Expreso aqui mi agradecimiento para las personas que abrieron este libro para observar su contenido, espero disfruten y les deseo buen día.
Meses de no interactuar con esta sección. Razones, no, lo llamaría excusas, podré decir en mi auto defensa que aquella mujer que acariciaba mi cuerpo y conciencia para llenarme de conceptos e ideas que expresar en horas de la noche o incluso madrugada, dejo de visitarme con la regularidad que lo hacía, supuse que se tomó un descanso, un descanso de mí, aguantarme es una tarea pesada y de agotamiento de energía excesivo, harta tomo el camino de dejarme a la deriva durante unos meses, supongo, en caso de no ser ese su objetivo, moriré para renacer otra vez.
Reflexionó mucho, desde que tengo razón de mí, lo ejecutó. Pero no me ayuda, apuñala la cabeza, la machaca a patadas, mis sentidos no son capaces de sobre llevar un peso tan inmenso, que en ocasiones colapso, el dolor es tan gigantesco, que mi escape es... Dormir, lo era anteriormente, ahora... Ahora es un estado de voluntad, el que me sostiene en los cabales de ser cuerdo.
Hace meses mi cabeza regenera recuerdos de ella, me los presenta inesperadamente, sin aviso, solo los lanza, como si de basura que arrojas a un bote se tratase, no importa cuántos evada, siempre uno golpea, y la nostalgia arremete, arremete, y ella entra en mí, me abraza, me habla de acciones románticas con voz dulce, sugiere un paseo juntos, solo los dos, los dos, y nada más, me presta atención, comparte dolencias e historias conmigo, y para finalizar la obra casi perfecta... Se marcha, volteo y... ¡No está!. Duele, un puñal sentimental, aún que ya afuera el arma, la herida no cura, se hace grande, grande, y todo mi corazón sangra, ¡no para!, ¡no para!. Mi ser y cabeza se llenan de ella, ella, solo ella, el cuerpo se eriza, la mente se derrite con cada vivencia suya, y mi corazón llora. Cada sensación que renace cuando te deshaces de mí en horas del día, la tengo grabada en mi conciencia, revuela algún momento de mí en ti, y el dolor se esconde, para después volver por supuesto, me anticipe a los hechos, sabía que pasaría, aún que contigo nunca imaginé que sería tan simple, y dañino, maldita sea agradezco el a vernos unido, pero... ¡Te odio!... Y ¡te amo!.
Por esta misma consistencia, las cosas inmateriales son tan fundamentales en nuestro transcurso natural de vida. Por defecto lo inmaterial siempre será extrañamente hermoso, lo que no podemos ver ni tocar, pero si oler, y por desvergonzado que suene sentir, nos llenará de una intriga inmensa, que no tiene fondo, de aquí la famosa frase "la felicidad es efímera".
Reconoceré que tengo fallos ocasionales, mi raíz cerebral se contrae en ciertas ocasiones, y me disuelvo en pensamientos variados, felicidad, dolor, angustia, amor, desesperación, odio, cansancio. Cada espacio que mi cabeza recubre con estos pensamientos se transforma en una gran cantidad de energía destructora, que controlo solo si la trago de pedazo en pedazo. Como ya lo pudieron denotar anteriormente, soy un agujero de sensaciones aleatorias, no defino nada, solo fluyo, destruyo, construyó, armó y desarmo, por apetito. Soy un Monstruo y un Dios.
"La vida se expresa, en montones de mierda, desechos y basura, que se crean a partir de decisiones erróneas o certeras, situaciones beneficiosas o desastrosas. La decisión de construir un paraíso o infierno con esos compuestos naturales de la vida, están a merced de cada Dios y Monstruo".
- SilentSad
Editado: 30.08.2024