Reina del caos

3

Emma Bennett

Al parecer la cafetería esta relativamente tranquila ahora mismo.

Estoy sentada en una de las mesas del fondo que está escondida entre dos pilares.

Los papeles esparcidos por toda la mesa son uno de los motivos por los que me he sentado aquí.

Eso y para esconderme de todos.

Todavía no me puedo creer que hayan pasado dos semanas desde que Lucas llegó al instituto.

Y con el un nuevo aire a mi vida.

Por lo que he visto Lucas se ha integrado bastante bien en el equipo de baloncesto.

Aunque cuando no esta entrenando en algunas clases esta pegado a mi como una lapa.

Todavía me sigo preguntando porque no se ha alejado de mi como el resto del instituto.

Porque estoy segura de que le han llegado rumores sobre mi.

Lo más raro de todo es el como actúa la gente cuando el está cerca.

Es como si temieran que explotará en cualquier momento.

Este donde este la gente lo mira con temor apartándose de su camino cuando tiene intenciones de pasar por algún sitio.

Y a mí solo me causa gracia ya que debajo de ese aspecto duro y frío y ese aura de peligro que parece acompañarlo se esconde un Lucas totalmente diferente cuando no hay nadie delante.

Frunzo el ceño intentando comprender que significa lo que estoy leyendo.

Aunque verdaderamente me es imposible.

De repente un vaso aparece justo delante de mi cara sobresaltándome.

Genial ya me ha encontrado alguno del grupito de Jessica.

Levantó la cabeza asustada y pongo mala cara cuando me encuentro de frente con los ojos grises de Lucas que me miran tan intensamente como siempre.

---Me has asustado--- me quejo tratando de calmar mis pulsaciones.

Lucas se limita a encogerse de hombros lanzándome una sonrisa de medio lado burlesca.

---¿Que estás haciendo? ---su voz grave resuena en todo el espacio chocando con las columnas de cemento.

---Trato de entender lo que quieren decir estos apuntes--- le contesto señalando la mesa repleta de hojas.

Lucas suspira con aburrimiento arrancandome de las hojas de las manos sin previo aviso.

Miro malamente como comienza a leer la roja con rapidez.

Es demasiado frustrante ver cómo además de ser egocéntrico con aires de superioridad también es un maldito genio.

Literalmente no necesita atender en clase para aprobar todo con buena nota y sin esforzarse.

Levanta una ceja en mi dirección con burla--- antes de tenerme las hojas de nuevo.

---Eso lo entendería hasta un niño de preescolar, Bambi--- dice recostandose en la silla.

Lo miro malamente escuchando el mote que ha decidido ponerme, pero el solo se dedica a dedicarme una sonrisa que no alcanza sus ojos.

Por suerte divina la sirena sirena toca y me levanto comenzando a recoger todos los papeles guardando los en mi bolso.

Lucas también se levanta dirigiéndose a una de las papeleras que está cerca tirando el vaso de cartón antes de esperarme.

Es curioso que con una de las pocas personas que mantenía una especie de amistad dentro de este instituto, por no decir la única, era conmigo.

Lo veo esperándome en la puerta del comedor de brazos cruzados y me acerco a dónde está comenzando a andar hacia nuestra próxima clase.

El director Harrison había puesto nuestro horario casi idéntico a diferencia de algunas horas que eran las que Lucas utilizaba para entrenar.

Cuando llegamos a la clase ambos entramos y Jake, uno de los compañeros de equipo de Lucas se nos paró.

Mejor dicho le paró, ya que me ignoro olímpicamente.

Jake era alto, rondando el metro ochenta y dos, con el pelo castaño claro y los ojos verdes que parecían brillar de travesura.

---Hey Lucas, ¿Te sientas con nosotros?--- le pregunto con una sonrisa amigable.

Lo ignore dirigiéndome a mi sitio en silencio dejando que ambos hablarán.

---Estoy bien en el sitio en el que estoy--- escuché que le contesto Lucas en un tono serio.

Contuve la sonrisa mientras dejaba mi mochila en el suelo sentándome en mi sitio.

Varios segundos después Lucas apareció a mi lado sentándose tranquilamente en el asiento que estaba justo a mi lado.

De reojo ví a varios del equipo de baloncesto hablando en la fila de al lado a un par de asientos delante de nosotros.

Volví a mirar a Lucas que parecía estar sentado tranquilamente en su sitio.

---Si quieres te puedes ir a sentar con los del equipo de baloncesto--- digo cortando el silencio--- Por mi no hay ninguno problema.

Lucas levantó la cabeza mirándome totalmente serio como de costumbre cuando estábamos en público antes de sonreír de medio lado.

---¿Y perderme tu cara de ciervo perdido en mitad de la clase de matemáticas?--- resopla en una risa baja--- Jamás me perdería eso.

Entorno los ojos recostándome sobre mi mesa mientras el profesor entraba en la clase haciendo que todo el mundo se quedara en silencio de golpe.

Un par de horas después camino junto a Lucas dirigiendonos a la salida del instituto.

Mientras caminamos siento como las ganas de llegar a casa aumentan para poder echarme a dormir durante toda la tarde.

Cuando llegamos a la puerta del instituto Lucas se gira para mirarme.

---Esta tarde pasaré a recogerte para hacer el trabajo juntos--- dice cortando el silencio.

Lo miro frunciendo el ceño desconcertada.

---¿Que trabajo?

Lucas levanta una ceja algo divertido.

---El de la señora Miller--- dice con un tono obvio que roza la burla.

---¿Vamos a hacerlo juntos?--- preguntó más sorprendida de lo que me gustaría.

Lucas entorna los ojos como si estuviera ofendido.

---¿Con quién más pensabas hacerlo Emma?

No puedo evitar sonreír cuando intenta parecer ofendido pero solo le sale un mueca rara que no se exactamente lo que es.

---Tenia pensado hacerlo sola--- contesto encogiéndose de hombros.




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