Reina Mía

Capítulo 15.

— Nos están rodeando — Susurro Vanya, atrayendo de inmediato la mirada del misterioso hombre. 

— El olfato de los perros siempre ha sido el más acertado — Dijo de pronto el castaño — Y el más problemático — Volvió a decir achicando los ojos sin despegar su vista de la rubia, quien como toda una Alfa no se dejaba intimidar, ni siquiera porque un llamativo punto rojo apuntará a su pecho. 

Su respiración era regular, intentaba estar calmada, además entrar en pánico no le ayudaría en nada. Volker hacía lo mismo, en tanto apretaba de una manera brusca su vaso, intentando reprimir las ganas que sentía de abalanzarse sobre el hombre. Todos podía ver el punto rojo en Vanya, sabían perfectamente lo que eso significaba, pero nadie titubeaba, porque estaban preparados, solo esperaban la señal o en el peor de los casos que ellos atacarán. Kasch, no era la excepción, no le había dado la espalda a su enemigo, pero solo un segundo, un vistazo había bastado para ver que apuntaban a Vanya desde la lejanía. 

— Dispara — Dijo la rubia segura, la voz en ningún momento se le quebró ni siquiera se había inmutado ante lo dicho, pero quien si lo había hecho había sido Kasch, a quien parecía se le había ido hasta el alma al escucharla, la mano con la que sostenía la copa de vino le temblaba, quería creer que no era ella quien lo había dicho, aunque era un engaño, era sin duda su voz, ella no estaba jugando y estaba segura de lo que decía. 

— Bien... — Dijo suspirando el hombre — No vinimos a jugar — Entonces se oyó un disparo y en ese mismo momento todos los hombres comenzaron a invadir el lugar. Mucho antes de que le tocarán siquiera un pelo Kasch este se convirtió en lo que verdaderamente es, un inmenso león, de gran melena y tamaño sobrenatural, estaba furioso y solo pudo concentrarse cuando vio a Vanya levantarse del suelo, sorprendentemente la bala ni siquiera le había rozado, Volker había sido más rápido que ella, solo entonces el moreno respiro con normalidad, su corazón el cual latía desenfrenado hacía tan solo segundos ahora se sentía más calmado, sus ojos conectaron con los de Vanya, dejándole aún más en claro que estaba bien, fue entonces cuando la perfecta figura de la rubia cambio a la de una inmensa loba blanca, la cual a los ojos del león era tan majestuosa que casi por segundos había olvidado donde se encontraba. 

Vanya no espero más y comenzó a atacar, nunca había sido fan de derramamientos de sangre, pero, en ese caso era matar o dejar que la matarán y vaya que había estado a nada de que eso sucediera y no había sido nada bonito. Tanto ella como Volker no dudaron en transformarse para hacerle saber al castaño que sí, que los lobos eran los más problemáticos.  

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Vanya era agresiva, Vanya era calculadora y nunca le importaba lo que los demás dijeran, pues estaba luchado por mantener a su raza a salvo, tal vez no era el momento adecuado pero odiaba que su pelaje blanco estuviera manchado de rojo, a ella no le importaban muchas cosas y en particular nunca le había gustado ensuciarse las patas, claro que era una Alfa y eso era completamente inevitable, pero detestaba la idea de que Kasch la viera en ese estado, y no quería ser dramática, pero a todos siempre les importa que “esa” persona a quien aman siempre los veía como lo más hermoso del mundo ¿no? Y ella no era una excepción a eso, aun así, no paraba porque la idea de permitir que alguien tocará a su gente era aún más abrumadora.  

Todos los lideres no lo dudaron era el momento perfecto para dejar que entrarán todos los guerreros que habían estado esperando toda la noche, aquellos que habían estado entrenado para esa noche. Después de que Kasch diera la señal todos comenzaron a salir, dejando ver la ventaja que ahora tenían sobre el enemigo. 

 El castaño, aquel que descaradamente se había burlado de los lobos estaba furioso ante aquella intromisión y la evidente trampa que habían planeado con antelación, se negaba a retirarse, pero si no lo hacía sería una muerte segura. 

— Líder, ¿Qué hacemos? — Preguntó la misma mujer que había se había reído con él. 

— Retirarnos, no nos queda otra opción — De inmediato el mensaje llegó a todos, quienes rápidamente acataron el mensaje de si líder y salieron corriendo peor que las ratas, pero antes de abandonar completamente el lugar, el castaño volvió a hablar — Antes dejemos un regalo — Dijo seriamente, y de un momento a otro, se escuchó un grito desesperado de un Volker muy alterado. 

— Cuidado... — Alertando a todos los presentes y principalmente a Kasch quien había sentido en el alma lo sucedido, provocándole un gemido ahogado. 

— Vanya.... 




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