Regulus De Leo

Capitulo 1 (Cumpleaños De Un Cachorro De León)

Antes había pasado el día de su cumpleaños acompañado de su padre, sabe que cuando era un bebe, logro pasar uno junto a su madre.

Ahora… Los celebrará en el santuario, bueno… Más bien junto a su tío Sísifo, que realmente se esforzaba por hacerlo feliz en ese día especial.

Intentando que el entrenamiento fuera mucho más tranquilo, para después ambos con un pastel poder disfrutarlo, aunque en algunas ocasiones El Cid los acompañaba.

Y eso es suficiente para Regulus, se sentía muy querido.

Recibiendo algunos presentes por parte de Rasgado el actual tauro y poder ir unos momentos a Virgo para que Asmita lo tolerara un poco de más, solo por ser su celebración de vida.

Los momentos en que el pequeño Regulus se sentía más como un niño a como un futuro caballero de oro.

Agradable la sensación de tener varios tíos en cierta forma, solo uno de sangre y otros simbólicos, pero sonreía tanto.

No olvida para nada a su padre Ilias, mucho menos a su madre, aunque no estén a su lado, el futuro leoncito dorado sonreía por ellos y para continuar.

Claro que le encantaría seguir de esta forma, pero el deber llama… Haciendo que uno tenga que cambiar sus planes.

Algo que Regulus entendió desde un inicio.

Este año, su tío no podría estar con él en ese preciado día, una misión que duraría dos semanas, a lado de capricornio se debe cumplir.

Sagitario hablo con su sobrino explicándole la situación, pero… Debe sentirse orgulloso de que este no fuera un niño caprichoso o berrinchudo en algo así.

Solo sonrió, asintiendo y deseándole que todo saliera bien en su viaje, y que en ese caso al volver podrían comer el pastel que siempre le prepara.

Sísifo accediendo a esto desde luego, para partir a una semana del día.

Incluso el pequeño, hizo que El Cid prometiera que comería pastel con ambos, al regreso.

Y no se podía resistir a esa sonrisa inocente y además… Quiere estar todo el tiempo posible junto a Sagitario, el cual ya tiene tiempo que ya no mira como amigo.

Y creo que puede ser bueno ganarse al sobrino.

Regulus, había pensado que en esta ocasión podría pasarlo con los otros dos que aprecia un poco más de los caballeros dorados, pero su sorpresa si fue algo amarga, al ver que Tauro, también salió de misión.

Y Amista se encuentra en una igual, pocos días antes de esta celebración.

Se fueron sin siquiera decir nada, aunque no tenían por qué…

Sin más el pequeño leoncito acepto que sería su primer cumpleaños solo.

Muchos caballeros dorados salieron de misión, otros estando en sus templos pero cumpliendo la obligación de alguna investigación importante que no podrían salir de su concentración.

Es un niño que ha vivido alguna parte de su vida ahora en el santuario, sabe que es importante estar atento a estas obligaciones, y que no debe molestar en todo caso.

Además la confianza con otros no es la mejor, podría simplemente llegar y querer tiempo con los demás solo porque sí.

Acepto esto sin más…

No se podría hacer nada.

El día de su cumpleaños, entreno como siempre, con esos ejercicios que su tío le dejo, pero lejos de querer ir a Leo o Sagitario, prefiere encaminarse un rato hacia el bosque cercano, más precisamente al lago.

Si debía pasar su cumpleaños solo, por lo menos hará algo que le gusta.

Y eso es nadar un rato.

Conectarse con la naturaleza, como su padre lo lograba hacer.

Como varias veces que le enseño, pero… Se le dificultaba antes, tal vez… Podría hacerlo.

Sin embargo el juego de chapotear, nadar de un extremo al otro, riendo, lo distrae de ese acto.

Es pleno verano, el sol da su mayor fulgor, los arboles dedicando preciada sombra en algunas zonas del lago, y es refrescante para esos días de calor extremo que se pasan en Grecia.

No parecía que sus energías se fueran a agotar, al contrario es un pequeño niño hiperactivo, que es capaz de entrenar, jugar, nadar y hacer todo eso antes de que anochezca y aun tener anergia para cuando sea la hora de dormir.

Un dolor de cabeza a veces para Sísifo cuando ya debían dormir y Regulus a veces lo despertaba por jugar en el templo de Sagitario.

Pero nada que no pudiera arreglar con un poco de leche tibia.

Sin duda el leoncito tiene comportamientos de un pequeño felino aun.

Después de un rato nadando, por fin sintió la necesidad de ir a la orilla justamente donde su ropa esta esperándolo.

Decidido en ese caso, acomodarse recargando sus brazos e inclinando su cabeza un momento, para descansar un instante y pensar en todo lo que le hubiera gustado hacer hoy.

-Sé que mi tío le hubiera gustado estar conmigo… Pero el deber de un caballero es primero…- Con los ojos cerrados, sintiendo la cálida brisa del verano, golpear su cara y moviendo ligeramente los pequeños mechones que ya están secos.

Su piel bronceada contrasta con los rayos del sol que refleja, secándose en ella el agua del lago.

-No pasa nada… Sé que cuando regrese podemos comer ese delicioso pastel que me hace…- Bosteza, para seguir acomodándose en esa orilla –Y me contara… Su misión… Y será… Divertido…-

Parecía que por primera vez, sus energías se agotan, y da paso a un pequeño descanso, para dormir… Estar aun dentro del agua por debajo del agua y su torso desnudo, golpeado por el sol…

Es una sensación de descansó y muy refrescante que le dan ganas de dormir, solo unos minutos.

Cierra sus ojos, con una sonrisa, pues desde luego quisiera hacer algo más por su día, pero… No puede, no tiene con quien.

O bueno eso pensó antes…

Pues apenas si intento dormitar un poco, un cosmos algo familiar, pero que no había visto en unos días, se hace presente.

Un amigo muy preciado.

Que solo con esto lo hizo sorprenderse, su corazón algo acelerado, abriendo los ojos en automático, dejando ver un denso color azul.

-Creí que los gatos odiaban el agua- Ese tono algo burlesco, los cabellos alborotados de un tono marrón verdoso, sentándose de concluya cerca.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.