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Adel Black

"Amber es Sinónimo de Problemas y Secretos, Oscuros Muy Oscuros."

Joder todo lo tengo que hacer yo porque el inservible de mi primo no sirve para una mierda, todo lo que se le pide termina haciendo un cagadero que nos arrastra a todos juntos al mismo pozo y eso me está molestando en niveles cósmicos. Sigo golpeando y pateando el saco de boxeo que tenemos en el cuarto de internado ¿Lo peor? No sé porque mierda estoy tan emputado. Le empotro otro golpe al saco tan fuerte que este se rompe causando que la arena caiga a mis pies como una cascada.

Tengo la respiración agitada y ver como Aron entra con una estúpida sonrisa en el rostro me pone peor, este viene silbando, pero al ver el desastre de arena queda a medio camino y la sonrisa se le borra quedando su típica cara de culo que le muestra a todo el mundo-menos a las tipas que se quiere follar-este tensa la mandíbula y deja con mucha paciencia su mochila en el sofá de la sala.

«Genial, nos ganamos un sermón de papi Aron.»

Me muerdo en labio inferior para que no se me note la sonrisa que se plasma en mi rostro al oír las ocurrencias de la voz de mi cabeza, mamá solía decirme cuando le decía que estaba loco que era mi conciencia y que le hiciera caso solo en las cosas buenas, pero esta Hijueputa voz solo cosas malas me dice, con el tiempo empecé a acostumbrar a esa maldita voz.

Saco mis pies causando que la arena se desparrame aún más por el suelo del pasillo, eh dado en el clavo, veo como se tensa de pies a cabeza lo que muy pocos saben es que el señor perfecto es un obsesivo con la limpieza y el orden, dura tres horas lustrándose la polla de quince centímetros.

«Tu bien sabes que no es así Adel.»

Maldita voz vete al infierno.

Se me lanza encima y el da el primer golpe que da de lleno en mi ojo.

«Uhhh, eso va a dejar marca.»

Yo no me quedo atrás y le lanzo un rodillazo a las costillas él se separa de mí y ahora soy yo el que se le va encima, siento como el estrés va desapareciendo dándole paso a la ira y está ya tiene su objetivo en el cual explotar. Seguimos peleando un buen rato no se la verdad solo que con el paso del tiempo uno que otro jarrón, vasos y botellas de Whiskey terminaron en el piso junto con nosotros, me duele el ojo al igual que las costillas, me siento a horcadas sobre Aron y le empiezo a repartir golpes por todo el rostro...uno, dos, tres, diez, quince la verdad perdí la cuenta al momento que nos separan.

Un muy molesto Cameron me fulmina con la mirada y yo solo trato de soltarme de la persona que me está agarrando al momento que el grita:

—¡PERO A VOSOTROS QUE OS PASA, SOIS UNOS PUTOS CRIOS O QUE MIERDA!

Yo me safo del agarre de ¿Nate? Si la ira se estaba hiendo ha vuelto a mí con más fuerza y más ganas de estrangular al tipo que tengo tras de mí, al punto que le grité a la primera persona que vi y la ganadora fue Sally que se queda anonadada con mi grito y hace que todos centren su atención en mi:

—¡PERO QUE COÑOS HACE ESTE MARICON AQUÍ!

Veo como Nate aprieta la mano y se contiene de sacar a relucir lo maldito que puede ser veo cómo ve de reojo a Aron y eso me da muy mala espina.

—Puki...cálmate solo vino a pagar.—Me tenso de pies a cabeza ante la mención de ese mote tomo a Sally del cuello y la pego contra la pared que tengo detrás.

—Nunca...escuchame muy bien en tu maldita vida de porquería me vuelves a decir ese mote de mierda.—Aprieto mi agarre al punto que la veo ponerse morada, veo la intención de los presentes de acercarse pero saben que no les conviene.—¿Entendiste?

—Porque no puedo...acaso no...la has...superado...te sigues...acordando de Na...

Sus palabras quedan en el aire con el estruendo que se escucha cuando la puerta es azotada fuerte mente, suelto a Sally está se pone a tomar aire como una loca, volteo mi mirada hacia el lugar para encontrar a un Zack con el pelo rojizo pegado a la frente por el sudor, manchas de pasto en la ropa y la respiración como si acabara de correr un maratón.

Todos no le quedamos viendo a la espera de que hable, pero como no puede por el agite esperamos a que se recomponga.

Luego de los diez minutos más largos de mi vida él está listo para hablar, pero el grito que se escucha en el pasillo nos desconcierta a todos en niveles extratospicos, ya ni un puñetero sábado se puede estar en santa paz. Salimos corriendo y la escena que me encuentro me deja pasmado en mi sitio al ver a mi hermana Tabita, no me sorprende ver que la que grito fue Nelly, y además somos los únicos en el internado los demás se fueron a pasar el fin de semana con sus familias, nosotros somos a los únicos que nadie quiere en sus casas.

Le lanzo una mirada asesina a Zack al momento que lo tomo por el cuello de la camisa y espero a que hable:

—La expulsaron del Colegio de Tokio porque casi mata a una tipa...se supone que llegaba el lunes...eso era lo que te iba a decir no sé cómo pasaron de la entrada al pasillo.

—No podías llamar no tienes un jodido móvil.—Le reclamo.

No le doy tiempo a responder porque lo suelto de mala gana y voy a por la loca de mi hermana, veo como está al ver que Amber le lleva ventaja saca su preciada daga de oro, Nelly vuelve a chillar como loca, veo como Tabita se lanza sobre Amber, pero esta da una vuelta de ciento ochenta levanta el pie y le patea la mano a mi herma luego de eso le sujeta la mano se impulsa sobre el cuerpo de ella y le dobla la mano haciendo una rara técnica.

Mi hermana abre sus ojos al límite y sonríe le dice algo que no logro llegar a comprender por la distancia, veo como Amber asiente y la suelta la ayuda a pararse hacen un raro saludo Japones se despiden y veo como Amber y Nelly se pierde en los pasillos del desolado internado.

—¡Hermanitooooo!—Tabita alarga la "o" y veo como me viene a abrazar llena de sangre que le sale de la nariz.—¿Como va tu vida?