Sus intentos por soltarse eran inútiles, esas no eran simples cadenas, eran como las cuentas atrapa hadas que usaron aquella vez.
— Malvada bruja, no dejaré que le hagas daño a mi hermana — a pesar del constante esfuerzo no podía soltarse, de aquellas fuertes ataduras impuestas por Areusa, cayó de rodillas cansada de tantos tirones sus brazos ya hormigueaban por estar tanto tiempo en una posición —. ¿Por qué me pasan estás cosas? No Soy como Gael que podría liberarse de esto en un momento, él cuidaría mejor a nuestra hermana yo solo soy un ser incompleto, cómo demonio no tengo control y ahora como hada menos, no sé lo que hago no sé usar magia.
——♡——
Miraba distraída un par de pajarillos cantar mientras hacían su nido — es más divertido mirar como hacen su hogar, que estudiar magia — dijo la pequeña Merliah sentada en el marco de la ventana, abrazada a sus rodillas —. No le veo sentido a estudiar magia si no tienes ¿Que función hace? — musitó la princesa en un semblante desanimado, algo poco común en Merliah.
— Lía llevo mucho tiempo esperando cielo las lecciones ya comenzaron...
— No quiero ir madre —Habló la pequeña pelirroja desvíando la mirada, no quería enfrentar a su madre ya estaba cansada de la misma conversación.
— Princesa dime ¿Ocurre algo? O es...
—¡Es lo mismo de siempre madre! — respondió exasperada la niña —, no tengo magia mamá, no puedo y nunca podré conjurar un hechizo porque nací vacía y antes que digas que aún no he despertado atributos, o virtudes, o lo que sea aceptalo pues eso no pasará — refutó la niña prevenida al argumento que su madre siempre alegaba—. Ya madre no te engañes a ti misma, ni quieras engañarme a mi alimentando falsas ilusiones de que un día de la nada despertaré y en mi espalda estén un par de hermosas alas como las tuyas, sabés que eso no pasará yo soy como mi padre — dijo bajando del alféizar.
— Merliah espera...
—¡No! — prorrumpió molesta dándose la vuelta, quitó el amuleto de su cuello y momento después sus rasgos de demonio se hicieron presentes —, mira madre, mira bien lo que soy ve con Gael él si necesita lecciones — sin decir más volvió a colocarse su amuleto dejando a su madre atrás.
——♡——
— Todos somos especiales — dijo derramando algunas lágrimas, al recordar las palabras de su madre —, solo eran mentiras Gael es especial, Clover también lo es y solo es un bebé yo, yo solo soy un desastre indefinido — se dijo a si mismo agotada de nadar contra la corriente, lo que más le enfurecía de aquella situación era no poder proteger a su pequeña hermana como se lo había prometido a su madre que lo haría.
..........
— Fabián — llamó el rey al muchacho, que ajustaba la montura de un grifo de color ceniza.
— Si majestad —respondió el pelinegro poniendo atención, al rey—, se que tiene usted reservas con este asunto...
— Lo que quiero saber es que piensas hacer, debilitar la barrera en caso de que lo que digas sea cierto ¿Cómo piensas enfrentar a lo que te consigas? Con espada no es suficiente.
— Lo entiendo majestad yo no poseo magia, pero usted tampoco y según se se ha enfrentado a guerras con fuertes criaturas mágicas, los humanos nos defendemos con aftrion majestad y usted lo sabe.
— No creo que sea suficiente con eso muchacho — habló el rey con sinceridad, la experiencia por años de conflictos le mostraron que que a veces el aftrion no era suficiente.
— Ya es hora majestad, debemos irnos — dijo el principe montando a Casio—, debemos aprovechar la luz del día.
Salió de sus cavilaciones, montó al grifo de grisáceo pelaje y emprendió el vuelo guiado por el principe de Euldor. Solo esperaba encontrar a sus hijas sanas y salvas y darle fin a la maldad de su media hermana.
..........
— Me estás diciendo que el principe arrogante, convenció al rey de ir a ese bosque, le dije que era peligroso ir, que por aire no disminuye el peligro, la mandrágora negra también es un peligro — comentó Axel con cierta molestia con la actitud irresponsable del principe.
— Me parece romántica la actitud del principe — refutó Mía con voz soñadora —, está preocupado por mi prima Merliah es su prometida después de todo, él sólo está preocupado por su futura reina.
— Es un arrogante prepotente, solo quiere ganar indulgencias ante los reyes, no es que le importe Merliah, solo piensa en si mismo y como hacerse con la corona — finalizo Axel su dictamen en cuanto a su opinión sobre el principe Fabián de Euldor.
Mía caminó apresurada hasta quedar frente al castaño — Axel dicho así parece que más que preocuparte por el rey y el principe en esa búsqueda, te molesta la iniciativa de Fabián, él solo quiere salvar a mis primas de la maldad de aquella cruel mujer — respondió la hija de los duques molesta por la actitud de su prometido—, parece que te diera celos que alguien más rescate a Merliah...
— Mía ¿Estás escuchando las tonterías que estás diciendo? Aquí no importa quien salve a las princesas, lo importante es que ambas princesas salgan airosas...
— Entonces deja que el principe intente, quizás su plan tenga exito y ambos regresen con mis primas al palacio — espetó Mía molesta sabía que el castaño estaba consumiendose en sus celos, no se molestaba en ocultarlos, sus ojos se cristalizaron a causa de las lágrimas acumuladas—. Al menos disimula un poco que estás retorciedonte de los celos, admite que eres tú quien quiere ser como siempre el caballero de brillante armadura que una vez más salvará a su princesa — dijo Mía herida por la actitud de Axel, el castaño intento detenerla pero ella se safo de su agarre corriendo sin mirar atrás.
Suspiró cansado sintiéndose mal consigo mismo, lo menos que quería era lastimar a Mía, se había dejado llevar nuevamente por sus instintos, aunque de cierta manera Mía tenía razón moría de celos, pero debía guardar distancia ante Fabián, él principe era el elegido para Merliah.
Recordó las palabras de su abuela Azalea, en cuanto a la ubicación de las princesas. "Esas dos criaturas son ocultas, por un poder que no es de este mundo y con solo tener visiones, siento el miasma quemar mi garganta y ardor en mis ojos — Azalea respiraba con dificultad —, quizá estén usando algún tipo de magia arcana".
Editado: 27.10.2024