Regresando al pasado

Capítulo 8: Dafne

Me pongo labial y suspiro mirando el reflejo en el espejo. No puedo creer que me haya dejado convencer por Dara para tener una cita con su primo. Todo para no darle la razón con respecto a Rush. No es que él me importe o sienta algo, solo que fueron muchos años de amistad y fue una linda relación hasta que se fue como un cobarde. Hay historia y doce años después sigue presente. Odio que sea así, pero no puedo negármelo a mí misma.  

Muchas veces me pregunté a mí misma que hice mal para que él se fuera de esa forma y me volvía a decir que yo no hice nada malo. Más de una vez quise llamarlo para preguntarle por qué se fue sin hablar conmigo, por qué me dejó hacerme ilusiones con ir a la Universidad juntos para luego clavarme un puñal por la espalda, pero no tuve el valor para descubrirlo.

Sabía que podía llamarlo desde otro número y preguntarle, no sé si él me hubiera respondido o colgado, sin embargo, podría haberlo hecho. No lo hice por miedo a su respuesta, pues prefería vivir en la ignorancia.

Luego apareció Leo y me ayudó a dejar eso atrás. Y ahora Leo no está y a medida que pasa el tiempo siento que olvido cosas de él. Y Rush regresó y planea quedarse un tiempo.

Sacudo la cabeza, me alejo del espejo y agarro mi bolso. No tengo que pensar en Rush. Él no merece ningún pensamiento de mi parte.

Observo el portarretratos de Leo mientras guardo mis cosas, preguntándome si debería sacarlo.

El primer año de su muerte fue difícil porque estaba acostumbrada a él, a nuestra rutina y esta casa la habíamos elegido juntos. Hice la decoración contando con su opinión, sin embargo, había demasiados recuerdos, así que hice algunos cambios y saqué las fotos. Las únicas fotos que dejé son la de mi oficina del día de nuestra boda y un retrato de él de su lado de la cama.

Me planteé la posibilidad de vender la casa y comprar otra para comenzar desde cero, tal como hizo Jenna después de la muerte de su esposo, no obstante, no tuve el valor para hacerlo. Además, Jenna la vendió porque era demasiado grande para ella sola y no es el caso de esta casa. También hay buenos recuerdos.

Miro la mano izquierda donde tengo el anillo de boda. El de compromiso está guardado en una caja porque es incómodo usarlo, pero no tuve el valor de quitarme el anillo. Dara dijo que debería hacerlo y mamá me aconsejó no apresurarme, dijo que le hiciera cuando me sintiera lista o me enamorara de nuevo. Claro que le dije que no creía volver a enamorarme. No hablo de no volver a tener pareja, sino de enamorarme de alguien. Me enamoré de Rush y me rompió el corazón. No estoy segura si llegué a enamorarme de Leo o solo lo amaba, pero su ausencia fue un gran dolor. No quiero pasar de nuevo por eso.

Deseo tener un hijo y en estos tiempos no se necesita a un hombre para eso.

Bimba aparece meneando la cola y Kath, mi gata tuerta rescatada, duerme tranquilamente en el sofá sin prestar atención.

Me apresuro a la cocina, Bimba revolotea a mi lado pidiendo comida, así que lleno su cuenco. Apenas lleno el de agua, Kath aparece y se franelea en mis piernas pidiendo comida también, así que le doy a ella también.

—Bien, niñas. Mami se va a una cita. Pórtense bien.

Al principio no llegaron a conectar. A Bimba la adopté dos meses después de la muerte de Leo. Fui a llevar flores a su tumba y ahí estaba ella, sucia y con la mirada cargada de tristeza. No lo pensé dos veces y la llevé conmigo. Al principio solo iba a darle paso y encontrarle un hogar porque no tenía tiempo para dedicarle, por eso suelo rescatar y llevar al refugio o ayudar a encontrar hogares a los rescatados, finalmente me conquistó y no pude darla. Kath llegó un año después casi muriendo a la veterinaria. Había sido atropellada y un señor la trajo para atenderla. La dejó y se fue. No creímos que saldría adelante porque estaba en mal estado, pero se recuperó por completo y es una gana saludable sin un ojo. Bimba la amó desde el principio. Kath no tuvo el mismo amor y se pasaba la mayor parte del tiempo oculta hasta que un día regresé y ella estaba acurrucada junto a Bimba. Ahora se llevan estupendo y juegan juntas. Se hacen compañía y a la gata no le molesta quedarse sola cuando me llevo a Bimba a la veterinaria sabiendo que no podré venir a verla en casi todo el día.

Agarro mi celular y río por el mensaje de mi mejor amiga.

Dara: Ponte un conjunto de ropa interior sexy y sacate las telas de arañas. La ex de Jesse dijo que es bueno en la cama.

Dafne: ¿Por qué es ex?

Dara: Jesse dijo que no tenían las mismas metas. Él quiere casarse y formar una familia, y ella está casada con su trabajo. 

Dafne: ¿Hablas con la ex de tu primo?

Dara: No, la vi una vez cuando apenas terminaron y la escuché decirles a las amigas que extrañaba a Jesse en la cama por lo bueno que era. Un datazo.

Dafne: Gracias por la información.

Dara: Te dejo para que vayas a tu cita. Luego me das detalles y espero que sean sucios.

Jesse me llamó para concertar la cita. Lo vi una vez en el último cumpleaños de Dara y él no se acercó pensando que era casada hasta que su prima le dijo que soy viuda. Dijo que pasaría a buscarme, le dije que nos encontráramos en el restaurante, pues podría irme de improviso por una emergencia en la clínica veterinaria. Él entendió porque a su prima suele pasarle eso mismo.



#179 en Novela romántica
#71 en Chick lit
#55 en Otros
#28 en Humor

En el texto hay: bebe, romance, amor pasado

Editado: 20.08.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.