Reino equivocado

Perro protector

William

El lo hizo, permaneció a mi lado como un amuleto que me mantiene a salvo, y como lo pensé nuevamente ayer: no estoy acostumbrado a este tipo de preocupación. El no duró mucho en silencio, después de que le hice esa pregunta y nos quedamos en un incómodo silencio, él lo superó en cuestión de minutos. Aunque no es mi mismo caso, me siento aun algo incomodo, me incomoda preguntar o mencionar las cosas.

Mis dedos arañan mis uñas con regularidad, como si de alguna manera puedo liberar lo que tanto me guardo. Mi nariz se llena de un olor exquisito, casi embriagador. Tal vez en mi rostro se denota porque Kallias no tarda ni diez segundos en responder.

— Estamos llegando al primer restaurante del barrio alto, luego bajaremos al barrio medio y si no estás muy cansado después de eso, iremos al barrio bajo.

No respondo, quiero hacerlo pero no puedo. Me muerdo el labio, quiero preguntar si podemos detenernos a comer pero, no lo hago por incomodidad, por pena, por miedo.

Trato de amarrar mi nariz y mis sentidos para no sentir el hambre encogiendome las tripas, aquel restaurante merece castigo de mi parte, en realidad, toda la comida del reino merece un castigo, es la comida más exquisita que he probado en mi vida. Tienen un sazón perfecto que hace que mi estómago siempre pida mas y mi paladar siempre dance de felicidad.

— ¡Rey Kallias! — grita una multitud de hadas, las cuales se acercan cada vez a mi. Siento su agarre apretarse contra mi mano.

— ¡Tanto tiempo sin verlas! — añade el, con un tono alegre. Ellas chillan de emoción, no logro verlas bien pero se que deben tener una sonrisa enorme.

— ¿Quién es él? — pronuncian ellas, creo que me están viendo con intensidad porque las manos me empiezan a sudar.

— Soy un amigo. — corto a Kallias con rapidez.

Ellas murmuran algo pero él las reprende en segundos.

— Sean respetuosas con mis invitados, mejor vayan con sus madres. — dice él, con un tono algo furioso. Sus feromonas se vuelven agrias de nuevo y vuelve a apretar su mano contra la mía.

Logré observar que ellas se retiraron y me armé de valor para preguntar hasta conseguir una respuesta.

— ¿Qué dijeron? — mencionó buscando el rostro de Kallias.

— Nada interesante. — él regresa a caminar mientras me lleva de nuevo a cualquier sitio que el planea llevarme.

— Vamos, es obvio que hablaban de mí. No nací ayer.

El batalla con si mismo para no decírmelo porque simplemente no quiere. Suelto de golpe su agarre de la mano y el voltea a verme con rapidez, buscando mi mano con ansiedad pero yo la aparto.

— No iré contigo si no me dices lo que ellas decían. Deja de ocultarme las cosas, no me romperé por el comentario de alguien. — escucho su resoplo y su murmullo a regañadientes, después de unos minutos responde:

— Solo comentaban tu falta de alas, mencionaron que era más que obvio que eras un hada desterrada. — Yo suspiro y asiento con la cabeza, era la verdad, no hablaban mentiras, soy un imbécil sin hogar, no importa donde vaya. No poseo ni siquiera lo único que me conectaba con mi hada interior. Si antes tenía una pizca de especial, ahora ya no lo tengo. No soy nadie, no tengo a donde ir o un sitio al cual llamar un hogar.

— ¿Podrías traerme algo? Necesito algo del castillo… — mencionó, cortando el silencio.

— ¿Es realmente importante? te dije que no me voy a apartar de tu lado.

— Es muy importante, yo me sentaré aquí mismo y estaré aquí cuando regreses. — miento con perfección, porque él suspira y asiente.

— ¿Qué deseas que te traiga?

— Mi bastón, lo necesito para algo. — Hago una pausa viendo el lugar para memorizar el terreno. — ¿Qué es eso de allá? — señaló algo cerca de nosotros.

— Es una de las entradas del bosque. — el carraspea sentándome en una banca. — No te muevas, regresaré en unos segundos.

Yo asiento y él se aparta para emprender vuelo en los aires, se que vuela rápido, no puedo perder más tiempo. Veo hacia todos los sitios, el frío me llega instantáneamente pero no dejo que me gane. Corro con rapidez al sitio que pregunte, cuando entre cambié de dirección como podía, algunas ramas me golpean el rostro, no veo con claridad, todo me es borroso pero ya no quiero, ya no quiero esto.

Odio sentirme una carga, lo detesto, quiero que Kallias se libre de mí, si sigo a su lado se cansara de mí, se hartara y tengo miedo de ser la primera persona a la que le levante la mano. Confío en él, pero no confío en mí. Cometeré un error algún día y el no me lo perdonará, él me castigara y me recordara como me salvo. Recordará que le debo mi vida y que debo pagar.

No quiero volver a lo mismo, toda mi vida se definió por mis errores, nunca pensé mucho en esto porque nunca creí estar tan cerca de él, pero ahora, estoy aterrado, es una realidad, una que es tan linda que me parece una falacia. Quizá si logro escaparme el me buscara y luego se rendirá y regresara a su vida, gobernará con sabiduría y tendrá a otra persona a su lado, alguien que si sea algo, alguien que si sea perfecta para estar a su lado.

No soy un idiota, se que el siente algo por mi, pero no lo debo permitir. Siempre lo supe, solo que quiero que él abra los ojos, soy la persona equivocada, soy el hada equivocada. No debo ser yo, no seré yo. No lo permitiré.

No olvido sus ojos cuando era pequeño, me veía con fascinación y me contaba su día con un fulgor de pasión y valentía. Cuando entro a la adolescencia me mostraba sus hechizos con regularidad, hinchaba su pecho con egocentrismo y a veces para demostrarme lo fuerte que es, aunque yo siempre supe lo fuerte que es, lo se, el posee un corazón lleno de amabilidad que no merezco.

La ansiedad me come el cuerpo, no se cuanto llevo corriendo entre los árboles frondosos, no he escuchado ningún llamado aun, pero algo de mi lo desea. Algo que no se que es, quiere regresar, correr a sus brazos y soltar mi pasado. Detengo mis pies unos segundos para poder respirar y recuperar el aliento. Me siento patético, lo soy. A pesar de todo lo que él ha hecho por mí, yo le respondo así. César tenía razón, no merezco nada, él también me crio y yo lo traicionaba yéndome a la frontera.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.