Reina Oscura [#1]

Capítulo 1: Academia Real.

ASTERIA


Las calles de Nebesny están llenas de ninfas y semi-dioses que nos dan la bienvenida al Bosque Celestial. Nos saludan, se inclinan ante nosotras; la reina y las princesas del reino. 

Mis hermanas sonríen ante su pueblo y yo solo finjo estar feliz después de venir de un mundo demasiado cruel para ser real.

«El mundo humano.»

—¡Larga vida a la reina Ondina! —grita el pueblo, eufórico.

El carruaje sigue y solo es cuestión de tiempo llega al Castillo Real, todo se siente tan solitario y vacío. Bajamos y mi madre se adelanta entrando al castillo.

Estoy a medio camino hacia la entrada del Castillo, cuando mis dos hermanas me detienen.

—¿Quieres ir con nosotras a la Laguna Azul? —me pregunta mi hermana, Geneviéve.

Las dos me estan mirando y yo, sinceramente solo quiero descanzar.

Niego y ellas asienten entendiendo mi respuesta.

Camino con mi vestido largo blanco como la nieve pegado al cuerpo y mi abrigo esponjado con plumas de cuervos de fantasía, claro. Mi ropa pesa más que mi vida y continúo mi camino hacia la entrada del castillo.

El Reino de Nebesny no usa ni come animales. Por eso todas nuestras ropas son de piel de fantasía, pero con toques de oro, plata y diamantes.

Utilizamos magia en casi todo. Hace años mi abuela, la ex reina. Sugirió que era mucho mejor dejar cosas en el pasado, por ello, el reino ha cambiado para bien.

Mi abuela fue una gran reina, dejó su huella. No está muerta, solo le pasó su corona a mi madre. Luego, cuando sea mi turno, yo le pasaré mi trono a mi hija. Pero para eso falta mucho.

Casarme, ahora no es algo que quiera. Tengo muchas cosas que hacer, como para encerrarme en una jaula de amor, tener hijos y ser sustituída.

¡Lux! —grita una voz muy conocida a mis espaldas.

(Lux: Hija(o).)

Me giro y sí, mi madre camina muy rápido hacia mí. Su vestido dorado largo y pegado a su cuerpo le queda perfecto, por algo fue creado para ella. Su cabello hermoso y único le cae hasta su cintura y su rostro perfilado ilumina los grandes pasillos del Castillo Real del Reino de Nebesny.

—Mande, luxes. —le digo y ella solo sonríe.

(Luxes: Madre.)

Se adelanta y con su velocidad queda en segundos delante de mí.

—Necesito hablar algo muy importante contigo, lux. —sus ojos no brillan y eso solo significa que es muy importante lo que me tiene que decir.

—Está bien, Luxes.

 

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Los pasillos de la Academia Real me ignotizan, es realmente hermosa. La entrada estaba decorada de oro puro con diamantes y lo que no debía faltar; la estatua de mi madre, la reina. 

Todas las ninfas y hombres lobos se me quedan viendo, bueno, no todos los días la princesa heredera va a la Academia. Normalmente mi madre me asigna profesores para que me den clases privadas en el Castillo Real. 

Las cosas han cambiado. La academia está tan hermosa, estamos en otros tiempos. Cada vez más mi reinado de acerca y mis nervios aumentan en cantidad. 

Aprieto con fuerza mi bolsa con mis útiles que voy a utilizar, mis nervios salen a flote cuando siento que alguien me agarra los hombros y me voltea. 

¡Hümila! —grita una hermosa ninfa de ojos azules y cabello negro. 

Sí, es mi hermana. 

(¡Hümila!: ¡Hermana!) 

Los nervios se me bajan al tener con quién hablar. 

Esto es mucho para mí, no, mentira. No es mucho para mi, de hecho, es muy poco. Ser la heredera de un reino como lo es Nebesny, es hermoso y emocionante. Por ello, tenemos que entrenarnos bien. 

Magia, entrenamientos de lucha, estar bien informada, es mi día a día. Desde muy pequeñas, mis hermanas y yo fuimos entrenadas. Sabíamos desde un principio que íbamos a ser princesas y en algún momento, nos tocará ser alguien mucho más importantes. 

Mi madre sustituyó a mi abuela, y justo en meses, será mi turno de sustituir a mi madre. Seré la reina, primera reina de raza única, rara y especial. 

Todos los años años, antes que llegue el invierno, todas las ninfas, hombres lobos, vampiros y semi-dioses van a la Academia Real, los antiguos años no asistí, pero este año es diferente, porque se acerca, como ya dije, mi reinado. 

Tal vez yo diga que no voy aprender mucho, pero siempre es bueno convivir con los tuyos, ya sabes. Saber que todos somos iguales, y que tenemos sentimientos bonitos y reales. 

Veo todo el interior de la Academia y me doy cuenta del gran trabajo que hicieron las ninfas hechíceras de la construcción. Hicieron un hermoso castillo, lleno de diamantes y toques elegantes. 

Cada paso que doy, mis ojos se iluminan ante la maravilla de Academia. Es demasiado hermosa y perfecta. 

—Si, entonces él me dijo que sentía lo mismo por mí. —habla mi hermana y me doy cuenta que accidentalmente la dejé de escuchar hace tiempo. 

Mi cara se desfigura por la vergüenza, pero ella sigue contando. 

—Es un amor, todo de él me encanta. —sonríe como boba y yo me río en mi interior, porque no sé de qué está hablando. 

Voltea a verme y su rostro se vuelve neutro, serio y frío. 

—No escuchaste nada de lo que dije, ¿cierto? —suelta, enojada y dolida. 

Niego con vergüenza y ella resopla. 

—¿Qué era? 

—¡Te estaba diciendo que ya conocí a mi alma gemela! —grita y todos en el pasillo nos voltean a ver. 

—Que vergüenza. —murmuro y giro mi rostro hacia otro lado, tratando de que no me miren— Si te preguntan, no soy tu hermana.

Ella se acerca y me da un sape. 

—¿Eres füjik o te dejaron caer de la cuna cuando eras pequeña?

(Füjik: Idiotx, estúpidx, pendejx, etc.)

Giro mis ojos y sigo caminando hacia mi salón asignado. 

Mis botas negras de cuero me hacen ver más alta, mi cabello blanco trenzado me queda increíble y mi vestido rojo vino se amolda perfectamente bien a mi cuerpo. 



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En el texto hay: romance, drama, aventura

Editado: 04.05.2021

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