"A veces, el verdadero poder no está en los deseos que se cumplen, sino en el corazón que se transforma. Celina aprendió que la bondad no se impone, se elige cada día. Que ser fuerte no es ser temida, sino ser capaz de perdonar, cambiar y amar. Y que los lazos más valiosos no nacen de la sangre, sino del alma. Esta historia nos recuerda que todos merecemos una segunda oportunidad… y que el amor, cuando es sincero, siempre encuentra la forma de quedarse para siempre."