Eileen.
— Hola pequeña — levantó la mirada de la computadora para encontrarme con el bello rostro de Apollo.
— ¿Cómo está el príncipe de Medrea? — él enarca una ceja y sonríe.
—Cabreado — rodea mi escritorio y me da un beso en la mejilla, siento que está me ha quedado hormigueando, las piernas temblando pero todo lo disimulo con una gran sonrisa — Cómo sabrás por los periódicos me tienen como todo un bueno para nada.
—Ambos sabemos que no lo eres — Apollo se encoge de hombros.
—Mi padre quiere que empiece a hacerme responsable — pone los ojos en blanco —Sé de negocios pero el consejo de ancianos mucho interfiere.
—¿Y tía Pythia que dice?
Sonríe con ironía.
—Mamá no deja de darme sermones acerca de que debo ser un hombre de una sola mujer, que debo seguir el ejemplo de papá que sólo tiene ojos para ellas. Como si mi padre tuviera opción de mirar a otra mujer, mamá lo despellejaria vivo.
—Tú padre tiene opción Apollo, sólo que Mika ama a tu madre y no tiene necesidad de buscar a otra mujer.
—Creo que tú y mi hermana leen las mismas novelas románticas.
— Karissa y yo vemos el ejemplo de nuestros padres.
Apollo suspira.
—Bien pequeña, iré a trabajar, Graco me despedirá si no me ve haciendo mi labor.
— Apollo — él asiente —No soy ninguna pequeña, tengo 24 años.
Me mira sorprendido.
— ¿Tan rápido ha pasado el tiempo? — desvió la mirada por que me doy cuenta que él no ha notado los cambios que he vivido, me quitaron los frenillos, gané la lucha contra el acné.— Bueno mi querida prima, para mi siempre serás como mi hermanita menor.
Sonrió luego de haberme enterrado el cuchillo en mi corazón... su hermanita pequeña... Cerré los ojos y sobe mi cien.
Trate de dejar esas palabras en el fondo de mi mente y dedicarme al trabajo, al final del día me sentía agotada.
Apague la computadora y tomé mi bolso. Dimitri venía saliendo de su oficina, su sonrisa era cálida pero su mirada era cansada.
—Me doy cuenta que caes de sueño — él asintió y metió las manos en sus bolsillos.
—Estoy tratando de ponerme al día, hay muchas cosas pendientes — presionó el botón del ascensor, cuando entramos y la puerta iba a cerrarse, Apollo entró.
—Chicos — recostó su espalda en la pared del ascensor y cerró los ojos.
—Me imaginó que no vas a tu departamento a dormir — abrió los ojos ante las palabras de Dimitri.
—Supones bien, he decidido no nadar contra la corriente — dejó de revisar mis redes sociales ante las palabras de Apollo, aunque mi mirada sigue en el móvil.
— ¿A qué te refieres?
— El consejo de ancianos buenos para nada, se han atrevido a amenazarme que si no me reformó y busco una novia para convertirla en mi esposa, el trono será para un familiar lejano de papá.
— ¿Pero por que tanto apremio con el trono? Mika está sano, joven aún.
—Mi padre la cago, aceptó hace muchos años atrás la propuesta del consejo de ancianos, que su heredero subiría al trono a la edad de 30 años para que Medrea no se atrasara en tecnología por las ideas de un rey viejo.
—Aún faltan dos años para que cumplas 30 años.
— Es que el asunto es que para subir al trono tengo que tener un año de casado.
Mi corazón se detiene ante las palabras de Apollo.
— ¿Qué harás? — Dimitri pregunta.
—Conocer a buenas chicas, debo pensar en mi pueblo, mi padre nos enseñó a Karissa y a mi a amar Medrea, un familiar lejano no la cuidará a Cómo se debe.
— ¿Qué te hizo cambiar de opinión? En la mañana estabas molesto.
— Hable con Altaír, él me contó los requisitos que puso el consejo de ancianos hace muchos años pero papá y mamá no me lo habían dicho por que no deseaban presionarme a un matrimonio sin amor, pero no estoy dispuesto a perder Medrea, es mi hogar.
La puerta del ascensor se abrió en el sótano, salimos e íbamos en silencio.
— Altaír me comentó que en Atenas está de visita una princesa rusa —giró mi rostro para ver a Apollo, mi corazón sangra al saber que está vez puedo perderlo para siempre — En mi nombre la invitó a cenar y ella aceptó.
— Esperó todo salga bien Apollo — Dimitri le da una palmada en la espalda — No te apresures acerca de la esposa que buscas, tiene que amar a Medrea.
— Lo sé, esto es un secreto. No quiero que la prensa se enteré que estoy en busca de esposa. Ya suficientes escándalos he tenido. Espero que la princesa Katerina sea agradable — se acercó a mi y me sonrió para depositar un beso en mi mejilla — Buenas noches princesita.
— Buenas noches — desvié la mirada hacia otro lado, sentía que mis ojos escocian, era duro verlo en las revistas con una mujer diferente pero sabía que no era algo serio y aún tenía esperanzas pero ahora era distinto en cualquier momento Apollo se casaría para salvar la isla.
Me despedí de Dimitri y subí a mi auto. Si Apollo y Katerina congeniaban podía pasar lo que siempre temí, que él tuviera una novia y luego una esposa.