Despertó en un lugar desconocido, era frío y oscuro intento ponerse de pie aunque no lo logró, su cabeza daba vueltas. Lo último que recordaba era a su hermana llorando siendo llevada por esas dos mujeres.
—Despertaste —se acercó Danica a la pequeña cama donde yacía la pelirroja acostada—. Dime algo pequeña Merliah ¿Por qué nunca me di de cuenta que eras lo que yo buscaba? —cuestionó la mujer que tomó a la muchacha del mentón.
—¿De que habla? —empero ella confundida—. Suelteme y dígame ¿Dónde está mi hermanita?, ¿quienes son ustedes...?
Ágata intervino, tapando la boca de la princesa —hace muchas preguntas Danica, además aún no entiendo porque me pediste traer a la niña zorro, Areusa ya nos había dicho que quería a la mocosa de cuatro atributos...
—Calla Ágata se lo que hago, ve y ayuda a mi flor y haz algo de utilidad, en vez de estar aquí sin hacer absolutamente nada —dijo la castaña perdiendo la paciencia con el cuervo impertinente.
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Con la esfera de viento oscuro, Mía había logrado deshacer la esfera de energía oscura, Odette aprovechó el momento para acercarse a Areusa y tratar de hacerle entrar en razón.
—Se que tú corazón no es completamente oscuro, se que mi padre cometió muchas faltas cuando eras solo una niña. Hay muchos inocentes Areusa, no puedes medir todo por la falla de algunos pocos...
—¿Y acaso yo no era inocente cuando se cometieron esas injusticias? —dijo la pelinegra molesta—. No eres coherente Odette me pides a mi ser indulgente ¿Pero quién pensó en mi cuando estuve sóla princesa?
—¡Yo lo habría hecho! —exclamó la rubia con lágrimas en sus azules ojos—, incluso si no fueras mi hermana yo te habría ayudado, leí el diario de mi madre se que pasaste por mucho y creeme si yo hubiera estado en ese momento no te habría dejado sola —musitó Odette con la voz temblorosa por el llanto.
Una esfera de fuego fatuo fue en dirección de Areusa, aún así la pelinegra la detuvo en seco.
—Sin Tisha no eres nada —se burló el hada oscura—, aún tu cuerpo podría serme útil, pero esta vez mi objetivo no eres tú, si no uno rico en magia —así cómo apareció desapareció dejando el mismo miasma nocivo.
—Damián ¿Estás bien? —su mirada era fría, con una furia incontrolable que pocas veces he visto en él.
—Melodía tú y tu hermana, refuercen la barrera junto a los magos de Berbendur.
—¿De qué hablaba si no busca a Damián, tampoco está con muchas fuerzas...?
—¡No! —fui rápido a mi habitación cada paso era un momento de pura agonía, esperaba estar equivocada, pero las palabras de Areusa comenzaron a hacer ruido en mi cabeza.
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Danica preparaba un altar, una estrella llena de runas, con una media luna y otra parte con un sol y alrededor del elaborado altar un montón de velas azules, rojas, verdes y cafés simbolizando cada elemento magnífico, por último trajo a la pequeña Clover que aún dormía para acostarla en medio de ese lugar tan extrañó.
Areusa apareció y de inmediato fue con la niña —por lo menos tienes a la mocosa —tocó la frente de la niña y en ella se vió una pequeña marca roja de cuatro puntas—, la niña no es normal cualquier erudito de la magia diría que es la encarnación de un dios, pero solo es una chiquilla con suerte —dijo Areusa con desinterés.
—También trajo a la otra hija de Damián.
—Danica estás loca y yo para que la quiero, no pasó nada cuando te pedí que le dieras la posición que te di ¿Yo para que la quiero? Es decir solo es una niña sin chiste, no tiene nada que me sirva, no me interesa ni siquiera me interesa que por sus venas corra la sangre de él zorro de nueve colas —dijo Areusa con hastío.
—Miré esto —Danica mostró a Areusa el amuleto de amerliah.
—¿Y qué es eso? —cuestionó Areusa con desinterés.
—Es una réplica de un amuleto que...
—Si ya se que es esa baratija apacigua bestias, pero que con eso ¿Qué tiene de importante solo es una réplica, nada importante —dijo Areusa rodando los ojos.
—Si pero está en particular tiene un material distinto, además de un hechizó de sello —agregó Danica despertando la curiosidad de su protegida—, por eso no hubo resultados la última vez que probé con la chica, mi flor esto está hecho de aftrion maldito y tiene un sello poderoso...
—Esta bien ya hablame sin rodeos,no tengo tu tiempo —exigió Areusa molesta perdiendo su paciencia.
—La jovencita tiene el fragmento que usted tanto buscó, pero es parte de ella es como si fuera una virtud otorgada.
—¡¿Me estás diciendo que esa niñita tiene parte de mi magia, pero porque esa bastarda absorbió mi fragmento hasta hacerlo suyo?! —cuestionó Areusa molesta por no obtener respuesta. Hasta que recordó lo que hizo a su madre hace tiempo atrás, cuando quiso hacerse con el control de Tisha la bestia de nueve colas.
—La niña recibió magia y la asimiló por hasta hacerla suya.
—Lo que tome aquella vez no fue la virtud de Melodía, si no el poder del engendro que esperaba ella de mi hermano —dijo arrastrando las palabras Areusa furiosa.
—¿De que hablas mi flor? —preguntó Danica confundida al no entender, a que se refería Areusa con lo que estaba diciendo.
—Hace tiempo tome magia de Melodía, pero ahora noto que lo queble arrebaté no pertenecía a esa mosca muerta, era de la mocosa que esperaba y aún no nacía le quité magia a un hada que aún no nacía, era vulnerable a cualquier cambió; supongo que cuando la incompetente de Ágata dejó el fragmento el núcleo vacío de esa niña, este lo adsorbio como una virtud otorgada.
—Señora ¿Eso es posible? —preguntaba Danica incrédula, por la explicación de su protegida.
—Bueno por lo visto si lo es no veo otro motivo, supongo que tendré que hacerla renunciar a su magia, tal como ocurrió con su madre —dijo Areusa con desden tomando con búsquedad el rostro de la inconveniente joven.
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Buscaba por todas partes y no la encontraba, el desespero iba en aumento.
Editado: 27.10.2024