Tras revisar información sobre los involucrados del trágico caso, Luci descubre que el único sobreviviente de los cuatro jóvenes, fue el padre de André, quien actualmente es un hombre exitoso que heredó los negocios familiares.
Luego de saber eso entienden por qué le pasó eso a André, quien gracias a las malas acciones de su padre en el pasado, fue alcanzado por aquella maldición. Al volver a recordar su trágico deceso, la rabia nuevamente invade a Bonnie, que la idea de entregar a ese gran señor para terminar de una vez por todas por esta pesadilla, se le hacía lo más justo.
Decidida a terminar con esa maldición, Bonnie busca al padre de André, desfogando toda su ira en él. "Usted es un desgraciado como pudo hacer eso", "el monstruo es usted" le gritaba, "por su culpa murió André, su propio hijo" continuaba gritando Bonnie, con la voz entrecortada de tanto llorar, mientras él solo la miraba con culpa, tal vez arrepentimiento, las lágrimas caían sobre sus mejillas, pero no era capaz de pronunciar palabra, "diga algo por favor, acabe con esto", "enfrente su pasado y no huya como un cobarde como lo hizo hace 34 años", cuando ella pronuncia esas últimas palabras, aquel señor logra con la voz entrecortada decir "perdóname por favor", "fui un cobarde aquel día y lo soy ahora, por arrastrarlos con mi maldición" dice llorando, "es momento de enfrentarlo" dice secándose las lágrimas.
Narra el padre de André
Por mucho tiempo había tratado de olvidar lo que pasó aquel día, ese maldito día en que todo comenzó. Yo odiaba estás fechas, porque veía como cada niño salía a pedir dulces junto a sus padres, y se veían tan felices, mientras que yo no pude disfrutar ni una sola vez esa felicidad junto a mi padre, pues él se la pasaba en sus viajes de negocios. Aquel día salí por insistencia de mis amigos, a ellos les fascinaba esas fechas porque disfrutaban asustando a todo mundo. Éramos unos niños, Douglas que era el mayor de los cuatro, apenas tenía 19 años, él se encargaba de conseguir alcohol cada vez que nos encontrábamos y esa vez no fue la excepción, pero esta vez nos propuso consumir éxtasis, todos aceptaron inmediatamente, vanagloriándose de que ya lo habían hecho antes, sin embargo yo no quería aceptar, porque eso no iba conmigo. En ese momento mi padre me llamó para avisarme que se iba a demorar más de lo planificado en su viaje, así que lleno de rencor hacia mi padre, acepté consumir como todos.
Cuando todos estábamos sintiendo los efectos del éxtasis en nuestro organismo, vemos a Rosi, la ex novia de Douglas, platicando con un muchacho en su puerta. Al ver eso, Douglas se acerca furioso a querer golpear a ese joven, pero Rosi lo detiene mientras le pide a aquel joven que se vaya. Él furioso de haberla visto con otro, la metió a la fuerza, gritándole "tú eres mi mujer y de nadie más, entendiste". La toma por la fuerza, la tira en el mueble y nos pide que la sujetemos. Sin saber lo que hacíamos, la sujetamos con fuerza, mientras Douglas la poseía. Ella pataleaba, lloraba y le gritaba que parara pero él no escuchaba, cuando de pronto vimos a una mujer en la puerta mirando todo.
Cómo Douglas era hijo de un canciller muy reconocido, no podía permitir que alguien lo acusaba por lo que acaba de hacer, así que nos pidió detener a aquella mujer.
La adrenalina e euforia que sentíamos era indescriptible, corrimos detrás de ella sin pensarlo dos veces. Cuando llegamos mis amigos golpearon al esposo logrando tirarlo al suelo, aquel hombre se parecía tanto a papá que la furia me invadió, toda la rabia que tenía hacia mi padre la desfogué aquel día en él. Mientras Douglas y otro de mis amigos ultrajaran a la mujer, yo solo me ensañaba contra él creyendo que era aquel hombre que decía llamarse mi padre, por lo que no dude en acabar con su vida. Cuando estuve a punto de hacerlo a pareció de la nada una niña y sin querer, terminé quitándole la vida. Eso me hizo reaccionar, y al ver todo lo que habíamos hecho salí corriendo, por el asco que me tenía a mi mismo, al haberme convertido en un asesino.
Estuvimos a punto de ir a la cárcel, yo estaba dispuesto a entregarme pero el padre de Douglas nos prohibió hacerlo, debíamos negar todo o su cancillería se iría al tacho por culpa de nuestra mala cabeza.
Cuando se archivó el caso, creíamos que todo había terminado, cada uno continúo con su vida, aunque cada uno prefirió tomar su propio rumbo. Un día cuando menos lo esperábamos, cuando creíamos que todo había quedado en el pasado, Douglas apareció muerto. La noticia estaba por todos lados, el hijo del canciller había dejado este mundo, sin embargo aun así, su padre prefirió cubrir todo para que no lo relacionaran con aquel suceso del pasado, haciéndolo pasar como un accidente. Tal vez fue el miedo o solo negación, que quisimos creer que lo de Douglas solo había sido un accidente como todos los medios lo decían, hasta que de pronto otro de nosotros desapareció.
*Muchas gracias por leer mi relato, espero lo disfruten. Atte. Kadely*