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Amber Santorini

"Uno a Uno Van Saliendo los Demonios de la Reina Italiana."

Ver a Tabita no fue algo muy lindo la verdad y que me reconociera lo hizo peor; pensé que se olvidaría de mi luego de tres años de no vernos desde que abandone la academia del maestro Yukimura, y que dijera mi apodo no me hizo mucha gracia solo en Tokio conocen la verdadera identidad de la Reina Italiana. Suelto un sonoro suspiro al momento que mi móvil suena con el mensaje de un número desconocido:

Desconocido: Espero que tu estancia mi querida reina sea muy placentera.

Un escalofrió me recorre todo el cuerpo al leer ese mensaje quien mierda me puede escribir y saber mi apodo, Tabita no porque ya me escribió como consiguió mi número no me importo mucho, pero este mensaje me preocupa y mucho, me pongo el móvil en el labio como una manía que tengo cuando estoy nerviosa y a los minutos vuelve a sonar causando un respingón de mi parte:

Desconocido: Si quieres saber el secreto de tu familia ven al auditorio.

¿Sería muy estúpido de mi parte ir? No me doy tiempo a responder por qué pongo en un santiamén mis tenis y abro la puerta, Nelly sale del cuarto, pero por la estúpida sonrisa que tiene deduzco que está hablando con Cameron. Cierro la puerta muy suave y cuando estoy afuera echo a correr, pero está vez cuando llego a las escaleras me tiro por el barandal, llego y echo a correr al auditorio.

Cuando llego todo está oscuro y entro con el corazón en la garganta, la puerta se cierra abruptamente y pego un grito que una mano enguantada calla al posarse en mi boca.

«No eres más estúpida porque no eres más grande.»

Me remuevo tratando de soltarme, pero me sujetan de la cintura y un escalofrió me recorre toda la espina dorsal, quita su mano de mi boca y me voltea para empotrarme en la puerta, el aire sale de mis pulmones por el fuerte impacto que recibo, pero no hago ningún movimiento al sentir algo muy puntiagudo en mi cuello. El agarre en mi cintura se intensifica mientras veo una luz roja en su cuello la poca iluminación que hay no me deja ver quien carajos es y al decir algo y que lo que suena sea una voz robotizada me confirma que no quiere que sepa quién es:

—Cuando me dijeron que la Reina de Italia y la hija de los mafiosos más peligrosos y con más secretos estaba en España fue como si me ganara la lotería.

«¿Sera este nuestro sombra?»

Vete al carajo ¿Sí?

—¿Quién mierda eres?—Digo al ver que su voz se distorsiona.—¿Por qué ocultarte tras una voz robotizada?.

—Para protegerte.—Me dice a lo que suelto una carcajada sin gracia.

—Mira qué casualidad Sombra le decía lo mismo a Isabella White y mira como termino todo.

—Solo que yo no quiero meterme en tus bragas pequeñuela.—Quedo estática en mi lugar como si hubiera visto al mismo diablo en persona.—Ahora a dormir Amber.

Siento un piquete en el cuello y como mis ojos se van volviendo pesados y es como si volara en las nubes me toman y me tumban en las butacas del auditorio y lo último que veo son unos ojos idénticos a los de mi familia, junto a un beso en mi frente y luego de eso la oscuridad se apodera de mi ser.

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¿Qué mierda paso?

¿Estoy loca?

«—Solo que yo no quiero meterme en tus bragas pequeñuela.»

Esa frase no deja de sonar en mi cabeza como las canciones de los comerciales de ropa, y además ¿Cómo mierda llegue? No lo se pero tengo un tremendo dolor de cabeza, reviso la hora de mi móvil el cual marca las ¿¡MEDIANOCHE!? Esto es una jodida mierda, por lo cual dejo el móvil en la mesita de noche y vuelvo a caer en la inconciencia.