Reinicio Fallido

Capítulo 18 | El inminente destino.

 

Domingo 14 de Octubre del 2018— 7:23.

La misma habitación azul.

De un momento a otro, sin saber el por qué Dylan se despertó mirando hacia la puerta, su mente estaba en blanco, solo pensaba en sí es que quizá, ese fue el último reinicio. Ya eran varias las veces que lo había intentado que fue algo que se acostumbró, decir que esa era la ultima lo hacía ver cómo si no existía una vez más.

Se convirtió en un bucle sin escapatoria, ¿quizá?

También estaba el hecho de aquella persona que se hizo pasar por él, ¿quién era? ¿Qué quería? A eso incluirle el atentado provocó que empezara estresado el día. Las preguntas e incógnitas que dejó fueron tantas que comprendía que esto era el inicio de todo, la posibilidad de que alguna tragedia ocurriera en un futuro era más que un 100%.

Esto es molestoso...es....

— ¿Dylan despertaste?

En medio de sus quejas matutinas, una voz se escuchó detrás de la puerta; disipando todas esas preocupaciones, le respondió.

—Ehm...sí, ¿sucedió algo Iván?

—Para que desayunes.

—Está bien, en un rato bajo.

—Te esperamos entonces.

Recordando que ahora se quedaba en la casa de Iván, Dylan suspiró, no era la primera vez en la que él se quedaría en esa casa, pero el solo pensar lo que sucedieron las otras veces hizo que se sintiera de cierta manera angustiado y triste.

Sin más que hacer, Dylan se levantó de su cama, aunque no quería pararse, sólo se quedó mirando a la distancia por un tiempo, como si lo hubieran hipnotizado. Aunque pareciera raro, era algo que sucedía de vez en cuando, por lo que nunca se preguntó sobre ello.

Hasta que algo resonó en la mesa de su cuarto.

Mi celular...

Él agarró su smartphone y lo prendió, hace tiempo que no lo usaba porque estaba ocupado en los reinicios y en la supuesta fiesta que iba a realizar. Estaban 794 mensajes en el grupo de WhatsApp del salón, toda la conversación hablaba sobre quienes podían ir a visitarlo el día de ayer o que iba a suceder con la fiesta. Suspirando con una voluble sonrisa solo les envió un mensaje en el que agradecía su preocupación y sobre su actual estado, además que les mencionó sobre la imposibilidad de la fiesta.

Además de ello, en los otros chats todos sus compañeros les mandaron mensajes.

Es imposible no estar feliz por aquel detalle que me hacían, ¿no? Además de lo que pasó ayer...realmente los quiero.

En medio de sus pensamientos la palabra『quiero』hizo evocar rápidamente cuando él e Isabella se abrazaban durante un buen rato. La vergüenza y felicidad provocaron en él que se sobresaltara e hiciera un berrinche en su cama.

—Es verdad... yo ayer...

AAAAAAHHHHHH... ¡¡La abracé! ¡¡¡¡POR FINNNNN!!!!

Girando sin parar de derecha a izquierda con su almohada en sus brazos no dejaba de gritar en su mente, no solo eso, sino que también la idea de que ella le confiara un secreto no dejaba de hacer que su corazón dejara de latir. Sin embargo, el solo pensar eso que le contó Isabella no era algo de alegrarse en sí, era posible que ella tuviera algún trauma debido a la muerte de su padre, debido a eso, Dylan se prometió que cuando ella se lo cuente, él estaría a su lado, cuidándola. Luego de unos minutos, se percató que estaba haciéndose el tonto, por lo que paró y se tomó el tiempo de responder cada uno de los mensajes que le enviaron, se sentía bastante agradecido por ello.

—Se hace tarde...

Después de mandar los mensajes, se cambió la ropa y fue a asearse en el baño.

Luego de ello, bajó las escaleras y miró como Iván desayunaba con su familia, todos estaban conversando felices, la pequeña Camila hablaba feliz con su madre mientras que Iván sonreía y tomaba la mano de Lucía.

Esa familia era tan idéntica a la de él.

¿Quizá deba reiniciar una vez más...?

Incluso si estaba feliz por el detalle que hicieron sus amigos, Dylan no dejaba de pensar en su familia; ellos eran su primera necesidad. Dudoso, Dylan no pudo mover un pie más, no sabía si rendirse fue la mejor manera de terminar el bucle. Incluso si lo era, ¿él sería capaz de incluirse en una familia donde no pertenecía?

—Dylan ven, te esperamos.

Levantando su cara, él miró cómo Iván sonreía a Dylan y lo llamó de forma cariñosa, sin embargo, no era el único, Lucía y Camila empezaron a sonreírle. Las emociones estaban en pleno conflicto, avanzar o retroceder era cuestión de segundos. La decisión de hacerlo no era algo fácil, si retrocediera huiría en busca de salvar de algún a sus familiares y la de saber qué sucedía con su『doble』 junto con las intenciones de este, pero sino, quedaría en un desenlace del cual no lo convencía por completo.

Tal vez, ¿esta será mi nueva familia?

—¡Ven Dylan! Qué haces parado allí?

—¡Sí! ¡Sí! Dy, Dy, siempre fuiste dudoso, no?

Con las palabras que Lucia y Camila decían, Dylan no pudo evitar sonreír a medias, era algo que siempre lo dejó dudando, pero ver como a Iván y Lucia hizo que simplemente se dejara llevar por el momento y los sentimientos que le hicieron llegar sus amigos el día interior; Dylan sonrió tontamente y caminó hacia ellos.

Y con esa acción, él se rindió por completo.

Domingo 14 de Octubre del 2018— 10:21.

En medio de la mesa de la sala, un par de personas estaban sentadas juntas. Una de esas personas era una pequeña niña, la cual estaba cabeceando de izquierda a derecha, sus trenzas no dejaban de revolotear mientras la otra persona trataba de explicar bien.

—Dy...no te entiendo para nada.

—Ese es un gran problema....

— ¿Y si mejor vemos una película?

—Tu papá me gritará si no haces tú tarea.

—Es verdad... ¡pero quiero ver!

—¿Quieres ver que me grite? Eres mala pequeña Camila...

—¡Que no soy pequeña! ¿A qué no sabes? Soy la más alta de mi salón, así es.




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