Desde que fue vendida y dejó Calaría, su única familia fue su señora Areusa, quizás era demasiado atrevimiento considerarla una madre, pero la pelinegra de ojos violáceos así lo veía era leal a su señora y solo quería verla felíz, lo que hizo, fue por el bien de su señora, cada vez estaba más segura de que lo que Areusa pretendía hacer no terminaría nada bien.
— ¡Estás loca! — exclamó el rey aterrado por la crueldad de Areusa, atacar así a alguien que solo quería frenar su camino a una muerte segura, intentó usar su brazo para atacar al hada de oscuridad pero el dolor en su brazo fue más fuerte.
Merliah miraba estupefacta cómo Areusa había hecho aquel hechizo, para atacar al cuervo, que era su fiel siervo. Ágata no se defendió, no clamó por misericordia, solo se quedó ahí resistiendo hasta que ese hombre de espada negra fragmentó la esfera del manto umbrío de Areusa hasta romperla y liberar a Ágata.
— Merliah —musitó Ágata poniéndose de pie con dificultad, pero logrando su objetivo de levantarse—, niña salvate mientras puedas, mi señora está corrompida y no le importa a quien se lleve por el medio — advirtió el cuervo a la princesa pelirroja.
— ¡No es cierto! — replicó la joven pelirroja — Areusa solo quiere defenderse de gente mala, cómo ese zorro y traidores como tú — señaló Merliah de manera acusadora a Damián y a Ágata.
— Lía — musitó Damián aturdido por lo que su hija decía, esa definitivamente no era su pequeña Merliah.
— No es un amor la pequeña Merliah, Damián mira que lealtad tiene —dijo Areusa con mofa —, bien dicen por ahí cría cuervos y ellos te sacaran los ojos — mencionó Areusa con doble sentido atacando a Ágata nuevamente, con un ataque de su oscuridad.
De un momento a otro Areusa dejó de atacar a Ágata, su expresión era desconcertada sus ojos eran turbios — Merliah ve por Danica y dile que ya es hora, pronto el eclipse estará en su punto.
La pelirroja asintió fue veloz para cumplir el encargo de Areusa.
Damián intentó seguir a su hija pero Areusa se lo impidió, arrojándolo con fuerza contra una pared —¿Creíste que podrías conmigo? — se acercó al maltrecho pelirrojo aprisionado contra la pared, le tomó del rostro disfrutando de su expresión de frustración —, mala idea hermanito no tienes lo suficiente para enfrentarte a mi, tu poder demoníaco es fuerte si, pero no hay comparación entre la virtud de un hada y el grotesco poder demoníaco de un zorro. Sin Tisha eres un zorro común podría matarte en este momento, pero quizás me sirvas más adelante.
— ¿Eso crees? — preguntó Damián esbozando una risa burlesca —, porque no te ves muy segura y conozco a muchas perras como tú, que solo ladran pero cuando su momento acaba caen muy fuerte de sus delirios, cómo el fruto podrido de un árbol que nadie comió y eso eres tú, una maldita perra que ahora ladra, pero cuando me libere te matare yo mismo será divertido arrancar tu cabeza...
El pelirrojo soltó un quejido, pues Areusa, clavó una daga pequeña en su herida — eso servirá para que dejes de molestar por un momento pequeño hermano.
— Que ilusa eres soy un demonio, en minutos está herida será nada —replicó el zorro sin dejar de reír.
— Eso lo se pero esa daga en particular, está cubierta con un potente veneno paralizante, cortesía de mi querida Ágata dentro de poco sentirás todo tu cuerpo entumecido, tu respiración será afectada y tus sentidos comenzarán a afectarte y morirás, si te necesito te dejaré vivir si no, pues morirás lentamente y sabes la última fase de ese veneno, ocasiona, un fuerte dolor en tu pecho en dónde desearas morir, antes que seguir soportando el agonizante dolor.
La pelinegra se marchó riendo sardónica, disfrutando ver a su hermano derrotado.
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Arrodillada ante la tumba de sus padres, oraba por un poco de luz en medio de tanta oscuridad, sus mejillas estaban empapadas y sus ojos hinchados y enrojecidos por tantas lágrimas derramadas, nunca imaginó que su familia atravesaría tantas desgracias — padre, madre por favor ayuden a mi hermana a traer a Merliah y a Clover de nuevo, has que Areusa consiga paz en su perturbado y resentido corazón.
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Los hermosos girasoles de aquella acuarela se veían tan reales, Areusa miró a la pequeña rubia, que aplicaba cada color con soberbia maestría.
La princesa se detuvo al escuchar, un suspiro de asombro proveniente de la baronesa de Moon Black.
— ¿Por que te detienes? Sigue — dijo Areusa acercándose a Odette.
— Gracias lady Areusa, mi pintura es bonita, pero no sé compara con su hermosura. Fresia es afortunada por tener tan bella baronesa.
— Gracias alteza.
— ¿Me permite pintarla en un retrato? Prometo esforzarme.
La pequeña rogaba juntando sus manitas.
Areusa lo pensó unos momentos pero luego de un momento; terminó aceptando ser retratada por la princesa.
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— Se que mi pensamiento es ingenuo, pero cuando Areusa me salvó la vida, ví que había un poco de bondad en su corazón, me salvó arriesgando su vida era aún una niña pequeña, pero recuerdo todo con claridad. Madre se que tú viste lo mismo que yo ví en ella.
— Mi lady lleva aquí toda la noche, sus labios están morados, el frío de la noche es fuerte de seguir así enfermará alteza...
— Eso ahora no es importante soldado Mondragón, lo que importa...
— Le aseguro que a los reyes les va a importar mucho si usted enferma princesa, a mí me importa mi deber es protegerte —dijo el soldado dejandose llevar por sus sentimientos, con su magia tomó la capa de la princesa que yacía a su lado tirada, se la puso y ella le dió una mirada furtiva aún arrodillada.
— Gracias — musitó Odette, luego junto sus manos en una última oración, se puso de pie luego hizo una reverencia a la tumba de sus padresv— Pio gracias por no dejarme sola, se que es tu deber escoltarme, se que la reina te lo ordenó, pero para mí eso tiene mucho valor.
— Aún si la reina no me lo hubiera pedido, yo buscaría la manera de protegerla alteza, usted es muy importante para mí —Pio ya no podía seguir callando sus sentimientos—, se que después de lo que diré usted ya no querrá...
Editado: 27.10.2024