La abuela influencer, el actor trucho y la propuesta indecente

Desde el día del escándalo con Luz de Amor 88, Teté se había convertido en una celebridad.

Tenía cuenta de TikTok verificada, seguidores que la llamaban “La justiciera de las letras”, y una marca de cremas antiedad le ofreció un contrato si aceptaba decir:

> “Este serum es más efectivo que mi chancleta en los años 80.”

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Mientras tanto, Tomás fue a comprar pan y volvió indignado.

—Me pidieron una selfie.

—¿Y eso es malo?

—Me dijeron: “¿Vos sos Ricardo Cifuentes, el actor de la novela Pasiones de Cartón?”

Sofía se atragantó con el mate.

—¡Pero ese tipo tiene ojos azules y pestañas kilométricas!

—¡Eso dije! ¡Pero igual la señora insistió y me obligó a decirle “te amo, Claribel” mientras grababa! ¡Y lo peor es que se fue llorando de emoción!

—¡Claribel no existe!

—¡Eso intenté explicarle!

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En medio del caos, Sofía recibió un mail de esos que parecen broma… pero no lo eran.

> Asunto: “Invitación para participar en Danza del Amor VIP: edición escritores”
Descripción: Reality de competencia de baile donde escritores y sus parejas compiten por amor, fama y una vajilla completa.

—¿Qué es esta locura?

—¿Dijiste “reality de baile con escritores”? —preguntó Tomás, ya sospechosamente entusiasmado.

—Sí, pero dice que hay que bailar frente a cámaras. Con coreografías. Y usar trajes. Y peinados. Y que nos ponen sobrenombres ridículos tipo “Pluma Salvaje” o “Señora de los Tiempos Verbales”.

—¡Estoy dentro!

—¡¿Qué?!

—¡Raquel, por favor! —gritó Tomás al cielo— ¡Es nuestra oportunidad de brillar, de mostrarle al mundo que puedo moverme como un ser humano digno!

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Teté, al enterarse, no tardó en reaccionar.

—¿Un reality? ¿Con luces y trajes ridículos?

—Sí.

—¿Van a bailar?

—Sí.

—¿En pareja?

—Sí.

—¿Y hay premios?

—Sí. Dinero, visibilidad, y un buffet libre.

—Acepten. Pero si pierden, me cambio de apellido.

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Y así, sin entender cómo ni por qué…
Sofía y Tomás estaban en un salón de ensayo.

Con una coreógrafa llamada Mariela que les gritaba:

—¡Más cadera! ¡Menos mente de escritor frustrado! ¡Quiero ver pasión, sudor y pasos que no parezcan un desfile de mapaches borrachos!

Tomás giró mal y se tropezó con una planta artificial.

Sofía se rió tanto que se cayó sobre un puf.

Mariela los miró y dijo:

—Perfecto. ¡Esto es lo que quiero! ¡Caos auténtico! ¡¡Ustedes son mi pareja estrella!!

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Esa noche, agotados, con ampollas en los pies y un olor a linimento que podía derretir pintura…
Sofía miró a Tomás y dijo:

—¿Qué estamos haciendo?

—No lo sé. Pero me encanta.

—¿Vos bailando?

—No. Haciendo el ridículo con vos.

Y se besaron.
Y se rieron.
Y Teté subió un TikTok en cámara lenta con el texto:

> “Cuando el amor no es perfecto, pero sí viral.”