Dimitri Rizzo
"Verdades que Matan."
Siento como el pecho se me oprime como el aire me falta, y como único pensamiento de razonamiento que no tengo salgo corriendo del lugar antes de que cometa una estupidez ¿Qué pensabas que porque te la follaste te proclamaría amor eterno? Eres un idiota Dimitri el mismo idiota de siempre solo que con buen gusto en ropa y en lo que metes la polla, porque si sin importar que sigo siendo el crio aquel al que Amber protegía. Cierro los ojos un momento mientras a lo lejos se escuchan las voces de todos y los gritos de Amber soltando mi nombre y maldiciendo. Echo otra carrera y cuando me siento perdido me recuesto en una pared y me resbalo hasta que mi trasero siente el piso. Y ahí en medio de la nada sin que nadie me conozca dejo que las lagrimas salgan libremente de mis mejillas, ¡Maldito! Eso es lo que es el hijo de puta de Zack García debí matarlo cuando tuve la oportunidad en Italia.
—¿Dimitri?—Levanto la cabeza como si tuviera un resorte para ver frente a mi a Tabita, me limpio las lagrimas con impotencia al tiempo que despego mi trasero del suelo.—Dimitri espera.—Toma mi brazo pero me suelto de un jalón.
—Antes de siquiera tocarme lávate las malditas manos Black.—Trato de seguir mi camino pero rápidamente se interpone entre la salida y yo.—Tabita...quítate del maldito camino, no pienso decir esa mamada de que porque sos mujer no te pego porque me resbala un huevo y medio del otro eso, pero no estoy para mamadas en estos momentos.
—¿Por qué? ¿Tienes otra chava a la cual grabas follando y mandárselo al hermano?—Suelto una risa entre dientes.—¿Ah ahora te parece gracioso que los hombres de mi hermano me vean como una zorra?
—Oh, los hombres de tú hermano o ¿Zack?
Se pone rígida ante la mención del pelirrojo y solo aguanto las ganas de salir y pegarle un maldito tiro en la frente. La hago a un lado para salir pero lo que me deja con la mano a centímetros del pomo de la puerta es su comentario:
—¿Y que tal si es por él? No crees que es un poco tarde para la escena de macho alfa.—Me volteo para tomarla por los brazos y estamparla contra la puerta, la mueca en su rostro me dice que tal vez estoy siendo un poco brusco pero me vale mierda, cuando era un maldito chico bueno ante todos siempre me trataron como la mierda misma. Y va siendo hora de que sea yo el que los mande a la mierda, y empezare por la niña mimada que tengo al frente.—¿Celoso Rizzo?
—¿Te crees tan importante Black?—Se le desfigura la sonrisa y es mi turno de sonreír.—Piensas que teniendo a más de una voy a hacer una maldita escena de celos por una niñata inmadura como tú, deberías agradecer que no sale mi rostro, que pensaría el gran Adrien Black de ver a su hijita menor follandose al friki de la mafia Italiana ¿Decepción? No le vales muy poco para eso.—Ver como se le cristalizan los ojos me hace flaquear pero las palabras de mi tía viene a mi «O los destruyes tú, o ellos lo haran contigo, así es la vida.» Y cuanta razón tenia.—¿Dime que pensaría? ¿Te mandaría al otro lado del mundo? No eso ya lo hizo y no fue impedimento para ti, porque igual me buscaste me sacaste la información sobre Amber me culiaste como la puta que eres y te fuiste, dime una sola cosa ¿Te lo follaste a él cuando llegaste?—Se le torna la cara y las orejas de rojo mientras que las lagrimas caen de sus ojos y no me siento bien haciéndole esto, pero no hay de otra, cazas o te cazan y de la ultima ya me canse.—Así mismo me sentí yo, el chico que era feliz sin importar su apariencia, y mira en lo que me convertiste, en un maldito impulsivo que se refugio en el alcohol y en las putas.
La suelto y ella sale corriendo mientras yo le pego a todo lo que tengo a mi alcance que ahora puedo notar que es el cuarto del conserje, veo como la puerta se vuelve abrir y por ella entra una Amber con la respiración agitada y preocupación plasmada en los ojos, me abraza y me quiebro llorando como un niño de seis años.
—Cada uno de ellos va a pagar tus lagrimas Dimitri.—Me dice tocándome el pelo y calmándome.
—¿Te gusta verdad?
Se queda en silencio y siento como se tensa, no, no y no puede ser. Nunca lo va aceptar la conozco demasiado bien y por eso su respuesta no me sorprende:
—Si me gustara o no, no importaría. En este mundo en el que crecimos no hay espacio para esos sentimientos tan absurdo, enamorarse es darle una pistola cargada a la persona apuntando directo a tú corazón y no pienso soportar algo así...no de nuevo Rizzo.
La abrazo como si la vida se me fuera en ello, recordando cada una de las cosas que vivimos juntos desde niños hasta ahora. Nos odiábamos a muerte cuando nuestros padres nos presentaron, pero bien dicen que las mejores amistades son aquellas que empezaron con: "Tu me caías mal" nunca había creído en esa estúpida frase que me decía todo el mundo, nunca lo había hecho hasta que Amber Santorini llego a mi vida. La hija de los mafiosos más peligrosos de Italia esa que debajo de su coraza de chica mala y problemática tiene un gran corazón y no debió pasar por todo lo que paso y sigue pasando.
—Nosotros no mandamos sobre nuestro corazón ni sentimientos, pequeño angelo mio.—Le digo limpiando mis lagrimas y sorbiendo mi nariz.—Sabes que sobre eso no tenemos poder alguno,cuando pasa simplemente pasa, y no podemos hacer nada para evitarlo.—Le sujeto la cara para que me vea.—Y puedes reprimir tus sentimientos he emociones como haces cada maldito segundo de tu vida, pero cuando estos sentimientos sean tan fuertes que sientes que te ahogan sera demasiado tarde para evitarlos, pues serán mas fuertes que al principio.
—Penso e agisco con la testa, non con il cuore. Perché quando prendiamo decisioni con il cuore sono stupidi, ma quando lo facciamo con la testa sono intelligenti e letali piccolo Rizzo.—Responde limpiando mis lagrimas y tendiéndome la mano para que me pare y la siga.