De nuevo lo digo, y lo diré por siempre; no me cansaré de decirlo, busquemos del Señor Jesucristo, busquemos de Dios para arrepentimiento de nuestros pecados, porque no sabemos el año, el mes, ni el día ni la hora; de la venida del Señor Jesucristo, solo lo sabe el Padre que está en los cielos.
Sigamos el camino de Jesús, porque Jesús es el camino, la verdad, y la vida.
Porque vendrán días donde se buscará hombres de Dios, para que nos hablen del Padre Celestial y de la salvación de nuestra alma, pero no los encontrarán en ninguna parte.
No nos dejemos llevar por las cosas del mundo que no nos aprovecha. Mas bien; aprovechemos que aun podemos buscar a Dios.
No dejes para mañana la salvación de tu alma.