Regresando al pasado

Capítulo 3: Dafne

Le entrego una taza de té a Jenna. Ella la acepta y me brinda una sonrisa triste.

—Gracias, Daf.

Nadie nos prepara para la muerte de nuestros seres queridos y menos cuando ocurre de forma repentina.

Es triste que haya perdido al esposo unos años atrás y ahora a su hijo y nuera. Creo que su nieta Ambar y saber que su otro hijo viene de camino la han ayudado a salir hoy de la cama, aunque apenas ha comido.

No quiero pensar que tendré que ver a Rush después de todos estos años sin hacerlo, sin embargo, no lo puedo evitar. No puedo huir porque estoy cuidando a Ambar mientras mi madre se ocupa de ayudar a Jenna con el velorio y el entierro.

No importa. Ya pasaron doce años y tal vez sea buena idea verlo para poder dejarlo atrás de una vez y mostrarle que seguí con mi vida y él no es nadie en esta.

El llanto infantil me obliga a abandonar la cocina y subir a la habitación de Ambar para atenderla. La niña está de pie aferrada a los barrotes llorando a todo pulmón. La tomo en brazos y me muevo con ella esperando que se calme. Ella se calma, aunque sigue llorando.

—Ya calma. ¿Tienes hambre? Bueno, vamos por tu leche.

Bajo las escaleras al mismo tiempo que mi madre nos intercepta y me dice que acompañará a Jenna a ver unas cosas para el velorio mañana en casa.

—Volveremos en un rato.

—Tranquila, mamá. Dara está a cargo de la veterinaria. Yo me ocupo de Ambar.

La niña ya dejó de llorar, pero en cualquier momento vuelve a comenzar. Jenna se frena, toma la mano de su nieta y le da un beso y una mirada triste antes de darme las gracias y seguir a mi madre.

Es una mujer fuerte. Muchas en su lugar no tendrían fuerzas para seguir adelante. Ella dice que estaría decepcionando la memoria de su esposo y de su hijo si deprimiera. Se permite llorar y estar triste, lo que es normal.

Me dirijo a la cocina, Ambar se anima apenas ve que saco el biberón del refrigerador y estira la mano. Le explico que debo calentarlo y claro que a ella no le importa o no entiende.

La siento en su sillita y le doy unos de sus juguetes para que se entretenga mientras caliento su leche.

Me da mucha tristeza que se haya quedado huérfana, en especial cuando tenía buenos padres que ansiaban verla crecer feliz. Por un lado, es pequeña y no entiende lo que está pasando. Si bien extrañara a sus padres porque estaba demasiado mimada por ellos. Lo comprobé anoche después de jugar con ella, bañarla y meterla la cama. Buscaba a su mamá y lo dijo varias veces. Aunque se acostumbrará por ser pequeña.

Conmigo se queda porque me conoce, me tiene confianza y sabe que la quiero, al igual que se lleva estupendo con mi amiga Dara, mis padres y con su abuela Jenna. En cuanto a otras personas, no es muy sociable y dada.

—Mamá. —exclama.

Sonrío con tristeza, saco el biberón, reviso que la leche esté a una buena temperatura y se lo tiendo. Ella lo agarra con desesperación y se pone a beber como si su vida dependiera de ello.

Más tarde comerá su papilla.

Saco el celular del bolsillo de mi pantalón y llamo a Dara.

—Oye, todo está bien aquí. Es un día tranquilo y Mark se quedó a ayudarme.

—No te distraigas con su trasero.

Mi amiga suspira.

—Me pides mucho. Estaré bien mientras no se voltee—reímos—. Aunque de frente también es una distracción. Tendría que ser pecado que hombres como él usen pantalones ajustados. —Tú que querías ser monja.

—No quería ser monja… Bueno, sí, pero solo para infiltrarme en su mundo y ver si es verdad que son devotas o pecan en secreto. ¿Cómo va todo por ahí?

—Ambar no entiende nada y Jenna está muy triste, pero sigue en pie. La admiro.

—Y yo. Perder al esposo y luego al hijo y a la nuera. Supongo que le queda el consuelo de su nieta.

—Y de su otro hijo.

—Ese lo dudo. Tengo entendido que apenas habla con él.

—Mi madre dijo que vendría.

—Sí, para el velorio. Puede que se quede unos días para animar a su madre, conocer a su sobrina y luego se volverá a ir. ¿Cómo estás con eso?

Suspiro.

Dara conoce toda mi historia con Rush porque se la conté cuando nos conocimos en la Universidad. Ella no entendía por qué no quería saber nada de citas y criticaba tanto el amor.

Ella no lo conoce en persona, le cae mal debido a lo que me hizo a mí y por como es con su familia.

Yo nunca comprendí por qué se mantuvo distante de su familia. Con su padre tenía diferencias y discutían bastante. Con su hermano se llevaba bien sin ser amigos porque decía que los dos eran muy diferentes. Era cercano a su madre hasta que él se fue y esa relación se cortó, según oí decir a Jenna.

No quiero opinar mucho porque tal vez pasó algo que mis padres y yo no sabemos o quizás Londres cambió a Rush y se convirtió en un ejecutivo importante obsesionado por su trabajo y desinteresado de la familia.



#5 en Otros
#4 en Humor
#17 en Novela romántica
#8 en Chick lit

En el texto hay: bebe, romance, amor pasado

Editado: 29.06.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.