Hoy se acaban mis días de luz
en la hora más oscura
que avanza dentro de mi ser,
la paz es una tortura plasmada,
encajada en un lienzo de una pintura.
Tumbas vacías,
replicas de ridículas imágenes
de una soledad etérea. Tu hermética mental
ciega los sentidos alados.
Hago todo un ritual para amarte en soledad
en el momento que me siento bajo sombras
a la hora de mi muerte.
Como cuando un trozo de rayo te parte
y no lo puedes comprender.
Dogmas malditos, falsos manuscritos
encerrando tus sentidos.
Y el sufrimiento del alba
lo revivo en la noche pálida
sin lunas, ni estrellas.
Una mano abarca mi fuente,
no puede retener al mar con un dedo.
Mi mar es como un pueblo en protesta,
el poder del viento demora el cielo
saltando incomprendido por dunas inciertas.
***