"Las espadas gemelas" fue una novela con una alta valoración entre sus lectores. La historia hablaba sobre unos gemelos de los barrios pobres con un gran poder innato, quienes se embarcan en una aventura para poder aprender a usar sus poderes. En el proceso, conocerán a un montón de personas que marcaran su camino en su lucha contra el Rey demonio para posteriormente derrocar al tirano que gobernaba en sus tierras natales.
La novela contiene todos los elementos básicos de este tipo de género pero aun así su narrativa, la forma en que el autor se toma el tiempo de hacer crecer a los protagonistas y de que cometan errores, dan al lector la sensación de ver a tus dos hijos creciendo logrando cautivar así, a gran parte del público adulto. Sumado que estaba dirigido a todas las edades, los lectores no faltaron.
Se empezó a publicar cuando yo tenía 18 años y desde entonces la he estado leyendo. Hoy, con 25 años estoy esperando la última actualización de "Las espadas gemelas". El autor luego de 7 años finalmente daría por terminado esta franquicia.
Había salido bastante tarde de mi trabajo, con pasos agigantados pasaba entre la multitud con el único propósito de llegar a mi casa y ver con tranquilidad si se había actualizado la novela. Con apenas poner un pie en la calle, se escuchó el sonido de notificación de mi celular dándome la noticia de que habían subido el último capítulo. Mi primera reacción fue dar un pequeño grito de emoción para instantáneamente dirigirme a cualquier lugar para comenzar mi lectura.
Mientras caminaba por las agitadas calles del centro pude captar un bar bastante común de la zona al cual entre pidiendo una bebida al azar y disponiéndome a colocar toda mi atención en el texto del celular.
....
"... Aiden por favor, abre los ojos. No me hagas esto ¡No puedes dejarme!—Sollozaba Ariane mientras abrazaba con firmeza el frío cuerpo de su hermano murmurando varios cánticos a la vez para activar sus poderes de sanación, pero era inútil— Ustedes...
Aquellas personas que tantas veces había llamado amigos, que lucharon al filo de la vida y la muerte o en su cercanía, pasaron mil desgracias juntos ahora le daban la espalda mientras en sus ojos la codicia se podía vislumbrar.
—¿Amigos?— Dean refutó al oír sus palabras conteniendo la risa— ¿De ustedes? no me hagas reír, no importa cuanto intenten disfrazarse las ratas son ratas, su única función siempre fue estar debajo nuestro.
Ariane se negaba en creer en aquellas palabras mientras sus ojos cian se ceñían dejando escapar por su delicada piel lágrimas de dolor, logrando que la joven cual constantemente se mostraba alegre obtuviera una imagen deplorable.
Decidida, sostuvo su espada junto con la de su gemelo. Con un impulso avanzó hacia los traidores pero con apenas un paso su cuerpo se tensó y se desplomó en el suelo, tal como a una muñeca a la cual le cortaron sus hilos.
—Mi pequeña e inocente Ariane ¿No creerás que solo envenenaríamos a uno de ustedes o si? las espadas gemelas siempre deben estar juntas— Ridiculizándola, Sara levantó la barbilla de aquella miserable joven con su espada, quien a causa del veneno paralizante únicamente podía mirarla con gran odio.— Fue realmente un trabajo laborioso encontrar un veneno tan letal, rápido e imperceptible por lo que optamos por uno de acción lenta ¡Tan tontos! siendo traicionados por tanto tiempo y aun así siendo ignorantes de ello.
Por el rabillo del ojo, Ariane observó detrás de Sara y Dean a la pequeña maga que había sido por un largo tiempo su compañera, una discípula que su maestro dio orden de proteger. Esta se encontraba temblando a sus espaldas. Un rayo de esperanza surgió en su interior pero antes de poder decir unas palabras de su boca se escapo una bocanada de sangre fresca y al instante la risa de Jenna resonó en el salón mientras gritaba incoherencias con alegría.
Sara la apuñaló sin siquiera pestañear dificultando encontrar un atisbo de aquella niña que habían salvado de un burdel y que en agradecimiento les había jurado lealtad.
Ariane escupió otra bocanada de sangre mientras veía como a quiénes les había confiado tantas veces la vida se marchaban festejando su engaño.
Forzó su alma logrando hallar que aún poseía algo de mana, si lograba aguantar por un poco más de tiempo el veneno y activaba su magia de curación podría salvarse. Pero cuando estaba a punto de entablar el cántico antiguo su mirada chocó con la visión de su gemelo a su lado. Con sus ojos cerrados y su rostro despojado de cualquier calor hicieron que su corazón se hundiera, la fuerza la abandonó al ver tal escena y sus ojos perdieron su brillo hasta cerrarse para nunca volver a encenderse."
-"Espadas gemelas capítulo 168, final".
Di una bocanada de aire.
Está bien.
Lo volví a leer.
Estoy completamente bien.
Lo volví a releer y mis lágrimas empezaron a caer sin control.
¿Cómo es posible?
¿No estaba Dean enamorado de la pequeña Ariane? ¿¡Acaso Sara no había profesado una y otra vez palabras fidelidad a los dos hermanos!? ¿¡Cómo es posible que el cauteloso Aiden bajara la guardia!?
...
Pagando todas las bebidas que había consumido en un intento de calmar mi dolor, salí tambaleándome del establecimiento.
Mis pequeños gemelos habían luchado viento y océano para escapar de la pobreza, se equivocaron más veces de las que puedo contar en su travesía pero siempre fueron justos y nobles ¿Cómo ellos podrían encontrar un final tan miserable?
Tal vez por el alcohol las lágrimas se acumulaban en grandes cantidades en mis ojos. Algunos transeúntes me miraban con pena y podía discernir el porqué, mi aspecto era tal y como si a los que hubieran matado fueran a mis propios hijos
¿Y cuál sería el problema si así luciese? soy solo una solterona adicta al trabajo. Esos dos niños fueron un escape de mi monótona vida y por lo que me esforzaba cada día. Aún si no existieran.