CAPÍTULO 2

Ser la directora ejecutiva de una empresa que cada vez tiene más renombre a veces puede ser muy tedioso y agotador, pero vale la pena tener un rango tan alto siendo mujer. Esta empresa la inicio mi padre hace más de veinticinco años y yo he tomado el cargo desde hace tres años que termine mi carrera en Ciencias Económicas y Dirección y leal trabajando conmigo.

Tengo dos hermanos más que trabajan en la empresa. Arthur tiene veintinueve años es el mayor y él es el vicepresidente, después sigue Leah con veintisiete años ella es jefa del departamento de publicidad y de verdad que ama su trabajo y al final estoy yo con veinticinco años siendo la directora ejecutiva.

Los tres nos llevamos muy bien, mis padres siempre nos mantuvieron muy unidos es por eso que confiamos mucho en nosotros y nos amamos incondicionalmente. Arthur a veces es muy sobreprotector con nosotras y he de admitir que nosotras a veces también lo éramos. Esta por casarse con Lindsay, una mujer muy guapa, amable y bondadosa, a veces muy distraída que nos cayó muy bien a mí y a Leah por la gran personalidad que tiene que nos recuerda un poco a nuestra madre. Aun me causa risa como se conocieron.

Íbamos los tres caminando por el centro comercial y ella iba distraída de frente contra nosotros lo que ocasiono que chocara con Arthur derramando su helado en su blusa, después el decidió invitarle uno nuevo y desde ahí comenzaron a tener contacto, ya llevan cuatro años de noviazgo y un año comprometidos, pronto será la boda.

Leah lleva dos años saliendo con Taylor mi mejor amiga aunque a las dos les costó mucho aceptar sus sentimientos hacia la otra, pero con un poco de mi intervención lo logre y me alegra que ahora se encuentren juntas. Y bueno luego estoy yo que estuve a punto de casarme, pero bueno ya saben cómo salió eso, aunque es gracioso de cierta manera.

Estoy por entrar en una junta donde tenemos que tratar el asunto de aceptar como cliente a una empresa que es bastante conocida en el norte del país y está por abrir una nueva sucursal en la ciudad lo que puede ser una gran oportunidad para que más empresas que estén en crecimiento quieran asociarse con nosotros sin miedo a que puedan perder el control sobre su empresa.

Nosotros de cierta manera los asesoramos de que clientes buscar o relacionando nuestros clientes con ellos. Intermediamos entre empresas creando un mejor contrato.

Tocan la puerta y murmuro que pueden entrar y es Cece mi secretaria y una buena amiga para avisarme que ya todos están en la sala de juntas, así que me levanto para ir hacia allá.

Al entrar los veo a todos en sus lugares conversando entre ellos y me detengo a verlos un momento disfrutando como todos se llevan bien, que no importa su cargo aquí nadie es mejor que nadie.

Entro completamente y me siento a la cabeza de la mesa Leah a mi derecha junto con Leo el director del departamento de control de gestión y mi mejor amigo, a mi izquierda esta Santiago y Diana. Santiago es el director de del departamento financiero y Diana es la presidenta y mi prima.

Diana es la primera en saludarme y luego siguen los demás, comienzo a hablarles del cliente que quiere asociarse con nosotros, le doy las instrucciones a cada uno para que me entreguen un reporte de cada una de sus áreas con pro y contras que conllevan asociarnos con ellos.

Después pasamos a que cada quien presente su reporte mensual de sus respectivos departamentos. Finalizamos la reunión y todos comienzan a salir menos Leah que platicamos de la cena que dará nuestro padre mañana para presentarnos a su pareja y nos da mucho gusto que por fin haya conocido a alguien. Han pasado más de seis años desde que mi madre falleció a causa del cáncer de pulmón y aunque mi padre en un inicio no lo acepto supo sobrellevarlo con los años.

Vuelvo a mi oficina para seguir con los pendientes que son urgentes resolver y los demás los ordeno por prioridades para los siguientes días que restan de la semana. Mi celular suena y la pantalla es iluminada con el rostro de Taylor que me esta video llamando.

—¡Hola, mejor amiga del mundo! ¿Qué haces?—saluda gritando

—¿Trabajar?—contesto enarcando una ceja y rueda los ojos

—¿En serio? ¿Me lo juras? si no te viera ese gran ventanal de tu oficina hasta pensaría que estas en un hotel de cinco estrellas—me dice riendo y yo le frunzo el ceño

—Tú y el sarcasmo son uno solo y lo del hotel está de más muggle—le digo y ya solo se empieza a reír

—¿Muggle? ¿Eso es algo del niño con el rayo en la cabezota?—dice y yo ruedo los ojos

—Se llama Harry Potter inculta —le reclamo

—Como si me importara el nombre del mocoso—dice rodando los ojos

—Estúpida ¿Para qué me estas llamando, mamacita?—pregunto

—Para que vayamos por unos tragos, hoy es jueves de concursos y siento que ha sido una eternidad sin verte—responde

—Te veo todas las mañanas—respondo negando con la cabeza

—¡Ash! Me refiero a hacer algo que no solo sea correr—dice rodando los ojos

—A veces no entiendo como somos amigas—dice a la nada y yo me pregunto lo mismo

—Bueno ya, omitiendo todo tu drama ¿te veo en la hamburguesería de Ronald a las ocho?

—¿No que querías tomar unos tragos?—pregunto

—Sí, pero primero quiero cenar algo, además no se le puede decir que no a una hamburguesa—asiento porque es cierto

—Bueno, ya déjame seguir trabajando. Eres muy molesta

— ¡Uy pues perdón! No vuelvo a tomar un poco de su tiempo directora ejecutiva, cambio fuera—se despide y yo suelto una risa. La dramática soy yo

Y con esa despedida cortamos la llamada; sigo con mis pendientes hasta que la puerta es abierta y por ella entra Arthur riendo junto con Leah

—Hola, peque—saluda sentándose en el sillón que esta frente a mi escritorio

—Hola, chico que mojo bragas hoy—digo levantando y bajando las cejas a lo que él solo se ríe de mi comentario

—¿Qué es lo que estás haciendo?—pregunta