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Amber Santorini

"Un Juego Peligroso."

Una semana después.

Un baile...quien diría que mi familia vendría por un simple baile en vez de venir por la hija que se corto las muñecas hace una semana ya, veo mi reflejo en el espejo y sonrió cual un demonio sonreiría ante su mejor maldad, el internado a dado un periodo de descanso por no se que mierda, pero como es el caso de algunos nos quedamos aquí. E pedido permiso...o bueno mis padres lo han echo porque yo me negaba a hacerlo, rojo, ese maldito color me queda de maravilla al igual que el azul pero hoy, solo por hoy decidí un hermoso vestido rojo, escote de corazón con la espalda descubierta, lo que lo sujeta son unos finos tirantes que parecen invisibles, mis pechos resaltan al igual que el tatuaje de mi muslo que se ve por la apertura del mismo, el dibujo de la calavera con rosas hace que cualquiera fantasee con saber hasta donde llega el mismo. Unos tacones negros con diamantes en punta redonda. Mi pelo cae en cascada por mi espalda junto con una prensa con la sombra de un lobo. Recojo mi móvil junto con mi Glock que descansa en el ligero de mi muslo izquierdo. 

Salgo del cuarto topándome con Adel, Cameron y Zack en el proceso, los ojos de ultimo me repasan de pies a cabeza como si no creyera que la misma chica que anda con suetas gigantes puede lucir como la tentación echa persona, y por eso no dudo al momento de relamerme el labio inferior y guiñarle un ojo, este traga grueso y una sonrisa lobuna se plasma en mi rostro. Cierro la puerta a mis espaldas al momento que siento la pesada mirada de Adel, pero decido ignorarla pues ya voy tarde. Avanzo a paso seguro y cierro la puerta del dormitorio y emprendo mi caminata hacia el elevador de los dormitorios, la maldita de Nelly no me ah querido decir porque mierda el energúmeno de Adel mágicamente se paso a mi dormitorio, pero que se puede esperar del hijo de Adrien Black, maldito bastardo que piensa que por tener España es el rey del mundo, this hoy se le cae el teátrico de patán. Siento un tirón en mi brazo y como me pegan a la puerta del elevador, sonrió cuando veo a Adel frente a mi. No se para donde va o que quiere solo se que el maldito se ve jodidamente caliente con el pantalón de vestir negros, y la camisa del mismo color que se ajusta como una segunda piel, dejando los primeros tres botones dejando entrever el tatuaje de un león.

—¿Y se puede saber a donde va la señorita?—Me muerdo el labio conteniendo la carcajada y sus ojos bajan a mis labios.

—¿Y se puede saber desde cuando te debo una explicación?—En la ultima semana eh notado que le cabrea que le respondan con otra pregunta.—Bueno que yo sepa no eres mi papá, ¿O si?

—Amber deja tus malditos juegos.

—Deja tu el papel de novio preocupado que no te queda, no conmigo.—Me suelto de su agarre y marco el botón del elevador para poder irme de una puta vez.

Espero impaciente al momento que mi móvil suena con un mensaje de un desconocido:

Desconocido: ¿Qué se sentirá un beso de Damon?

Yo: ¿Pero que mierda decís? ¿Quién sos?

Desconocido: La persona que te a protegido siempre....y la que lo sigue asiendo.

Pero.....que mierda es esto, guardo el móvil al momento que veo el elevador abrir sus puertas, cuando tengo todo mi cuerpo adentro siento otro tirón en mi brazo y como mi pecho se pega al pecho de Adel, me toma del mentón y luego estampa sus labios en los míos. 

«Te está besando mamona reacciona.»

Tardo en procesar la situación pero una ves entiendo lo que pasa le respondo el beso con la misma fuerza y agresividad que el, siento como muerde mi labio inferior y con gusto abro mi boca dándole paso a un baile erótico a nuestras lenguas, cada uno quiere llevar al control a su manera pero cuando el lo toma yo se lo arrebato otra vez, siento como me pega a la pared y suelto un gemido que aprovecho para tomar aire, el maldito piercing de la lengua de Adel se siente tan malditamente bien. Está vez la que estampa sus labios con los de el soy yo, le muerdo el labio inferior tirando un poco de el causando que suelte un gruñido y no es hasta ese punto que siento la dureza que se esconde bajo su pantalón en mi abdomen, porque si podre ser alta pero el condenado me saca dos cabezas. Volvemos a tomar la boca del otro como unos adictos a la heroína, siento como me sujeta de los muslos y me incita a enrollar mis piernas en su cintura y como estoy pensando en estos momentos con el coño y no con la cabeza me dejo, empieza a repartir pequeños besos húmedos y mordidas en mi cuello, clavícula y hasta en cierto punto siento un pequeño mordisco en la cima de mis pechos, una de sus manos se cuela por debajo de mi vestido y toca ese punto causando que gima bajito, pues estoy húmeda, demasiado húmeda, y el lo comprueba cuando aparta mi braga de encaje roja y introduce uno de sus dedos entre mis labios, y gimo por lo bien que se sintió eso. Empieza con un mete y saca que me esta volviendo loca, pero no me puedo correr o mejor dicho no le quiero dar el placer de que él sea el causante de mi orgasmo, y con una fuerza que no sabría decir de donde salió lo aparto y con una sonrisa lobuna al ver en el estado que lo e dejado porque si. Tiene las pupilas dilatadas causando que el celeste grisáceo se pierda, y tremenda erección que solo hace que pase mi mano sobre ella y apriete causando que cierre los ojos y aprovecho eso para salir corriendo escaleras abajo.

Lo escucho llamarme una y otra vez pero yo no me detengo hasta que salgo del internado y veo el McLaren 720S en color dorado estacionado afuera que me subo de un solo y le ordeno a el maldito de Dimitri que arranque porque si el maldito no me había escrito porque andaba en Grecia con una de sus tías haciendo un gran cambio de apariencia.  Y con la respiración echa un desastre y las bragas empapadas nos encaminamos al baile del infierno, o puede que sea un simple baile solo que yo soy muy exagerada JAJA.