Reina Oscura [#1]

Capítulo 5: La Leyenda.

Las calles del pueblo de Eubea están llenas, las ninfas me saludan y sonríen al ver a su princesa caminar el pueblo. Algunos me dan halagos y otros me felicitan por mi gran trabajo como príncesa heredera. 

Muchas veces se siente bien ser adorada, pero mi madre siempre me baja de las nubes y me dice: 
«Puedes tocar la oscuridad, siempre y cuando no te dejes llevar por ella.»

El pueblo de Eubea siempre se ha caracterizado por tener a las más hermosas ninfas, y claro, el festival del Chüker que es en unos días. Es perfecto y genial, el Torneo del Chücker es que una ninfa de cada provincia viene a Eubea, compite con sus poderes de hechícera y así mi madre, la reina, corona a la mejor hechicera del Reino de Nebesny.

Los obstacúlos son díficiles, unos juegan con tu mente y otros con tus poderes, tú decides si eres la mejor o no.

Siempre lo ha ganado la provincia de Eubea, pero este año es diferente, va a competir por primera vez la provincia inesplorable de Caonia. La provincia de Caonia es el hogar de hechiceras oscuras. Mi madre y ninfas de la medicina dicen que cualquiera que visite Caonia viene maldito y hasta ahora han salido miles de ninfas malditas.

Lo que lo respalda son las leyendas, dicen que hace miles de años, la Diosa Medusa, antes de ser asesinada fue a buscar ayuda de una ninfa hechicera para maldicir al Dios Poseidón por la maldición que le hizo la Diosa Atenea, pero bueno, creo que todos conocen el porqué.

Medusa era una mujer mortal, hermosa y tentadora como el más dulce de los pecados. Tanta era la belleza de medusa, que cautivó a hombres y a Dioses, no dejando incombicto al mismísimo Poseidón, el Dios de los mares, quién dolorosamente, la tomó por la fuerza en el templo de la Diosa Atenea.

Atenea, Diosa de la pureza y castidad, se ve terriblemente ofendida y enojada por la profanación de su lugar sagrado, como castigo hace que de su cabello le brotaran víboras.

Los cabellos de Medusa se vuelven siseantes serpientes, por el acto impuro consumado en el templo de la diosa, aunque Medusa fue víctima de Poseidón, ya que había sido tomada a la fuerza, sufrió las consecuencias y la convirtió en un monstruo caótico, que tenía la maldición de transformar en piedra a todo aquel que se le quedara mirando fijamente a los ojos.

¿Te imaginas ser castigada por algo en lo cuál no tienes la culpa y fuiste victima? Que injusticia. Lastimosamente los Dioses del Monte Olimpo siempre hacen lo que quieren.

Denigrada por los Dioses, temida y odiada por los hombres, arrinconada por las Moiras, las tejedoras del destino; la desconsolada e inocente Medusa fue expulsada y mandada al exilio, con la forma monstruosa que le había dado, convirtiendose en una criatura espantosa.

Años después, Atenea, viendo que su castigo no había tomado los tintes que ella esperaba, envió al valeroso Perseo a que cortara su cabeza.

Perseo en uno de sus viajes por el Noroeste de África, pasó muy cerca del Titán Atlas, este que se encontraba sujetando el cielo, no pudo evitar ser petrificado con la cabeza de Medusa, que Perseo utilizaba para protegerle de sus enemigos.

Éste, muy inteligente, usó su escudo a modo de espejo para que Medusa se reflejara en él y de este modo pudiera vencerla y entregarla a la Diosa.

Perseo, como gratitud con la diosa Atenea, le entrega la cabeza de Medusa para que la pusiera en su escudo "La égida".

Todo termina con su muerte, los Dioses y algunas leyendas dicen con la sangre que cae de la cabeza de Medusa, uno; la sangre de la vena izquierda tiene un veneno mortal. Dos; la vena derecha, tiene características sanadoras y que incluso puede resucitar a los muertos.

Desde entonces la cabeza de Medusa es imágen del escudo de la casta Atenea, como instrumento para atemorizar al enemigo.

Se cuentan como leyendas, no porque no sean ciertas, sino porque muchos Dioses cambian la historia. No todos estaba allí cuando sucedieron los hechos.

Borro rápidamente mis pensamientos y me concentro en lo importante.

Estoy apurada y necesito hablar rápido con mi madre. Mi rostro está húmedo por mis lágrimas, porque cuando me alejaba más del río Dajkër, el dolor más se intensificaba. La cicatriz volvía mucho más ardiente y dolorosa que antes.

No es normal, no ahora. Me desvío del camino y agarro uno más corto hacia el castillo.

—¡Princesa Astrix! —me llaman a mis espaldas.

Paro en seco y me giro rápidamente. Me encuentro cara a cara con una hermosa ninfa de ojos celeses y cabello de color lavanda, largo hasta el suelo. Su mirada está perdida y siento su poder, está muy debilitado y es peligroso para ella.

Camino rápido hacia donde está y la tomo de los hombros.

—¿Estás bien? —reviso su aura de ninfa y está muy débil— Ven conmigo, te voy a llevar a que te sanen.

Trato de dormirla para así llevarla más fácil, su peso y su poder no es tán bien. Alzo mi mano para hechizarla y así dormirla, pero se aleja de mí y me mira directamente a los ojos.

—El nuevo Rey Oscuro llegará pronto. —me avisa con una gran sonrisa— Pero no estoy segura si es bueno que llegue en estos tiempo.

Arrugo mis cejas, confundida.

—No entiendo.

Ladea la cabeza y mira la pequeña corona que adorna mi cabeza.

—No tienes que entender nada, solo habla sobre su cicatriz con tu madre, y si la reina no te dice la verdad, ven conmigo. —se aleja, pero antes de desaparecer señala una cabaña en lo más alto de la montaña de Caonia— Estaré allí.

Y se esfuma. Es ran raro y terrorífico, señaló la provincia de Caonia, ella debe ser una hechícera oscura.

¿Que me habrá querido decir? Mi madre jamás me va a dejar pisar un solo pié en esa cabaña.

Me estabilizo y vuelvo a mi camino hacia el castillo.

 

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La ninfa Fraicé me mira con los ojos entrecerrados, no me dice que es mentira lo que le digo por respeto a que soy una princesa y más la heredera.



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En el texto hay: romance, drama, aventura

Editado: 04.05.2021

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