Refugio En El Bosque

Capítulo 4

LA BUSQUEDA DE LA VERDAD

 

El Maestro Lan Qiren suspiró profundamente y respondió con pesar —No estamos seguros de las causas exactas de su enfermedad. Fue un deterioro gradual en su salud, y aunque los sanadores han estado tratando de ayudarlo, hasta ahora no han encontrado una cura. Es una situación preocupante para todos nosotros—.

Jiang Cheng sintió un nudo en la garganta. La noticia de la grave enfermedad de Lan Xichen lo dejó sin palabras y lleno de angustia.

—Lo siento mucho, Maestro Lan Qiren—, dijo Jiang Cheng sinceramente. —No puedo imaginar lo difícil que debe ser para usted y su secta. espero sinceramente que se recupere pronto.

El Maestro Lan Qiren asintió agradecido por las palabras de Jiang Cheng. —Aprecio tus deseos de bienestar para Lan Xichen. Sé que él también valoraría tu preocupación—, dijo con una mezcla de tristeza y gratitud.

Jiang Cheng le pidió si podía ver a Lan Xichen, aunque había habido tensiones en el pasado, la preocupación genuina de Jiang Cheng por el bienestar de Lan Xichen era evidente.

Jiang Cheng se sintió conmocionado al ver a Lan Xichen en ese estado de coma. A pesar de las tensiones y los desacuerdos del pasado, verlo en un estado tan vulnerable y delicado despertó una profunda preocupación y compasión en su corazón.

Se acercó a la cama con cuidado y miró a Lan Xichen con tristeza. Recordó los momentos compartidos con él en el pasado, tanto buenos como difíciles, y se sintió apenado por no haber tenido la oportunidad de reconciliarse plenamente antes de que esto sucediera.

Jiang Cheng se sentó junto a la cama de Lan Xichen y le habló con suavidad, compartiendo palabras de aliento y deseos de pronta recuperación. Sabía que las palabras tal vez no podían llegar a Lan Xichen en ese estado, pero sentía que era importante expresar su apoyo y cariño de todas formas.

De pronto escucho una hermosa melodía fuera de la habitación, abrió la puerta y Jiang Cheng sintió la melodía llamándolo, como si estuviera siendo atraído por una fuerza magnética. Con su corazón lleno de emoción y curiosidad, salió de la habitación de Lan Xichen.

En el pasillo, la melodía se hizo más clara y cautivadora. Cada nota parecía susurrarle secretos y emociones, y Jiang Cheng no pudo evitar sentirse intrigado por su belleza y profundidad.

Sin dudarlo, siguió el camino de la melodía y llegó a un lugar tranquilo en el que la música resonaba con mayor intensidad, hasta llegar a un bosque.

Jiang Cheng se sintió confundido y sorprendido por su repentina aparición en el bosque. No recordaba cómo había llegado allí, ni qué había sucedido desde que salió de la habitación de Lan Xichen. La melodía de la flauta parecía haberlo transportado a otro lugar la sensación de desorientación lo abrumó.

Trató de recordar sus acciones y pensamientos anteriores, pero todo parecía borroso y confuso. —¿Qué está pasando?—, se preguntó a sí mismo, sintiendo una mezcla de preocupación y ansiedad. Se sentía desconcertado por la situación y necesitaba respuestas.

La melodía volvió a sonar, cada nota parecía envolverlo y calmar su corazón agitado. Intrigado por la música y con una mezcla de curiosidad y esperanza, siguió el sonido hasta encontrarse con la persona que tocaba la flauta.

Cuando finalmente llegó al lugar de donde provenía la melodía, vio a un hombre de espaldas, concentrado en la música que fluía de sus manos expertas. La postura del hombre y su manera de tocar la flauta reflejaban una gracia y una destreza que cautivaron a Jiang Cheng.

En ese instante, el hombre se dio la vuelta, y Jiang Cheng se encontró con una mirada profunda y llena de vida. Sus ojos reflejaban una mezcla de sorpresa y calidez, y su sonrisa era sincera y acogedora.

—Huan—, lo llamó Jiang Cheng, sintiendo una mezcla de alivio y confusión al ver a su amigo.

Huan dejó de tocar su flauta y se volvió hacia Jiang Cheng con una sonrisa amable. —Jiang Cheng, qué sorpresa verte aquí—, respondió. —¿Cómo llegaste al bosque?—

—No lo sé—, admitió Jiang Cheng. —No recuerdo venir aquí. Cuando entre en razón ya simplemente estaba en el bosque—.

Huan asintió con comprensión. —Es extraño, pero a veces los caminos que tomamos en la vida pueden ser misteriosos—, dijo —Te he estado buscando—, dijo el hombre misterioso, la voz suave y melodiosa. —Parece que nuestras sendas se han cruzado nuevamente—.

Jiang Cheng quedó atónito al reconocer al hombre que tenía frente a él. Era Huan. El parecido con Lan Xichen seguía siendo sorprendente, ¿Por qué no se había dado cuenta antes?, pero ahora, además, Jiang Cheng podía ver la serenidad y la sabiduría en sus ojos que lo habían impactado la primera vez que lo vio.

—¿Eres Lan Huan?—, preguntó Jiang Cheng, aún sorprendido por el encuentro.

Lan Huan miró a Jiang Cheng con una expresión serena y sincera. Sus ojos brillaban con compasión mientras respondía —Así es, soy Lan Huan. Me alegra verte de nuevo, Jiang Cheng—.

Jiang Cheng quedó atónito por la revelación. Había sospechado que podría haber una conexión entre Huan y Lan Xichen, pero nunca imaginó que fueran la misma persona.




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