La princesa Saira Valenwood, única heredera del poderoso reino de Eldoria, ha crecido bajo el peso de la corona y la expectativa de su pueblo. Desde pequeña, ha demostrado una inteligencia y determinación que han hecho que su gente la admire más que a cualquier gobernante anterior. Sin embargo, esta admiración ha despertado el desprecio de un hombre en particular: el rey Rael Vossler, gobernante del temido reino de Dravenholt. Rael, un líder astuto y calculador, no soporta la idea de que una joven princesa tenga más influencia sobre el pueblo que él mismo.
Para reforzar alianzas en tiempos inciertos, el padre de Saira organiza un majestuoso baile de gala en el castillo real. La princesa deslumbra con un vestido de corte princesa, con mangas abombadas y delicadas flores blancas bordadas a lo largo del tejido. La música llena los salones, las risas y conversaciones se entrelazan en el aire, y por un momento, Saira puede olvidar la sombra de la guerra.
Pero la paz es efímera.
Un estruendo interrumpe la velada. El castillo está bajo ataque. Gritos, el sonido de espadas chocando y llamas devorando los muros convierten la noche en un caos absoluto. Su fiel guardaespaldas, en quien ha confiado toda su vida, la toma de la muñeca y la conduce con urgencia a través de pasadizos ocultos hasta un campo detrás del castillo. Allí, con la luna como único testigo, Saira cree que está a salvo.
Hasta que siente el frío filo de un cuchillo en su cuello.
El hombre que juró protegerla sonríe con malicia y, con una satisfacción retorcida, le revela la verdad: nunca fue su leal protector. Siempre fue un espía de Rael Vossler, infiltrado con un solo propósito: llevarla como prisionera al reino enemigo.
Saira, con una calma imperturbable, acepta su destino. No es una princesa ingenua. Pregunta el motivo de la traición, deseosa de entender la mente de su captor. Pero la conversación no dura mucho, pues el guardaespaldas, lejos de seguir órdenes, empieza a demostrar una crueldad incontrolable. Sus palabras se tornan más oscuras, sus amenazas más violentas. Ya no quiere simplemente entregarla; quiere verla sufrir.
Es en ese momento que Rael aparece.
El rey de Dravenholt no es un hombre bondadoso, pero tampoco es un monstruo. La misión era traer a la princesa con vida, no dañarla. Al ver la peligrosa intención de su espía, su reacción es inmediata. Con rapidez y letal precisión, Rael enfrenta al traidor, arrebatándole el control de la situación. En el enfrentamiento, la mirada de Saira y Rael se cruzan, y algo inesperado ocurre: la enemistad que los separa comienza a difuminarse.
Contra toda razón, Saira descubre que el hombre que debía ser su captor es, irónicamente, su salvador. Y Rael, por primera vez, ve en la princesa algo más que una rival.
Sin embargo, el destino aún les depara muchas pruebas, y en una guerra donde la traición es un arma constante, el amor puede convertirse en la más peligrosa de todas.
Hola a mis queridos lectores, comenzamos con esta historia que ya adelanto se ira subiendo un capítulo por día. Para aquellos interesados la historia consta de unos 20 capítulos aproximadamente. Espero que les guste y si es asi no se vallan sin antes darle una estrellita o dejar un comentario para futuras mejoras. Un saludo y a leer!!