Reino celestial. Salvar a la princesa

Capítulo 5

Raju me estaba llevando a casa, a mis queridas montañas, al reino de los vientos. Mi brazo ardía y dolía al mismo tiempo. Mi magia no podía lidiar con ello. Y cuando el dolor empezó a menguar, sentí que estaba a punto de perder la conciencia.

Lo único que se me ocurrió en ese momento fue atarme a Raju con una red de aire. Solo podía esperar que mi magia no me abandonara junto con la conciencia.

Pero incluso cuando me sumergía en la oscuridad, sentía una calma interior. Raju me salvaría y me llevaría a casa. Él es uno de los pocos en el mundo en los que confío plenamente y a los que puedo confiar mi vida.

–¡Nessa! –me trajo de vuelta la preocupada voz de mi madre.

Amanecer. Para cuando amaneció ya estaba en casa. Ese pensamiento me hizo sonreír.

–¡¿Qué le han hecho?! ¡Viarrus! ¡Mira lo que le han hecho a nuestra hija! –oía gritar a la reina Missida, mi madre. Pero no tenía fuerzas para moverme, incluso abrir los ojos me resultaba extremadamente difícil. Así que los cerré y solo sentí cómo me bajaban de mi dragón y me llevaban en brazos.

–¡Sanadores, rápido! ¡Y quítenle esos harapos! –oí la voz llena de odio del rey Viarrus.

La oscuridad me envolvió de nuevo, en sus firmes abrazos...

–¡Imposible! ¡No puede ser! –volví a oír la voz de mi padre.

–Mi rey, usted mismo ve la marca –dijo en voz baja un hombre desconocido para mí.

–¡Debe ser un error! ¡Una falsificación! ¡Ella no habría sobrevivido si fuera una marca auténtica! ¡¿Qué clase de compatibilidad?! ¿Un mago de fuego?! –el rey estaba furioso.

Nunca lo había visto tan enojado. Así que, aunque sentía que podría abrir los ojos de nuevo, no me atreví a hacerlo.

–Aún no sabemos cómo terminará el proceso de adaptación, su majestad –volvió a decir esa voz.

–¡Guardias! ¡Encierren a ese sabiondo! ¡¿Alguien más quiere expresar sus suposiciones?!

–P-padre –dije con apenas un hilo de voz. Quería detenerlo para que no castigara injustamente al hombre. Quería decir algo más, pero no podía. Apenas pronuncié una palabra y volví a desmayarme.

–Ness, finalmente –fue lo primero que oí cuando desperté nuevamente y esta vez abrí los ojos. Era la voz alegre de Vi, mi hermana menor.

No sé cuánto tiempo había pasado, pero me sentía mucho mejor, incluso quería levantarme. Pero una mujer con uniforme de sanadora me detuvo:

–Princesa, por favor, no se apresure a levantarse. Necesita recuperar sus fuerzas.

Volví a recostarme en la cama y finalmente me di cuenta de que estaba en mi habitación. Y mi ropa también era mía. Un camisón de noche con encaje...

–¿Cuánto tiempo he...?

–Ya han pasado dos días. Has estado aquí como una bella durmiente y yo cuidaba de tu sueño –Vi se reía y lloraba al mismo tiempo.

–¿Qué me está pasando? –pregunté a la sanadora.

–Adaptación –dijo ella, y su única palabra me erizó la piel. Sabía perfectamente lo que significaba y en qué contexto se usaba, pero no podía organizar mis pensamientos.

–¡Te ha puesto una marca! ¡Ness, ese maldito rey de los Cinco Volcanes te ha puesto una marca! –exclamó Viarría.

–¿Una marca? –susurré incrédula. No podía ser posible. Simplemente no podía...

Y entonces los recuerdos me inundaron. El encuentro, mi alegría, el beso, la mano... El dolor horrible en mi brazo...

Me levanté de golpe, ignorando las advertencias de la sanadora, y me arremangué la manga. Mis ojos se abrieron de par en par por el shock. En mi antebrazo había un dibujo: extraños jeroglíficos entrelazados con lenguas de fuego.

–No fue el rey... Fue su hermano –dije mientras examinaba la marca. Era ligeramente elevada al tacto y más caliente que mi piel.

–¡Malditos, malditos magos de fuego! –gritaba con rabia mi hermana Vi. La eterna optimista y la persona más bondadosa del mundo.

–Princesa, necesita acostarse –me persuadía la sanadora.

Y caí sobre las almohadas, mirando al techo con resignación.

¿Qué va a ser de mí ahora?

La marca de compatibilidad es un tatuaje mágico especial. A menudo sucede que magos de diferentes elementos se enamoran y forman una familia. Viven juntos durante muchos años y solo cuando están completamente seguros de que realmente se corresponden deciden hacerse esta marca. A veces doble, pero generalmente el hombre se la pone a la mujer. He leído que incluso hubo casos letales a causa de la marca.

¿Qué es esto? ¿Y para qué sirve? De las parejas mixtas nacen descendientes con poca fuerza mágica. Los hijos heredan uno de los elementos de los padres, pero casi nunca alcanzan un alto nivel de poder.

Y esta marca representa la aceptación por la mujer de la magia del hombre, una fusión completa. La marca no otorga poder, pero garantiza descendientes fuertes. Y si, por alguna razón, la familia se disuelve, quien lleva la marca solo podrá tener relaciones y tener hijos con un mago del mismo elemento que poseía el que puso la marca.

–¡Es horrible! Simplemente han atado las manos de nuestro padre. Está desesperado. Se ha vuelto loco e hizo algo así, –contaba emocionada mi hermana.

Pero la sanadora intervino de repente:

— Sra. Viarró, ¿podría ir a informar a todos que la señora Nessaría ha despertado? Mientras tanto, yo seguiré trabajando. ¿Está bien?

— Sí, Agnes, tienes razón. Hay que decírselo a todos...

Vi arr salió de la habitación como un rayo.

— Agnes —me dirigí a la sanadora cuando se acercó y puso su mano en mi abdomen—. ¿De qué hablaba Viarrá? ¿Qué planea o ya ha hecho mi padre?

— Mi trabajo es curar —cortó la sanadora cerrando los ojos.

De inmediato sentí la acción de su magia.

Los sanadores son magos especiales. Nacen en cada reino. A menudo, sus habilidades mágicas tardan en manifestarse. Generalmente, estos magos nacen de la unión entre un mago y una persona común. No está prohibido, pero es una rareza.




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