Vuelo internacional, confusiones globales y enemigos con maletas

Sofía tenía las manos temblorosas.

Estaba por subirse a un avión con destino a Madrid, donde miles de lectores esperaban conocer a la autora del libro que había hecho reír (y llorar) a más de uno.
Bueno, la mayoría reía.
Algunos lloraban porque pensaban que Tomás no iba a aparecer más.
Otros lloraban porque se identificaban demasiado con el capítulo “No beses a alguien que colecciona cactus”.

Tomás, con una mochila cargada de snacks y una actitud de “yo solo quiero dormir en el avión”, se sentó junto a ella en el hall del aeropuerto.

Teté, por su parte, no iba al viaje… pero eso no le impidió presentarse vestida como para ir a un crucero por Miami.

—¡Yo voy hasta la puerta de embarque, nena! No voy a dejarte sola con la prensa europea. Son como los del programa de chimentos, pero con acento.

Sofía:
—Teté, no podés pasar más allá del control.

Teté, con gafas de sol y una valija rosa:
—Entonces dame cinco minutos más de discurso motivacional.
—¿Cinco?
—¿Querés el de motivación corta o el largo con anécdotas sexuales de los 80?

—¡EL CORTO!

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El vuelo era con escala en Lima y duración estimada de "toda tu vida y un poco más".
Tomás sacó un paquete de galletitas, se acomodó con almohada de cuello y auriculares.
Sofía intentaba mentalizarse.

Todo iba… casi bien.
Hasta que llegó la señora Gladys.

—Perdón, joven —dijo con tono dulce—. Me tocó el asiento del medio.
Sofía se levantó.
Gladys se sentó.
Y luego no dejó de hablar.

—¿Saben que mi nieta también escribe? Fanfiction. De Harry Styles.
—Qué lindo —dijo Sofía.
—Y en uno de ellos, Harry se enamora de un cactus con forma humana. Inspirado en un vecino mío.

Tomás:
—Ese plot suena más creíble que el guión del musical.

Gladys:
—¿Ustedes qué van a hacer a Madrid?

Sofía intentó explicarle.
Gladys tomó nota en una libreta y dijo:
—Te voy a seguir en Facebook. Pero si empezás a subir frases tristes, te dejo de seguir.

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Después de 15 horas de vuelo, 2 bebés llorando, 1 hombre que se sacó los zapatos con olor a cementerio, y una empanada que Sofía no se animó a comer…

Llegaron a Madrid.

El hotel era una locura:
Posters con su cara, con la frase “La autora del momento: Reencuentro Incómodo ahora en Europa”

Sofía sintió que estaba en una dimensión paralela.

Tomás solo buscaba el enchufe más cercano para su celular.

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La primera entrevista fue en un estudio de televisión.
León Márquez, el director, también había llegado, usando capa, sombrero y una remera que decía “Yo creé el caos y sobreviví”.

El periodista español les sonrió con entusiasmo.

—Bienvenidos, bienvenidos.
Una pregunta para empezar: ¿cómo se sienten al haber creado una novela tan autobiográfica… en la que los protagonistas claramente no terminan juntos?

Silencio.

Tomás:
—¿Perdón?

Sofía:
—¿No terminan juntos?

Periodista:
—Claro, en el final europeo que nos enviaron, Sofía se muda sola a Berlín y Tomás se queda criando gallinas en Paraguay.

León (con cara de tragedia griega):
—¡ME IMPRIMIERON EL GUIÓN DEL MUSICAL COMO NOVELA!
¡NO ERA EL LIBRO! ¡ERA MI VERSIÓN LÍRICA!

Sofía se llevó las manos a la cara.
Tomás se levantó.
El periodista pidió disculpas mientras trataba de cambiar el tema con un “vamos a comerciales”.

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Al salir del estudio, mientras todo el equipo de producción trataba de contener la crisis, Sofía recibió una llamada.

📲 Número desconocido

—¿Hola?

Una voz familiar.

—¿Cómo te va, autora famosa?

Sofía palideció.

—¿Martín?

—Sí. Me tomé unas vacaciones y, mirá vos, ¡también estoy en Madrid!

—¿Qué querés?

—Solo… charlar. Recordar. Quizá compartir una sangría.

Tomás, al ver su cara, ya sabía.

—¿Martín?

—Sí.

—¿Está en Madrid?

—Sí.

—¿Tiene buen seguro médico?

—¿Por qué?

—Por si se le ocurre aparecer.

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Esa noche, en el hotel, Sofía se encerró en el baño con su cuaderno.

> “Nada es más incómodo que tu ex apareciendo en otro continente.
Excepto quizá, una versión de tu historia editada por alguien que cree que las empanadas simbolizan la tristeza.
Pero si algo aprendí, es que las verdaderas historias se defienden.
Y que si hay que pelear por algo… que sea por tu verdad, tu amor, y tu ventilador de confianza.”