Domingo 14 de Octubre del 2018— 10:55.
Se sentía una gran tensión en la zona, las nubes empezaron a tapar el sol y una ráfaga de viento pasó por el lugar. Todos estaban en una calle de doble sentido cerca al hospital, tres personas estaban muertas y un chico cerca del borde de la muerte. Los causantes eran un tipo bastante enigmático, usaba su ropa de negro, sombrero de negro y una peculiar máscara. Junto a él estaba un chico con mala cara.
Y sin que nadie lo notara, una chica se escabulló y tirándose luego en el suelo, lejos del lugar, pensó que nadie lo atraparía.
Esta era una situación peculiar.
— ¡Levanten las manos y suelten las pistolas!
A través de un altavoz uno de los oficiales ordenó a los presentes, tales como Blacker y Bryan que suelten las pistolas.
—Nos atraparon, huh —murmuró Bryan.
—Por favor, levanten sus manos, primer aviso.
Mientras él murmuraba e ideaba algo, Dylan no podía aguantar más, quería gritar, quería que todo el acabara, no era fácil aguantar un dolor como ese. Pero si lo hacía, Bryan podía matarlo. Y eso no era lo que él quería.
— ¡Como si lo hicieran! —gritó Bryan.
Él se agachó hacia Dylan y antes de abrirle la mochila, lo pateó en la espalda otra vez, solo que era de tal magnitud que uno podría decir que valía unas cinco veces lo que Blacker le había hecho. Dylan no aguantó semejante dolor y se desmayó inmediatamente.
—¡A ellos!
En ese mismo instante empezaron los policías a disparar hacia el par de personas que estaban cerca del coche. Bryan ni bien abrió la mochila apretó algún botón del『Reloj del tiempo』, la melodía sonó y una gran bomba de humo se esparció por el lugar. Los policías dejaron de disparar y se resguardaron del humo extraño.
—¡Resguárdense y si los ven atrápenlos!
La voz del policía a cargo resonó en todo el lugar y junto con la afirmación de todos, caminaron buscando al par que provocó todo ese daño.
—Nos vemos, Dylan.
Dentro de la mente de Dylan esas palabras no dejaban de repetirse como si fuera una canción de cuna, la locura que experimentó en esos minutos se iba alejando y una ligera paz lo desbordaba. Sin embargo, la falsa paz demoró tan poco que todo su sueño fue en contra. La amistad que lo relacionaba con Bryan había desaparecido y no podía hacer nada en ese momento para hacerlo cambiar de opinión.
Martes 16 de Octubre del 2018—16:44.
Lo primero que él escuchó fue un pequeño sollozo, semejante a cuando alguien no quiere llorar y se aguanta las ganas de gritar al mundo, sin embargo, solo derramaba lágrimas y se tragaba todos esos sentimientos formándose un gran nudo en la garganta.
No era fácil ver ello.
En especial cuando un familiar tuyo no despierta luego de un tiempo, cada día las esperanzas disminuían poco a poco dependiendo de la enfermedad que padecía.
Aun así, ella no entendía eso.
Y era comprensible, a la edad de los 11 años, ella recién veía lo que era una persona en un estado delicado de salud. Él se despertó en una habitación muy peculiar, fue como si él reconocería desde antes su característico color café y su cama agradable lo hizo entender.
Era la habitación del hospital.
Giró su cabeza un poco y se percató que una pequeña niña estaba allí, llevaba puesto un vestido negro y sólo lloraba con sus manos frotando ambos ojos.
— ¿Camila...?
Ella miró sorprendida a Dylan, sus ojos rojos se veían a simple vista, mocos salían de su nariz y ello provocó que hiciera una peculiar cara.
— ¿D-Dylan? ¡¿Dylan?! Gwu...gwu...¿vivo?
La pequeña niña pestañaba varias veces tras ver que en verdad Dylan había despertado, pero fue debido a ello que volvió a llorar, solo que por felicidad.
— ¡Espera! ¡No llores! Estoy bien, ¿viste?
Dylan asustado por verla de esa manera se tocó por todo su cuerpo, después de revisarse se dio cuenta que sólo tenía una venda por su cabeza.
Todo correcto, por suerte...
—P-pero...e-escuché al doctor...y....y...
Mostrándose nerviosa, Camila no supo cómo ordenar sus ideas y eso conllevó a que no supiera que más decirle a Dylan.
—Todo está bien, no te preocupes, ahora dime, ¿dónde están tus padres?
—Ehm...papá se fue con mamá a hablar con el doctor sobre algo y me ordenaron que me quedara acá cuidándote.
—Lo hiciste muy bien, gracias.
—Está bien, pero... ¿estás bien...? ¡¿No?!
Medio asustada, Camila aún no creía en las palabras de Dylan, él sólo suspiró y la miró de manera tierna.
— ¡Estoy bien! ¡Después de esto podemos ir a ver la película que tanto querías!
Ella dio una gran sonrisa, era la primera vez que él la veía sonreír. Aunque ella era una niña, se notaba que era muy sincera consigo misma y con los demás.
— Está bien, ¡te creo!
Camila se sentó en la silla que estaba cerca y sostuvo el celular que estaba allí.
— ¡Dylan, Dylan!
— ¿Qué pasa?
Ella le mostró un video que estaba en el celular, era un noticiero que mostraba una balacera a las afueras del hospital.
— ¡¿Qué haces viend——
Antes que pudiera terminar de hablar, Dylan sintió como un gran temblor sacudió su cabeza, superaba a creces una simple migraña. Con solo mover algún músculo este retumbaba una tortura que no soportaba.
— ¡¿Dylan?!
Camila empezó a temblar cuando Dylan se comportó de esa manera, ella pensaba que nuevamente se iba a dormir, y quizá para siempre.
— ¡¡¡¡DYLANNNNN!!!!
Él se tocó la cabeza y respiró varias veces, se mordió los labios y mostró una cara bastante graciosa a Camila, señalando el pulgar hacia arriba, él indicaba que estaba bien.
—T-todo bien, ¿sí?
Ocultando por dentro el fuerte calvario que pasó hace unos segundos, la calmó.
—Gwu...gwu...
Pero a pesar de eso, ella empezó a llorar sin parar.
—Pequeña...
Dylan solo pudo suspirar y se puso a pensar mientras Camila se tranquilizaba.
Editado: 09.12.2020