Regresa a mi

10. Nueva realidad

Martina estaba llorando e Italia le daba la bienvenida de la misma manera.

A medida que iban recorriendo las calles vacías, miraba hacia todos lados tratando de encontrar alguna similitud entre el paisaje que estaba ante sus ojos y la ciudad que habia dejado. 

-Por favor Gia cambia esa cara - su padre le pasa una mano por la mejilla y ella da un salto y se aprieta entre la puerta del vehículo tratando de poner la mayor distancia entre ese hombre desconocido y ella.

-No me toques - dijo mientras ponia sus brazos alrededor suyo como defensa- Y ya te dije mi nombre es Martina.

-Giorgia - Lucio suspira mientras mira por la ventana las calles familiares de su ciudad- se que ahora estas enojada pero espero que con el paso de los días comprendas mi decisión. Yo soy tu padre y desde que tu madre te separo de mi lado, no descanse ni un segundo hasta encontrarte. Moví cielo y tierra durante 17 años. No me hizo feliz separarte de ellos pero no puedo dejarte ir.

 

Continuaron un rato en silencio dónde solo se escuchaba el ruido del auto al deslizarse por las calles milanesas. Pronto el paisaje cambio y el auto comenzo a moverse dando algunos tumbos.

Martina se asomo por la ventana y vio que atrás habia quedado Milan con sus grandes y vistosos edificios. No tenía ni idea dónde estaban pero suponía que estaban en el medio de un bosque a jugar por la cantidad de árboles que veía. El auto siguió por varios minutos mas que a Martina se le hicieron eternos hasta que Lucio soltó un suspiro y anunció que habia llegado.

.

Se giro para observar como dos grandes rejas de hierro con una especie de escudo se abrian frente a ellos. El auto comenzó a avanzar por un camino rodeado de grandes árboles que impedían ver a través de ellos. Al final del camino, una mansión de estilo toscano con paredes de piedra apareció frente a ellos. Martina se tomo un momento para apreciar la casa aunque quería detestarla: la casa poseia dos plantas y un gran balcón dónde se podía ver todo el camino de entrada. Varias plantas con hermosas flores rodeaban la casa e incluso algunas enredaderas trepaban por los costados hacia las muchas ventanas ubicadas en el segundo piso. Una gran escalera blanca con intrincados detalles llevan a la puerta principal dónde un hombre vestido con un esmoquin estaba parado.

 

Aparto su vista de la mansión y mira a su alrededor , parecia que estaban en el campo ya que alrededor de ella se extendía un gran manto verde con algunos árboles y diferentes tipos de plantas, pero no habia ninguna casa a la vista.

-¿Te gusta lo que ves?- pregunta Lucio detrás de ella y sin esperar una respuesta agrega -Entremos ...todos estan esperando por ti.

-¿Todos?- pregunto sin moverse.

-Sí. Toda la familia está esperando conocerte.

-Podes caminar o le puedo decir a uno de mis guardaespaldas que te cargue - dijo su padre al ver que Martina no se movía mientras ingresaba a la casa.

 

Martina siguió a Lucio a través de la puerta principal y no disimuló su asombro mientras lo seguía a través de una gran galería mientras movía su cabeza hacia todos lados. El vestíbulo estaba repleto de obras de arte de años de antigüedad y no le alcanzaban los ojos para captar cada detalle que la rodeaba.

-Entra - Lucio le indica a Martina una puerta y está la abre mostrando un living dónde habia un monton de desconocidos sentados.

Martina se queda quieta en el umbral de la puerta mientras veía como todos giraban sus cabezas y la observaban.

-Familia -dice Lucio acercándose a ella- Les presento a Giorgia , mi niña por fin está en casa - un gran silencio se extiende en el salón y solo se siente el chisporroteo proveniente de la chimenea- Ven. Te los presentare - dice Lucio.

-Ella es Marenna - comienza Lucio y le señala a una mujer bastante joven de largo cabello pelirrojo .

-Hola Giorgia, qué alegría me da poder abrazarte. Bienvenida a casa - le sonrio Marenna mostrando su perfecta dentadura. Cuando Martina levanto la vista, un escalofrio le recorrio la espalda y supo que debía cuidarse de esa mujer.

-Puedes llamarla mamá- dice Lucio mirando a Marenna y luego a Martina. 

-Nunca - fue la tajante respuesta de Martina pero nadie la escucho , o al menos nadie dijo nada al respecto.

-El es Carlo , mi padre y tu abuelo - Lucio le señala a un hombre mayor, que se levanto con dificultad del sillon con la ayuda de un bastón.

-Hola Giorgia - dice mientras la mira detenidamente - Hemos esperado mucho tiempo para conocerte.

-El es Vittorio - su padre le señala al joven que estaba parado al lado de su abuelo y los dos se miden con la mirada . Era innegable que ellos dos compartían algo de su sangre ya que muchos de los rasgos de Martina se repetían en el adolescente que la miraba con el mismo color verde que sus ojos.

Un carraspeo por parte de Carlo interrumpe el duelo de miradas.

-El es Fabio - continua Lucio parándose al lado del guardaespaldas que habia estado a su lado desde que lo habia visto en Buenos Aires - será tu guardaespaldas y te ayudara en todo lo que necesites. 




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