Reina Phoenix

Capítulo 9

Cuando llegamos las puertas estaban cerradas. Mire el reloj de mi celular y este marcaba las 22:03 hs, llegamos jodidamente tarde.

-Abran las puertas- ordené a los guardias, estos solo me miraban incrédulos y un poco de baba caía de sus bocas.

Liam carraspeó y los guardias obedecieron. Entramos y Liam le dijo al guardia:

-Tienes un poco de baba aqui- señalo su comisura y el guardia la limpió inmediatamente.

La música se detuvo y todos los ojos de la habitación me miraban atentos, como si tuviera dos cabezas, entre toda la multitud de gente jovenes, y algunos ancianos logré distinguir a mi tío y este venía hacia mi haciendose paso entre la gente.

-Mantengan los ojos bien abiertos- les dije por el link.

-Entendido- dijeron al mismo tiempo y comenzaron a recorer con sus ojos el lugar.

Sentí unas miradas muy fuertes pero al intentar ver de donde provenian aquellas mi tío me interrumpió.

-Leah te ves preciosa- dijo emocionado.

-Gracias, ¿en dónde se encuentran los cumpeañeros?- pregunté mientras trataba de ronreír pero, pareció más una mueca.

-Aqui, sigueme- dijo.

Bajamos los cuatro escalones que nos hacian entrar oficialmente al salón. Emma y Liam me seguian.

A lo lejos los miré, Victor y Max estaban hablando con unas personas y no se daban cuenta de lo que pasaba a su alrededor, las demás personas seguían viendome aturdidos. Los gemelos vestían diferentes, Victor una camisa blanca, jean verde alga, y zapatillas blancas y Max una camisa celeste pastel con puntos blancos, jean blancos rasgados al final y zapatillas grises. Ambos peinaban hacia su cabello hacia un lado.

-Vicmax- dije suave y bajo.

Los gemelos se dieron media vuelta rápido y al verme palidecieron.

-Leah...- dijo Max incrédulo.

Victor por su parte solo me veía.

Extendí los brazos y ellos vinieron corriendo hacia mi, los abracé fuertemente. Max comenzó a llorar mucho, Victor solo derramaba algunas lagrimas ya que él era el fuerte del grupo. Los separé de mi y limpié sus lagrimas con mis pulgares.

-Leah de verdad estas aqui- dijo Max volviéndome a abrazar.

-Si que estas aqui prima- habló esta vez Victor pasando mi mano por su rostro.

-Te...- sollozó Max- extrañamos muchisimo... no sabes cuanto-

-¿Y?- pregunté. Ellos me miraron curiosos- ah cierto ese detalle, ¿les gusta la fiesta?- volví a preguntar.

-Tu... ¿organizaste la fiesta?- me preguntó Victor.

-Pues obvio primo, ¿quién además de mi pude dar el permiso de que se realicé aqui? y ¿crees que algun decorador profecional puede decorar una fiesta de humanos así?- pregunté burlona.

-¡Te lo dije!, me debes $100 de oro- exclamó Max.

Todos ,incluyéndome, en la habitación reímos.

-Esta bien, aquí tienes- dijo sacando un billete de su billetera, mientras Max sonreía victorioso. Él en todo lo que había pasado seguia abarzado a mi.

Traté de saparme de Max pero él me miró suplicante.

-Tranquilo, no me iré a ninguna parte así que ya sueltame que me asfixias- dije divertida.

-Más te vale no volver a desaparecer o me tendrás pegado a ti como a una pulga- declaró serio

-Uff eso parece agotador- dije en tono de cansacio.

-Yo también lo estaré Leah- habló Victor.

-Uff aún más- exageré- preguntaré una cosa- dije y me di media vuelta mirando a Emma y a Liam- ¿lo que piden los chicos será posible?- 

Ellos levantaron ambos hombros que indicaban que no lo sabían.

-No lo sabemos- aclaré.

-Leah...- Max volvió a llorar pero esta véz más que antes, entonces lo abracé y este se aferro a mi. Los espectantes dijeron "ahh que tierno".

-Tranquilizate de ahora en adelante viviré aqui- susuré a su oido.

-¿Encerio?- preguntó con sollozos. A lo que asentí.

-Gracias- contestó.

Ellos median una cabeza menos que yo, así que Max se recostó en mi pecho, yo acaricié su cabeza, este se tranquilizó y se apartó de mi. Max se acercó a Victor y le susurró algo a su oido, el chico inmediatamente ronrió y me miró, ya sabía lo que Max le dijo por lo que asentí. Este corrió hacia mi y me abrazó.

-Genial me libero de uno y despues viene el otro- dije con voz burlona. Los presentes rieron.

-Que siga la fiesta- gritó mi tío y el dj puso de nuevo la música, esta no estaba alta ni baja era ideal para charlar.

Las personas volvieron a lo que estaban antes de que llegara.

-Bueno tienen mucho que contarme, vamos a sentarnos- ellos asintieron y nos sentamos en unas sillas pero antes de acerlo mis abuelos vineron hacia nosotros.

-Leah carño estas aqui- dijo mi abuela materna, Alyssa, abazandome.

-Pues claro mujer, te dije que estaría aqui- dijo mi abuelo paterno Dominic para luego abrazarme.

Cuando me soltaron mis abuelos Miriam y Ben se acercaron a mi, levantaron la comisura de sus labios y elevaron sus miradas, esas eran sus formas de decir que se sentían orgullosos y que les alegraba verme. Hice lo mismo.

-Leah- dijeron al mismo tiempo.

-Abuelos- respondí.

Los gemelos tomaron mis muñecas, me arrastaron hasta los acientos y nos sentamos. Ellos comenzaron a contarme en resumen las cosas más importantes de todos estos últimos tres años y yo los escuchaba atenta. Sentí la fuerte mirada de nuevo y ví que mi tío se acercaba hacia nosotros.

-Disculpen chicos pero tengo que presentar a Leah a unas personas importantes- dijo sonriendo.

La mirada de los gemelos me preocupó, esta estaba cargada de odio, resentimiento y un poco de... tristeza. Estos dirigieron su mirada de nuevo hacia mi, esta vez era suplicante, suplicaba que no fuera, miré a Liam quien se encontraba detrás mio, y su mirada era seria y preocupante.

-¿Qué sucede?- le pregunté a Liam.

-No lo sé, pero lo que este por pasar no es bueno- me contestó.




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