¿reina Por Obligación?

Capítulo VIII

– Así que... mellizos, ¿eh? – intenta sonreír, pero lo único que le sale es una mueca. Noto como palidezco.

Ky Slorah

Estaba yendo a buscar a Juls a su habitación para que saliéramos a dar una vuelta y que la diera un poco el aire cuando la escuché hablar con su doncella, la cual tenía un tono de preocupación, me quedé al otro lado de la puerta para ver que era de lo que hablaban.

– Señorita, está comenzando a preocuparme, todas las mañanas se las pasa vomitando, se marea con más frecuencia de lo normal además de estar cansada todo el día.

– Está bien, Rose, llama a un curandero, hay algo que te debo explicar.

– Señorita Williams, aquí está el curandero.

No estaba entendiendo nada, Juls parecía estar bien en las reuniones y cada vez que nos juntábamos para ir a comer o cenar.

– Antes de que me trajeran a Heartling tenía un novio, llevábamos desde que terminamos el instituto juntos, cuatro maravillosos años, hace unos diez meses se me declaró y nos comprometimos...

– ¡Oh por todos los cielos, señorita va a tener mellizos!

Oh. Por eso estuvo vomitando y mareándose tanto de camino a palacio, por eso pidió que todas sus reuniones fueran a partir de las tres de la tarde, ¡por eso se encontró la flor!

Muy bien estúpido, finalmente te diste cuenta.

La planta hope es también llamada la planta de la esperanza, es un arbusto que crece a los alrededores del palacio que florece cuando la monarca está embarazada, si sus flores son rosas será niña, si sus flores son azules niño, aunque no se puede saber con exactitud cuántos serán; en este caso las flores eran moradas, porque serán niño y niña. Pero la planta es muy especial, aparte de que sus existencias son muy limitadas, tan solo se muestra o se deja ver a quienes esta quiere, si la planta no hubiese querido que Juliette la encontrara ella no la hubiese encontrado, es como si tuviese vida propia.

Lo cierto es que me duele que se hubiese prometido, ella me prometió que volvería, me pidió que la esperara costase lo que costase....

Flashback

Hola Juls me acerqué corriendo, estaba sentada en nuestro árbol y se la veía triste. Entonces ella tenía seis años, yo tenía ocho.

Hola Ky-Ky dijo ella triste sin dejar de mirar el suelo. Con sutileza cogí su mentón y levanté su cabeza haciendo que me mirara con aquellos enormes ojos grises humedecidos por las lágrimas que intentaba no dejar caer sabes que no me gusta que me veas así   Ky-Ky.

¿Qué es lo que te pasa? ¿A caso tengo que ir a patear el culo a Kaos? soltó una risita y negó.

No, es que, mamá me dijo que tenía que ir a ver a Adolf, pero la vi triste, creo que algo malo va a pasar, me dijo que me tendría que ir un tiempo con los tíos. Pero yo no quiero ir, no me quiero alejar de ti, ni de Abby, o incluso Kaos, sois mis amigos- me cogió de la mano y entrelazó sus dedos con los míos. No soy tonta, ¿sabes? Juls era muy inteligente para su edad Creo que no os podré ver por mucho tiempo, así que quiero que me prometas que no me olvidarás, por mucho tiempo que pase por su mejilla bajó una lágrima y la limpié con mi pulgar , quiero que me prometas que me esperarás. 

Te prometo que te esperaré cueste lo que cueste, no te olvidaré, no sería capaz otra lágrima bajó por su rostro y se la quitó con rabia Juls, sabes que no pasa nada por que seas débil conmigo, cuando tu estés débil yo te protegeré y cuando yo lo esté tú me protegerás a mí.

Pero desde la distancia hizo un puchero y la abrazé con fuerza. yo te prometo que volveré, cueste lo que cueste.

Se apartó un poco de mí y llevó sus manos a su cuello, a la apertura de su colgante favorito, lo había encontrado yo en un mercadillo de un pueblo de mi reino, le pedí a mi madre que lo comprara y nada más ver a Julie se lo regalé, sabía que le encantaría, en aquel momento tenía una obsesión con las rosas y el negro, el colgante era sencillo, una cadena de plata fina con un dije de una rosa de pétalos negros.

Se quitó el colgante y me lo tendió. 

Para que siempre tengas algo mío y recuerdes nuestra promesa dijo al ver mi cara de confusión.

Cogí su colgante y, con su ayuda me lo puse. Pensé un momento y recordé el anillo que ella me había regalado, lo llevaba siempre en un bolsillo, todavía me estaba demasiado grande. Saqué el anillo, era de acero negro, con un grabado en el que ponía "Virtute siderum tenus" teníamos que estudiar latín y lo primero que conseguí decir en latín fue eso que significa "con valor hacia las estrellas". Le entregué el anillo y ella lo guardó en la palma de su mano.

Para que siempre tengas algo mío y recuerdes nuestra promesa repetí.

Lo pondré en una cadena.

Fin del flashback

– Rose, parece que estás más emocionada que yo. Por cierto, creo que ya es hora de que me empieces a llamar Jade. – la oigo decir en tono alegre.



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En el texto hay: fantasia secretos y romance

Editado: 20.07.2021

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