí, para apoyarla y ver la exposición.
La dueña de la la galería vino a informarle que ya era hora y debían abrir la puerta.
Azul fue a la puerta, ni siquiera su amiga había visto lo que ella preparo, las personas comenzaron entrar por aquellas puertas dobles de cristal mientras ella se alisaba el vestido negro y soltaba el aire.
Reconocí a la mayoría ahí y sus manos comenzaron a sudar al darse cuenta que las otras personas no eran conocidas.
―Buenas noches. ―saludó. ―Esta noche, vengo a presentarles varias piezas de una colección que he titulado como "Redención".
Ella se hizo a un lado y dejó abierta la entrada a la sala que había preparado, la sala donde estaba su vida.
Thiago le sonrió cuando pasó a su lado con Chris en brazos, sonrió completamente al ver que ambos iban en traje negro y camisa blanca, Chris lucia orgullos de verse vestidos iguales.
Todos entraron en la sala mientras admiraban las pinturas, y tomaban copas de champán que se ofrecían en bandeja.
La exhibición estaba pensando de modo que lo primero que veían al entrar era una mujer en tonos grises, sosteniendo su vientre redondo, su madre y ella donde todo comenzó, era la obertura. Después seguía un bosque donde dos niñas caminaban dando la espalda, el cabello rubio y castaño ondeaban en el aire.
Una mujer, cabello gris, sonrisa amable y un collar de perlas.
Un cigarro.
La siguiente pintura era el paisaje de otoño y una pareja de enamorados, pudo ver como Mason y Azul cruzaban miradas al reconocer aquello.
Una camioneta vieja en la carretera.
Seguía con un lugar, la fachada de una cafetería en un pueblo.
El cuadro de un chico parado fuera de una casa con flores en las manos hizo sonreia a algunos.
Una cascada en medio del bosque.
El cuadro de colores brillante, una tela de encaje blanco machando en rojo llamó mucha la atención.
Unos ojos azules preciosos que lloraban.
Mostró su dolor y dejó que aquellas pinturas llenaran de emociones a todos, como la pintura de un niño de rizos castaños que dormían junto a una niñas de cabellos rubios.
Vio las lágrimas en los ojos de Azul, mientras seguía caminando por la sala hasta, una mujer de cabello rojo, un abrigo negro y lentes oscuros que trataba de esconder su rostro.
Un cuadro de un hombre que mostraba el misterio y unos ojos azules como el hielo.
Thiago la buscó entre las personas y le guiñó un ojo al verlo.
Y entonces llegaban a el cuadro de dos chicas adultas una en cada extremo, una rubia y una castaña, rodeadas por un campo de fresas.
Una pared de una cafetería llena de nombres.
Flores sostenidas por manos pequeñas.
Unas alas, unas notas músicas y encaje blanco.
Esto era ella, esto era lo que decido mostrar a todos, la belleza que encontró en un mundo de dolor, era todo aquello que ahora mostraba desde su arte.
Y por último, mostraba un beso y ahí comenza su redención.