Reina Oscura [#1]

Capítulo 6: Mentiras.

Los ojos me duelen, mi garganta está peor. Me despierto de golpe, gritando, luego al soñar algo horrible.

Siento mi corazón palpitar con mucha fuerza, la cabeza me va a explotar y poco a poco voy abriendo los ojos con timidez. Siento miedo, ojalá y no pase lo que ví.

Una visión muy horrible y peligrosa.

Mi madre llorando y Freicé con su bola de cristal, es lo primero que veo cuando logro abrir bien mis ojos. La luz de los ojos de Fraicé me cegan por segundos, pero es cuestión de tiempo para que vuelva a la normalidad.

La voz de la Diosa Afrodita sigue en mi mente. ¿Qué significan esas frases que dice? ¿Es normal? ¿Porqué yo? Muchas preguntas sin responder.

Madre corre hacia mí y sus ojos hermosos y diferentes me miran con evoción y a la vez tristeza. Sonríe con esa hermosa sonrisa que heredé y se acerca rápidamente hacia mí.

—¿Estás bien? —pregunta tocándome la frente— ¿Tus ojos están bien?

Arrugo mis cejas, confundida.

—¿Que les pasa a mis ojos? —comento y ella no sabe que decir. Fraicé sigue con su bola y de la nada empieza a gritar— ¿Fraicé?

Se alza hasta el techo de mi habitación y no entiendo que pasa. Sus ojos siguen brillando de manera intensa, son blancos como dos luces intensas y empiezan a salir rayas negras alrededor de sus ojos.

Todo lo que estudié, este poder no es nada a lo que mi madre me enseñó. La Academia, nada. Es algo demasiado nuevo para mí.

Madre la mira y no hace nada, es como si entendiera que está pasando.

—Tus ojos se pusieron así, lux. —me dice y volteo a verla sin saber que decir— Y tuve que dormirte.

—¿Luxes, tiene algo que decirme? —le pregunto, porque necesito saber si me dirá la verdad.

Necesito que me diga la verdad y así yo pueda decirle todo lo que ví.

Solloza y entrecortadamente dice:

Juina lux, no quiero perderte.

Mis ojos pican, mi garganta duele, quiero llorar, pero no puedo hacerlo. No quiero preocupar a mi madre.

—¿Sabes que significa esa voz que habla en mi mente? —le pregunto sin más— ¿Qué es esa maldición?

Cierra los ojos y suspira tratando de encontrar las palabras correctas.

Tengo tantas cosas qu decirle. Mis sueños, las repentinas visiones. Mi alma gemela y el amor de mi vida. Todo, y solo necesito una palabra para decirlo todo.

—Es algo que ahorita no sé como explicartelo, pero quiero que confíes siempre en mí. —su voz se le quiebra en las últimas palabras.

Luxes, tü imüte. —suelto y mi corazón palpita con intensidad.

(Tü imüte: Te amo.)

Me abraza y es como si se despidiera de mí, no sé lo que está pasando y lo que ví, se que no puede pasar. Lo sentí tan real, tan dolorosamente real.

—Princesa Astrix. —habla una voz delicada y poderosa.

Nos soltamos del abrazo y volteamos a ver, Freicé está sostenida en el aire y sus ojos siguen blancos, pero algo que muestra es que no es ella. Está poseida.

—Heredera del Reino de Nebesny. —habla esa voz que escuché tantas veces en mi mente— Tu destino ha llegado.

 

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El camino hacia la montaña de Caonia es cansado y aburrido. Pero el hecho de que voy a encontrar la verdad de tranquiliza. El pecho me seguía doliendo, el espíritu de la Diosa Afrodita no dijo mucho y mi madre no ha querido hablar.

Sabe cosas que debo saber, pero no dice nada y eso solo me decepciona. Mi madre, mi ejemplo a seguir no me miente ni me habla con la verdad. Pienso: sólo lo hace por mi bien, pero... ¿qué bien?. Nadie me explica que pasa y trato de ententer, nada, no nada.

Mi mente vaga a lugares muy oscuros y no tengo ni idea de porqué. Solo sé que debo seguir el camino de la montaña de Caonia, donde nos esperará la ninfa oscura que me encontré en el pueblo de Eubea.

Las palabras del espíritu de la Dios Afrodita siguen en mi mente.

"Hay cosas que no sólo hay que decirlas, Asteria. Estoy orgullosa de tí, y lo que has logrado a tan temprana edad. Solo quiero que sepas que todo lo que estamos haciendo tu madre y yo, es por tu bien. Tal vez ella no te quiera decir las cosas como son, pero la vas a saber, tarde o temprano. Solo sigue el camino y encontrarás la verdad."

"Solo sigue el camino y encontrarás la verdad" Siempre haciendo lo que los demás dicen, y hasta ahora me doy cuenta que todo sucede sin mi permiso, solo sucede y ya.

Lux. —me habla mi madre con la voz rota, pero yo no quiero hablar. Estoy triste, decepcionada y no estoy de humor. Mi madre no tiene la culpa, pero yo tampoco. ¿Ella sabía lo que me pasaba o lo que está pasando?

Luxes, no quiero hablar. —contesto, fría y nuetra. Sigo caminando y miro al frente. La montaña se asoma cada vez más. Freicé y mi madre van adelante por proteccion.

Lux. —habla de nuevo y camino más rápido.

"Tú madre es lo único que tienes cada vez que te sientes mal o necesitas ayuda. Tus hermanas te aman, sí, pero no siempre van a estar para tí, como tú madre lo estará." Recuerdo las palabras que alguna vez me dijo mi padre.

Pienso las cosas bien.

¿Quien siempre ha cuidado de mí, a pesar de ya saber cuidarme sola? Mi madre.

¿Quién estuvo para mí cuando casi me muero? Mi madre.

¿Quién me apoyó en mi decisión de irme a la misión al campamento de los humanos, cuando nadie me apoyó? Mi madre.

¿Quien siempre me ha amado a pesar de mis errores? Mi madre.

¿Quien daría la vida por mí? Mi madre.

Toda respuesta lleva el nombre de mi madre. Cualquiera que sea va a ser ella, porque ella siempre ha sido y será por siempre: mi todo.

Paro en seco y me giro hacia ella.

Luxes. —me abalanzo sobre ella y la abrazo tan fuerte que la llego a lastimar. Me aparto y le lleno la cara de besos.— Perdóname, estaba muy dolida porque usted no me quiere decir la verdad.



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En el texto hay: romance, drama, aventura

Editado: 04.05.2021

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